25 febrero 2018

Myst (Atlantis Evolution)


El misterio de la tumba de la sacerdotisa nunca sería descubierto... Sus enemigos jamás conocerían la verdad oculta tras su lápida... El cementerio perdido la honraba y guardaba sus secretos más profundos... Pero a veces los secretos no descubiertos pueden cambiar el destino...

La Atlántida yacía silenciosa enterrada en un mundo oceánico... Magia y tradición en sus muros derruidos por el paso del tiempo... Sus descendientes querían saber qué había sepultado su isla... Bajo el piélago se hallaba el enigma que pretendían resolver para seguir evolucionando y crear de nuevo su sabia civilización y su cultura, lejos de los hombres que solo sabían de guerra y destrucción... 

El nuevo mundo les esperaba en otro lugar aún desconocido... Solo la sacerdotisa podría guiarlos desde el más allá de la vieja Atlántida... Y si no encontraban su tumba en la inmensidad del mar quedarían desvinculados de su propia historia, perdidos en el olvido para siempre... 

La leyenda narraba que la tumba se encontraría en el templo atlante, dormida por toda la eternidad salvaguardando sus misterios inmortales... Nunca fueron capaces de hallarla, ni siquiera supieron si existía en realidad, y sus descendientes cayeron en el olvido de un mundo bárbaro...

Su historia acabó siendo un mito y sus logros magníficas leyendas que contar a unos herederos que jamás se reconocerían a sí mismos...


Dedicado a Veneranda, por su fortaleza.

14 febrero 2018

Eyes like yours

- ¿A la cueva del tren? -repitió Päu, sin poder creérselo. 
- Me temo que sí... -respondió el hada, temerosa.

Todo era como en su película, o como pretendían que fuera la película. No había un guion preestablecido, pero se estaba cumpliendo a rajatabla. 

- Como en las pelis de terror... -empezó Wherynn, que calló ante la mirada inquisitiva de Päu.
- ¿Pero seguro que esto no es una broma..?
- Ojalá -dijo el hada- No tenías que haber tocado el guardapelo...
- ¡Sí, claro, ahora va a ser culpa mía!
- Puesss... -susurró Wherynn.

Los fuertes golpes las devolvieron a la realidad. 

- Chicas, tenemos que irnos ya, esto se está poniendo muy feo... -dijo la vampiresa.
- ¿Así, sin vituallas? ¿Sin avituallamiento? -preguntó Wherynn.
- ¿Qué dices?
- ¡Comida! ¡Víveres! No quiero pasar hambre encima de sueño... -dijo la vagabunda.
- Tienes razón, no sabemos cuando volveremos... ¡Vuelvo enseguida! -dijo el hada desapareciendo en la cocina.
- Tú mete el pelo y la notita en el dije... llevas guantes -pidió la vampiresa.
- Vale, pero antes lo toqué y no pasó nada... 
- Quizá la maldición esté en el cabello... -razonó Päu.
- No creo, dice "reliquias", un pelo... Bueno, si fuera pelo de un santo... -comentó Wherynn para sí mientras juntaba el dije y lo guardaba en una bolsita- Ahora ya no podrá hacernos daño, espero...
- ¡¡No!!

Las chicas habían logrado romper una de las persianas y trataban de entrar en la casa todas al mismo tiempo.

- ¡Locas sádicas! ¡Vámonos! -gritó el hada, que había regresado con una mochila llena, y las cuatro amigas salieron a todo correr por la puerta principal.

Corrieron hacia el bosque para ocultarse y poder atajar hacia las vías del tren, ya que las otras no tenían forma de verlas entre los árboles. Cuando se sintieron relativamente a salvo, se detuvieron a recuperar el aliento.

- ¡Qué... horror..! -suspiró Wherynn, pálida.
- ¡Ay, una abeja! -corrió a esconderse Päu tras un arbusto.
- Tú y tus abejas...
- ¡¡¡Aaaah!!!

La chica salió corriendo nuevamente del arbusto con una de esas extrañas criaturas de ojos enormes subida a su espalda.

- ¡Quitádmela, quitádmela! -dijo saltando y logrando que el animalillo se aferrara con más fuerza aún para no caerse.
- ¡Pobre, le asustas! -corrió Wherynn en su defensa.
- ¿¿Pobre??
- ¡Míralo! ¡Qué cuqui!

La joven lo tomó torpemente en brazos y la criatura la miró con agradecimiento. Era una de las crías, dedujeron por su tamaño.

- Espirales, bichos extraños, amigas locas y un dije maldito... ¿Nadie está grabando esto? -miró a su alrededor la vampiresa.
- Como no sea un reality "Sobrevive a la maldición", me da que no...


Tras unos minutos para recuperar la respiración y comprobar que sus amigas chifladas aún trataban de entrar por la fuerza en la casa (o eso suponían ya que no las oían por las cercanías) emprendieron el camino hacia las vías.

- ¡Hala, cuquito, ahí te quedas! -dijo Wherynn soltando a la criatura, a la que había estado acunando desde que la cogiera en brazos. El ser la miró con sus enormes ojos y empezó a seguirlas cuando se movieron.
- Esa cosa nos está siguiendo... -dijo Päu, molesta.
- Deja en paz a Cuquito, no hace nada... -le defendió Wherynn.
- ¿Ya le has puesto nombre a tu nueva mascota? -rio el hada.
- "Cuquito". Jajaja, ¡me gusta! -rio a su vez la vagabunda.

Continuaron la senda del bosque con Cuquito detrás y pronto llegaron a las vías del tren y la oscura cueva.

- Oye, al final no nos dijiste por qué teníamos que venir aquí... -dijo la vampiresa, deteniéndose en seco.
- Mmhmhm... nos toca una traición... -se percató Wherynn- Alguien no es quién dice ser y nos traiciona, es muy de peli.
- Déjate de teorías de pelis, aquí nadie... nadie traiciona, ¿no?

El hada sonrió, inofensiva. 

- Yo no, solo quiero acabar con esta pesadilla de una vez por todas.
- Pues cuéntanos qué hacemos aquí -exigió la vampiresa, sin moverse y con suspicacia.
- La abuela de la odalisca pertenece a una antigua aristocracia de brujas...
- ¡Sí, hombre lo que me faltaba!

Päu las miraba incrédula. ¿En serio se creían que se iba a tragar todo eso?

- ¡Que sí! Guardaban su poder en dijes que pasaban de generación en generación...
- No me lo creo, se acabó. Acabad con esta tontería ya, me da miedo y me tensa, ya no tiene gracia.
- Päu... 
- ¡Ni Päu ni nada! 

La chica estaba muy enfadada. ¿No se daban cuenta de cuando parar?

- Va, Päu... no te enfades. ¡Es por el bien de la peli!

Miró a su amiga, que... ¡Oh, genial! ¡Tenía las pupilas dilatadas!

- Wherynn... -comenzó cuando se le ocurrió mirar a las otras. También tenían los ojos dilatados.
- La peli... es más realista así... -siseó la vampiresa, con una sonrisa demente.
- El dije... las vías... 
- No quiero que el guardapelo se rompa, tened cuidado. Bueno, aunque seguro que no tiene ningún valor, ¿Qué estoy diciendo?

La chica cogió con poca delicadeza la joya y las demás contuvieron la respiración. De repente parecían aterrorizadas.

- ¿Qué os pasa ahora? ¿Vais a empezar a hablar de paja? -preguntó balanceándolo de un lado a otro.

Sin que se diera cuenta, se vio rodeada por todas sus amigas, ya que el resto habían aparecido de la nada, y se sentía en peligro.

¿Qué iba a pasar?


Dedicado a Paula, ¡feliz cumpleaños resalá!

09 febrero 2018

Doom (Lot)


Luz... latido...
el aire ... tormenta...

Mi rosa medieval, mi leyenda en un cristal.
En el bosque, en el mar, pétalos de metal.
Dime tu poesía que osas crear sin error... 

Si la guerra interior se conquista en soledad
si el amor, la verdad, existen más allá,
si mi vida tiene un destino fatal... o soñar...

Con un mundo inmortal, con un océano en el mar
con la sangre de dragón dentro de mi corazón,
con un lugar donde encontrar la redención sin dolor...
Solo amor...



Dedicado a Dani, un océano de creatividad.

01 febrero 2018

Deitys of Astralia IV


Titán (Rea)

La niebla desdibujaba el jardín por instantes que se hacían eternos y el puzzle roto brillaba creando hermosas iridiscencias que descubrían regios portales a otras realidades. Porque la bella Astralia era infinita y su luz iluminaba los rincones más oscuros del universo y la imaginación, más allá de los jardines de su mundo y sus enigmas, más allá de la niebla que la cubría y la preservaba de la otra esfera de la existencia, en su utopía...

La niebla se aclaraba por momentos en el jardín y se desvanecía en un hermoso templo de sabiduría tras uno de los portales místicos. Miré en su interior y vi mis deseos reflejados en el santuario, que permanecía incólume desde los tiempos antiguos en el origen de Astralia, aunque no tuviera ni principio ni fin... Y ese lugar, ese santuario me atraía con sus galerías y su luz, como el umbral a un mundo donde pertenecía desde los confines del tiempo...

Y justo cuando iba a atravesarlo, el portal se cerró y la niebla borró su rastro alejando su visión de mi, como si nunca hubiera existido y no pudiera volver a ser. El templo me dejó una greca azul cielo que refulgía, una pieza de mi puzzle que otorgaba la sabiduría de la consciencia, la erudición de los sentidos. Nunca olvidaría aquel hermoso santuario, que tendría un lugar especial en mis recuerdos por siempre, mi lugar de armonía, el equilibrio de mi psique. Donde conocí a otros seres de Astralia que me abrieron las puertas a ese mundo de imaginación y fantasía... La niebla cubría el jardín con sus misteriosos anhelos creando una atmósfera irreal donde las ilusiones no eran vanas y los deseos se cumplían. Y cuando la niebla se despejara y los portales se cerraran por siempre, tal vez encontraría el deseo que mi corazón más suspiraba, mi puzzle, mi puro ser de Astralia... 



Continuará...