27 julio 2009

Vampire heart

Un niño pequeño de brillantes ojos azules aferraba una carta con un emblema que constaba de un leon, un tejon, una serpiente y un aguila. Empezo a rasgar el sobre emocionado y se encontro con una lista con el material necesario para empezar el curso en el colegio Hogwarts de Magia y Hechiceria. Muy contento corrio a decirselo a sus padres.
La niebla se arremolino y desdibujo la escena. Cuando empezo a disiparse pudo ver el callejon Diagon y como el niño se dirigia a la tienda de varitas. Alli probo varias varitas, provocando que mas de la mitad de la tienda explotara, pero al final consiguio la que buscaba. Un entusiasmado señor Ollivander le dijo las caracteristicas de su varita ideal y se la entrego.
La niebla volvio a cubrirlo todo y formar otra escena. Los padres del niño le ofrecian comprarle una lechuza como mascota, pero el se empeño en tener un gato. Eligio uno atigrado de grandes ojos verdes tan pequeño que casi le cabia en una mano y una cesta para que durmiera.
La siguiente escena se desarrollaba en un tren. Estaba sentado en un compartimiento en el que habia otra chica que aparentaba su edad, sin embargo cuando empezaron a hablar descubrio que ya iba a cuarto curso y curiosamente habian nacido el mismo dia. La chica empezo a contarle cosas de Hogwarts y algunas anecdotas divertidas. La verdad es que parecia encantada de estar en el castillo.
La niebla se arremolino de nuevo. Esta vez pudo ver al niño, algo mayor, al lado de la chica del tren. Estaban frente a un profesor alto y con aspecto de murcielago que les estaba diciendo en que consistiria el castigo que les habia impuesto.

- Limpiaran la mazmorra y no podran usar magia.
- Eso suena a reto...
- ¿Ha dicho algo señorita Wherynn?
- No, profesor.

Severus Snape la miro fijamente y se fue con cara de extrañeza tras bajarle diez puntos a Griffindor.

- Estabas pensando en pollo, ¿verdad?
- No iba a dejar que me leyera la mente. Debe de creer que soy rarisima.
- Claro, siempre piensas en lo mismo...
- Es una estrategia, a ver cuando deja de husmear.
- Con la de cosas que tienes en que pensar...
- ¿A que te refieres?

El chico no respondio, fingio estar muy ocupado escogiendo un trapo y solto una tosecilla que sono algo asi como "jarko". Wherynn le fulmino con la mirada y se prometio que no volveria a contarle sus extraños sueños para que se inspirara en Adivinacion.

- ¿En que piensas? -pregunto el chico tras un rato en silencio.
- Algo para librarnos de esta tarea, pero por ahora no se me ocurre nada que no incluya una maldicion imperius.
- Podiamos cogerle unos pelos a Snapito, tomar pocion multijugos y decirles a unos Sly que hagan esto.
- Claro, o coger un giratiempo y venir a ayudarnos, asi acabariamos antes.
- Que pringados seriamos... -dijo el chico riendose.

La escena se cubrio de neblina y al despejarse el chico contemplaba un gran reloj de arena lleno de rubies hasta casi la mitad. Luego se fue al campo de Quidditch con el resto de su equipo a jugar la final Griffindor contra Ravenclaw. El partido estaba bastante reñido y desde las gradas podia oir los gritos de animo de su casa. Hasta que una bludger le golpeo y perdio el conocimiento.
La niebla cambio de nuevo la escena y vio a Wherynn que entraba por el hueco del retrato.

- ¿Goggy?
- ¡Que no me llames asi! ¡lo odio!
- ¡Goggy Golosina! ¡estas bien!
- El Bosque Prohibido no va a acabar conmigo.
- Aun asi no te tenias que haber colado. Es peligroso.
- No lo volvere a hacer, prometido.

Le pego un manotazo a la bola de cristal, que salio rodando por la estancia. La niebla enborrono su interior hasta despejarse y para cuando Wherynn la cogio era completamente transparente.

- "Disipar las nieblas del futuro". ¡Yo solo veo el pasado! -grito Ädri enfadado.
- No volvere a pedirte que trates de leerme el futuro, total... -dijo Wherynn posando la bola en un estante cercano.



Dedicado a Adrian, ¡feliz cumpleaños hermano astral!

26 julio 2009

Charmed

El atico de la casa se encontraba inundado por los vapores que desprendian las pociones que las dos jovenes estaban preparando para la batalla. Hacia mucho que esperaban el momento para acabar con la amenaza y este parecia haber llegado por fin.

- Alguien deberia ir escribiendo un hechizo... por cierto, necesito hojas de salvia -dijo Mâry, que componia una pocion ofensiva.
- Toma, aqui estan -contesto Nälya mientras le alcanzaba el ingrediente -me parece que Shÿla ha escrito el hechizo...
- Umhmhm -murmuro Mâry no muy convencida, ya sabia como solian ser los hechizos de su amiga.
- Me pitan los oidos, ¿estais hablando de mi? -pregunto la joven que acababa de aparecer por la puerta del atico.
- Si... nos preguntabamos si ya tienes el hechizo...
- ¡Claro! dejadme que os lo lea.

Las otras dos pusieron cara de resignacion y se dispusieron a escuchar.

- "Sol de verano,
brisa y calor,
mata al demonio
pues no puedo yo." ¿Y bien? -pregunto ilusionada.
- Es... -comenzo Nälya.
- ... particular. No se, quizas deberiamos dejar que Nälya...
- ¿Pero no has sacado los dos primeros versos de una cancion del verano?
- ¡¡No!! -grito Shÿla enrojeciendo -nunca me dejais que lo intente... ¡asi no puedo aprender a rimar!
- Tranquila, con lo bien que se te dan las pociones... ¿me ayudas con la mia?
- Claro Mâry, dejemos que la experta haga el hechizo -dijo mientras fulminaba con la mirada a la otra, que estaba asomada a la ventana.
- ¿Que tal fuera? -comento Mâry.
- Hace sombra.
- ¿¿"Hace sombra"?? ¿a que te refieres?
- Mira.

La joven descorrio las cortinas por completo y sus amigas quedaron sobrecogidas. El cielo estaba oscurecido de una forma tan antinatural que resultaba espeluznante. Algunos fuegos iluminaban la oscuridad, pero no habia esperanza en su forma de brillar, mas bien parecian augurar un fin que nadie desearia.

- Tenemos que acabar con esto cuanto antes.
- Antes de que... -la voz de Shÿla se quebro y miro alternativamente a sus amigas.
- El libro lo ponia muy claro.
- Evitaremos la profecia.
- ¿Como?
- Con esta pocion, si es que me alcanzas el romero y los ojos de triton.
- ¡A ti siempre te faltan ojos de triton! ¡si por ti fuera la pocion solo llevaria ojos! -contesto Nälya siguiendo la broma de Mâry para aligerar la tension.
- Venga, dejemonos de bromas y a trabajar.

La siguiente hora transcurrio lentamente mientras acababan las pociones, y lo unico que se oia eran los borboteos de la marmita y el rasgar de la pluma de Nälya mientras trataba de escribir el hechizo.

- Bueno chicas, ya esta.
- A ver, leenoslo -dijo Mâry con interes.
- "Demonio de oscuridad
heredero del mal
vete de este mundo
sellamos tu final."
- ¿Y porque su hechizo es mejor que el mio?
- No se... suena mas epico...
- "Epico", "epico", ¡bah!
- Bueno, la pocion esta lista -dijo Mâry mientras vertia el liquido azulado en diferentes botellitas de cristal.
- La mia tambien, espero que funcione -comento Shÿla.
- Entonces es hora de salir.

Un escalofrio las recorrio a todas, lo de fuera no iba a ser agradable. Abandonaron la seguridad del atico cerciorandose de que el libro quedaba bien escondido -por si acaso- y bajaron las escaleras lentamente pero con decision. Una vez en la puerta intentaron abrirla, pero se encontraba bloqueada. Tirando todas a la vez lograron empujarla y vieron que lo que les impedia pasar era una pila de cadaveres ensangrentados.

- Esto es una carniceria -dijo Nälya, que estaba livida.
- Por eso tenemos que acabar con el ya -contesto Mâry.

Recorrieron las calles cercanas encontrando escenas horripilantes pero no se echaron atras. Sabian que este demonio tenia unos poderes oscuros muy extraños y les tranquilizaba saber que con su muerte todo lo que habia destruido volveria a la normalidad, como si nunca hubiera pasado. Aun asi contemplar lo que dejaba a su paso no podia dejar de afectarlas.

- ¿Y si le invocamos? -sugirio Shÿla.
- Debe venir a nosotras.
- Pero Mâry...
- Debe venir.
- Con gusto -contesto una voz potente y ronca.

Las chicas miraron a su derecha y se encontraron cara a cara con el demonio que buscaban. Su aspecto era inenarrable, como si hubieran juntado las peores pesadillas de la gente y las hubieran echo carne, si es que a eso se le podia llamar carne, pues no tenia nada de humano o animal. Era dificil precisar si era solido, pues partes de su ser parecian estar envueltas en neblina, pero en lo que todos estaban de acuerdo era que mantenerse en su presencia era terrible.

- ¿Me buscabais?
- Si -dijo Mâry con voz firme, aunque temblaba de pies a cabeza.
- Veo que no sois lo que todos decian, incluso vosotras temblais en mi presencia -observo con voz desdeñosa mientras miraba a Shÿla, a la que le corrian lagrimas por el rostro sin poder evitarlo.
- No te tememos -dijo con mas valentia de la que sentia.
- Ya veo.

En un movimiento rapido le lanzaron las pociones que llevaban, dandole de lleno. Este se retorcio preso de fuertes convulsiones y parecio que iba a morir, sin embargo alzo el rostro y miro a Nälya, que cayo muerta en el acto.

- ¡Nälya! -grito Shÿla horrorizada.
- No pasa nada -la tranquilizo Mâry.
- ¿Como puedes decir eso? ¡eres un monstruo!
- Tranquila, sabes que cuando acabemos con el sera como si nada hubiera pasado.
- ¡Entonces lancemos el hechizo! -dijo Shÿla mientras le cogia la mano a Nälya.
- No.

Ambas se giraron y vieron al demonio que parecia estar en trance debatiendose consigo mismo.

- No le escuches, ¡matemosle!

El demonio miro fijamente a Shÿla y esta, sin poder evitar su mirada, cayo muerta tambien.

- Ahora solo estamos tu y yo.
- Nunca acabaras conmigo -respondio Mâry alzando las manos dispuesta a dañarle con una de sus ondas de oscuridad.
- Aun no lo ves, ¿verdad?
- ¿Que quieres decir?

El demonio pronuncio un hechizo y Mâry empezo a sangrar por la boca. Tocandose el hilillo de sangre que manaba miro al demonio sin entender nada, no podia ser que acabara con ellas, debia de ser otra de sus retorcidas fantasias. Sus retorcidas fantasias... ¿por que se aclaraba el cielo y los fuegos se extinguian?
Un segundo hechizo mas potente salio de los labios del demonio y Mâry exploto en mil pedazos envuelta en un anillo de fuego. El demonio pestañeo, sonrio e hizo un complejo movimiento con las manos, que provoco que dos haces de luz surgieran de su interior. Las almas de Nälya y Shÿla salieron de su ser y se aproximaron flotando a sus respectivos cuerpos.

- Ha sido completamente espeluznante -dijo Nälya.
- No me puedo creer que convivieramos con el durante estos ultimos dias aunque tuviera el aspecto y caracter de Mâry, a veces me apetecia ir y acuchillarle mientras dormia -comento Nälya.
- A mi no me ha hecho ninguna gracia tener que matar -dijo el demonio mientras se tomaba una pocion que llevaba encima y recobraba su aspecto normal.
- Era necesario Mâry, el hechizo empatico jamas hubiera funcionado de no haberos... bueno, de no haberte metido en su papel, el estaba metido sin darse cuenta, cualquier fallo lo hubiese estropeado todo.
- Suerte que nos enteramos de que podia absorver almas, de otra forma jamas hubiera llegado a tanto.
- Venga, dejaron de charlas y resucitanos de una vez, ¡quiero volver! -se quejo Shÿla.

Mâry entono el hechizo que las resucitaria y juntas se fueron de nuevo a la casa, conscientes de que este habia sido el trabajo mas duro que jamas habian realizado como brujas, pero sabiendo que habia sido necesario. Al menos los demas no recordarian nada, pues todo habia vuelto a la normalidad.



Dedicado a Maria, ¡feliz cumpleaños maja!

19 julio 2009

In the shadows

Sÿl se levanto sigilosamente de la cama. Eran las dos de la madrugada, la hora acordada. A su derecha pudo ver un bulto que se movia y una de sus compañeras de habitacion emergio completamente vestida de negro, al igual que ella, de entre las sabanas. Le guiño un ojo y ambas bajaron tratando de no despertar a la otra, que dormia profundamente.

Una vez en la sala comun comprobaron que todo estaba despejado.

- Bueno, es la hora... ¿pero que llevas en los pies? -le pregunto Wherynn a su amiga.
- Playeros.
- ¡Los playeros hacen ruido en la piedra! no queremos que Filch nos descubra, ¡ponte unas zapatillas! -le dijo señalando sus propios pies.
- Pero es que...
- ¡Pero nada! ¡sube!

Sÿl se fue refunfuñando y al poco regreso con unas zapatillas rosadas que formaban la cara de un cerdito. Wherynn empezo a partirse de risa y Sÿl chisto para que bajara la voz.

- ¿Que es eso, meon? -pregunto Wherynn casi al borde de las lagrimas.
- Antes no me dejaste hablar, mis zapatillas se rompieron, iba a llevarlas a Hogsmeade para arreglarlas... asi que he cogido prestadas estas de Thäis -contesto Sÿl humillada.
- Anda, dejame que te arregle eso... -Wherynn hizo unos movimientos de varita y transformo los cerditos en unos murcielagos y cambio el color a negro.
- ¿Para esto no podias hacerme unas zapatillas normales y corrientes?
- No, me gustan mas asi... jajaja.

Sÿl no dijo nada y saco del bolsillo de su tunica dos botellitas de cristal llenas de pocion y dos bolsitas que contenian un pelo largo y rizado cada una.

- ¿De quienes son? -pregunto Wherynn con desconfianza.
- Confia en mi -Sÿl le tendio una de las botellitas y Wherynn saco el pelo, que introdujo en la pocion. Esta se volvio de color azul cielo, mientras que Sÿl hacia lo propio con la suya, que habia adoptado un bonito tono madera.
- Al menos estaran ricas -suspiro Wherynn, y se tomo la suya de un trago.

Tras unos momentos desagradables alzo la mirada y se quedo sorprendidisima. Ante si se encontraba un atractivo muchacho de pelo castaño rizado que le sonreia con sorna.

- ¿¿¿Pero como se te ocurre???
- Es para distraerte -le dijo Sÿl mirandola seductoramente.
- ¡Estas loca..! ahora entiendo lo que quiere decir "lo que cuenta es el interior"... espera... ¿¿y yo quien soy?? -pregunto Wherynn, que podia verse una tupida mata de pelo oscuro. Se miro frente a un espejo y un par de ojos azules confirmaron sus sospechas, provocando que el rostro que le devolvia la mirada se sonrojara. Tienes un retorcido sentido del humor -le comento a su amiga, que reia a sus anchas- y aparte tu fantastico plan tiene una pega.
- ¡No! he traido pocion suficiente como para una hora adicional, por si las cosas no salen bien.
- Ah, vale. Tu fantastico plan tiene DOS pegas, ¡pero has subsanado una! ¡estoy orgullosa de ti! -le contesto sarcasticamente.
- ¿Cual?
- ¡Estos dos son de Griffindor!
- Ostras...
- Suerte que una de las dos tiene cerebro... ¡ponte esto! -Wherynn busco debajo de uno de los sofas y saco dos capas de Slytherin.
- Pero si Filch nos ve sabra que somos de Griffindor- le dijo Sÿl mientras se ponia su capa.
- Detalles, detalles... ¡nos ponemos las capuchas y pista!
- ¿Y tapar mi magnifica melena?
- ¡¡Sÿl!!


Unos minutos mas tarde salian de la sala comun de Griffindor a hurtadillas, sin siquiera despertar al retrato de la Señora Gorda. Caminaron en silencio por diversos pasillos y se detuvieron frente a un gran lienzo.

- ¡Deja de mirarme con deseo! -dijo Sÿl mientras hacia muecas.
- ¡Subnormala! estaba pensando si seria prudente tomar un atajo por uno de los retratos hasta la entrada.
- ¡No me quieres! -sollozo Sÿl haciendose la ofendida- ni siquiera sabras de que color tengo los ojos -prosiguio girando el rostro.
- Como sigas asi te clavo la varita en un ojo y asi lo compruebo-contesto Wherynn aguantandose la risa- por cierto... ¡dejame ver!

Giro a su amiga y comprobo decepcionada que estaba demasiado oscuro para distinguir nada, salvo la sonrisa socarrona que le dirigia. Volvio a preguntarle por el atajo y esta le contesto que mejor no usaban ninguno, no fuera que la señora Norris o alguno de los fantasmas se les cruzara en el camino.

Tras la charla continuaron caminando hasta la puerta principal y se quedaron paradas enfrente.

- ¿Y ahora?
- ¡Salimos!
- No puede ser, meteriamos mucho ruido...
- Eso esta pensado.

Wherynn agito su varita y no paso nada. Sÿl comenzo a echarle miradas extrañas hasta que de repente vio pasar un par de escobas que se detuvieron frente a ellas.

- ¿Como lo has hecho?
- Por arte de magia -le contesto Wherynn con voz obvia mientras se subia a una.
- ¡Que graciosa! ya me entiendes -dijo Sÿl riendose y subiendo a su escoba.
- Hechizos no verbales, los he estado practicando -le conto orgullosa.
- Muy bien, ¡a los jardines!

Salieron volando por uno de los grandes ventanales y aterrizaron frente al castillo. La luna creciente iluminaba parcialmente los jardines pero unos grandes nubarrones les dificultaban la vista.

- Lumos -susurro Sÿl mientras Wherynn escondia las escobas tras un arbusto. Luego imito a su amiga, encendio su varita y se deslizaron sigilosamente camino a los invernaderos.
- Esto de usar pocion multijugos cuando vamos a sisar ingredientes es una gran idea, salvo que claro, escojas rostros de nuestra casa para que nos bajen puntos.
- Anda, te quejaras de tu acompañante o de ti misma...
- A mi misma no me veo.
- Si quieres luego intercambiamos pocion.
- No, no, que como me vea en el lago tendre un problema -bromeo.


Finalmente llegaron a los invernaderos. Con un simple alohomora lograron entrar y recogieron rapidamente las plantas que les hacian falta.

- ¿No te parece curioso que Filch no inspeccione los terrenos? -pregunto Sÿl.
- Si, supongo que no se le ocurre la sencilla opcion de que la gente conjure una escoba y salga por una ventana.
- Por cierto, vaya birria de escoba...
- ¡Oh, perdone usted! la proxima vez te convoco una Saeta de Fuego, ¡no te digo!
- Jajajaja.

En cuanto acabaron salieron de los invernaderos y los volvieron a cerrar. Wherynn convoco de nuevo las escobas y juntas sobrevolaron cuidadosamente el castillo, evaluando cual era la ventana mas propicia para entrar en la biblioteca.

- Tenias que haber dejado una ventana abierta -le reprocho Sÿl.
- McGoonie Pollo patrullaba hoy cerca de la biblioteca, no me parecio prudente -comento su compañera mientras se colaba en el interior del castillo y devolvia las escobas a su sitio.
- ¿Hay moros en la costa?
- No parece.

Entraron sigilosamente y fueron directamente a la Seccion Prohibida a buscar el libro que les hacia falta. Tras un rato un grito desgarrador rompio el silencio.


- ¿¡Por que gritas!? -susurro Sÿl furiosa y con el libro que necesitaban bajo el brazo -¡Filch ya debe estar de camino!
- ¡Este estupido libro se ha cerrado y me ha pillado los dedos! -Wherynn le mostro su mano izquierda, que sangraba ligeramente.
- Nada que no arregle un poco de dictamo. ¡Oigo algo!

Ambas guardaron silencio. Unos pasos se aproximaban y de pronto se encontraron con los brillantes ojos de la señora Norris, que empezo a maullar.

- Ven aqui, señora Norris. ¿Hay alumnos fuera de sus camas? -la voz de Filch les helo la sangre. Sÿl se asomo tras una de las estanterias y pudo ver a la señora Norris con su amo y a este acercandose hacia donde estaban.
- ¡Lanza un patronus ligero! -susurro a Wherynn, alejandose hacia unos libros atados con cadenas.
- ¿Un "patronus ligero"? -Wherynn capto lo que su amiga pretendia hacer y creo una voluta de brillante luz plateada.
- ¿Quien hay ahi? -pregunto Filch con desconfianza.
- Yo -contesto una voz clara y eterea.
- ¿Dama Gris?
- ¿Que se le ofrece? -siguio Wherynn mientras Sÿl le hacia señas de que parara y agitaba las cadenas de los libros.
- ¿Esta usted sola?
- No -contesto esta vez una voz ronca a la vez que aparecia una segunda luz brillante.
- ¿Baron Sanguinario?
- Yo que tu me ocuparia de las mazmorras.
- De acuerdo señor, crei que habia alumnos fuera de sus camas, disculpe.
- Gracias -contesto Wherynn con voz melodiosa y observando con alivio como Filch se alejaba con su gata en brazos.
- ¿Eres mongola o que? ¿la Dama Gris haciendo ruido de cadenas? -le dijo Sÿl acercandose a Wherynn.
- ¡Y yo que se! ¡no imito bien la voz de hombre! ¿y tu por que le mandas a las mazmorras? ¡ahi es donde tenemos que ir ahora!
- Porque si vamos detras de el estaremos seguras de que no nos sigue -razono Sÿl.
- Mmhmh... ¡muy astuta! ¡te voy a regalar un heavy!

Siguiendo el plan de Sÿl fueron a las mazmorras detras de Filch sin hacer ruido.

- Tus ojos... -dijo Sÿl cogiendo de la mano a Wherynn y obligandola a detenerse.
- Preciosos, ¿eh? ¡no es momento de ponerse romantico! -contesto esta soltandose.
- No, imbecil, ¡se estan volviendo castaños!
- ¡Eso mina mi belleza actual! -exclamo la aludida con voz dramatica antes de tomarse la otra pocion mientras su amiga la miraba alucinada y se tomaba la suya.

Lo demas resulto sencillo: cuando Filch abandono las mazmorras entraron en el aula de Pociones y cogieron los ultimos ingredientes que les faltaban, interrumpiendose solo para reir de la acertada imitacion que hizo Sÿl de Snape. Cuando apenas quedaban 15 minutos para que los efectos de la segunda pocion se acabaran entraron por el retrato de la Señora Gorda, a quien no le hizo ninguna gracia despertarse a aquellas horas. Lo primero que vieron fue la cara enfadada de Thäis, que parecio amilanarse al verlos aparecer. Sÿl empezo a guiñarle un ojo y lanzarle besos mientras Wherynn se reia y la chica no tardo en deducir que ocurria.

- ¿Quien es quien?
- ¡Wherynn! -dijo esta señalandose a si misma. Sÿl solo hizo una mueca graciosa.
- Estais muy guapas hoy.
- ¿A que si? si vieras como se me come Whers con la mirada...
- Oh, callate -dijo esta mirandose al espejo desde diferentes angulos.
- ¿Que habeis estado haciendo? -pregunto Thäis algo dolida.
- Excursion nocturna, una de las fases del plan que urdimos ayer en el Gran Comedor mientras tu... estabas castigada.

- ¿Y ese plan me incluye?
- ¡Pues claro! esto es un trabajo en equipo, ademas recuerda que la ultima vez Sÿl y tu fuisteis a buscar las cosas, ahora me tocaba a mi -dijo Wherynn revolviendo en un cajon en busca del dictamo.
- ¡Cierto! lo habia olvidado. ¿Y en que consiste ese magnifico plan?

Las tres chicas comentaron el plan durante un rato, hasta que los efectos de la pocion desaparecieron. Al final regresaron a su habitacion, dos de ellas rendidas de cansancio y la otra sonriendo para sus adentros mientras pensaba en la nueva genial broma de las osadas Griffindor.



Dedicado a Sylvia, ¡feliz cumpleaños bolli!

Not like the other girls

Los muros derruidos de aquel antaño majestuoso edificio se alzaban imponentes en medio de la niebla. Un sinfin de recuerdos inundaron el pensamiento de Râsky, pues habia conocido el lugar en su epoca de estudiante, que ahora parecia muy lejana.

Hacia siglos que estaba en ruinas, pero la joven ya apenas tenia conciencia del tiempo. Silenciosamente penetro en una estancia que si mal no recordaba era la clase de 4º año. Cuantos recuerdos... clases interminables, risas en los pasillos, comentarios jocosos... ahora solo las paredes que se mantenian en pie eran testigas de todo lo que habia pasado. La raza vampira habia tomado el control cuando el sol se hizo enemigo de la vida y habian impuesto un nuevo orden. No estaba tan mal, realmente. Vida eterna, juventud, no demasiadas obligaciones... bueno, la supervivencia era una pesada carga. Algunos grupos humanos aislados habian permanecido en secreto para acabar con los vampiros, pero muchos habian caido. Lo sabia porque ella habia sido una de ellos. Al principio lucho pero todo se fue haciendo demasiado duro, y al final comprendieron que los vampiros ofrecian otro modo de vida diferente, ni mejor ni peor. El sol hacia mucho tiempo que quemaba la tierra y la vida tal y como se conocia era impensable, asi que la opcion no era tan mala.

Siguio caminando. A veces no lograba entender por que se empeñaba en recorrer los lugares en los que habia estado en su juventud... bueno, aun era joven. Tenia 348 años pero siempre aparentaria unos 25, asi que al menos fisicamente era joven. Su espiritu seguia tan divertido y juvenil como siempre, pero cuando se es tan viejo la melancolia forma parte de la existencia. Por eso aun recorria el Milan de vez en cuando.

Un vistazo le dio a entender que la pared de la que colgaba el encerado se habia desmoronado. Vaya, a los vampiros les encantaban las ruinas y ella habia logrado tenerles gran aprecio, pero tampoco estaria tan mal conservar los viejos recuerdos. Suspirando salio de la clase y se dirigio a unas escaleras que estaban enfrente. Un par de escalones le mostraron que el tiempo seguia mermando la roca, asi que decidio emprender el vuelo. Esa era una de las cosas que mas le gustaban de los vampiros, la capacidad de vuelo.

Recorrio volando suave y agilmente el resto del edificio y comprobo que la niebla empezaba a despejar para dar paso a una hermosa luna llena. La noche era calida, como casi todas las noches debido al ardiente sol del dia, asi que disfruto enormemente de la brisa que le producia volar.

- ¡Râsky!

Alguien la llamo desde algun lugar lejano. Râsky volo rapidamente hacia el sonido de su voz.

- ¿Que pasa? -pregunto cuando llego al lado de su novio.
- ¿No recuerdas que noche es hoy? el aniversario de la caida.
- ¡Ah! cierto... casi lo habia olvidado.
- ¿Como podrias olvidar algo asi? es una de las pocas festividades que tenemos.

Justo en ese momento algo la abrazo por detras. Se solto rapidamente y al girarse pudo ver a una de sus amigas y a un grupo de vampiros detras de ella.

- ¡Vamos! los fuegos estan a punto de empezar. ¡Me encanta tu peinado! -le dijo refiriendose al bonito recogido de Râsky, que estaba adornado por un collar de cuentas negras.

Todos emprendieron el vuelo para acercarse a la colina en la que los fuegos artificiales daban inicio a Ölyne, la fiesta que celebraban los vampiros en conmemoracion al cambio. Si, penso Râsky mientras se aproximaban, la vida era muy, muy diferente a como lo era antes. Pero tenia toda la eternidad para pensar en ello.



Dedicado a Vero, ¡feliz cumpleaños neni!

02 julio 2009

Way away

Las antiguas piedras se alzaban majestuosas en el prado y se contorneaban contra el cielo azul. El secreto milenario de su procedencia les otorgaba una belleza fuera de lo comun y los excursionistas estaban encantados de poder visitar aquel emblematico lugar.


- ¡Avebury! ¿no es precioso?
- Si... me trae muchisimos recuerdos -dijo Sârägar, con sus ojos verdes muy abiertos- ¡anda que no nos reimos!
- Ah, si, ese mitico examen... -comento su compañera riendose- desde luego desde esta perspectiva no tiene el aspecto de un pueblo romano.
- ¡Ya me dirias tu si la tenia en la fotocopia en blanco y negro desde arriba! -rio Sârägar -vamos a verlo mas de cerca.

Pasearon por entre las enormes piedras mientras la gente a su alrededor sacaba fotos, comentaban su historia y admiraban el paisaje.

- ¡Sacame una foto con esta piedra! -pidio Sârägar a su amiga.
- Venga, a ver... ¡sonrie!
- Oye, espera... ¿no se esta oscureciendo el sol? -pregunto extrañada Sârägar.

Una esfera negra comenzo a cubrir lentamente el sol. La gente gritaba extrañada, pues nadie habia avisado de un eclipse total. En pocos minutos la luz disminuyo y la gente hablaba entre si del fenomeno.

- Un eclipse del que nadie tiene conocimiento... ¡realmente me siento como alguien medieval! -comento su amiga- ¡es emocionante!
- Tampoco tiene nada de raro... ¿¿que es eso??

Sârägar señalaba boquiabierta a una especie de niebla que empezaba a formarse alrededor de las piedras. No tendria nada de particular sino se hubiera tratado de una niebla de color purpura, en la que parecia formarse por momentos la silueta de un joven.
Al poco rato la silueta era innegable y empezaba a tomar forma corporea. Ante la atonita mirada de Sârägar, un chico alto, delgado y de brillantes ojos azules se habia materializado delante de ella.

- ¡Frodo! -grito asombrada.
- ¿Frodo? ¿que dices? no se parece tanto... -dijo su amiga.
- ¡Sam!
- A Sam aun menos.
- ¡No! ¡que es Sam! ¡Frodo! ¿pero como..?
- ¿Te has vuelto loca o que?
- Luego te lo explico... -contesto Sârägar soñadora.

Frodo le extendio una mano a la vez que sonreia de una forma irresistible. Sârägar tomo su mano a pesar de los gritos de su amiga y se desvanecio con el en la niebla, aunque no era consciente de lo que ocurria.


Viajo por un cielo en tonos rojizos y anaranjados y despues por otro azul y morado. Vio unas cuantas nebulosas en un universo negro, una lluvia de meteoritos a la distancia suficiente como para que parecieran estrellas y planetas dominados por lava y hielo. De pronto el viaje ceso y, aun cogida de la mano de Frodo, se vio suspendida en un espacio oscuro con luces brillantes.

- ¿Donde estamos? -pregunto con cautela, mientras le miraba fijamente a los ojos. Frodo no contesto, pero de alguna forma parecia que le leyera la mente. Los bordes de la imaginacion... no lo entiendo. ¿Es un sueño? ¿tiene el eclipse algo que ver? - Frodo siguio sonriendo pero no contesto. Habia secretos que no podia desvelar- Estoy segura de que tiene algo que ver con las piedras y alguna alineacion planetaria o algo por el estilo. ¿Si quiero regresar? -Esta vez fue Sârägar la que no respondio.
Abrio los ojos: Se encontraba frente a unas ruinas aztecas en plena selva. Cerro los ojos. Los abrio de nuevo: El Milan. Cerro los ojos y los abrio por tercera vez: Niebla purpura.

- Gracias -dijo dulcemente, y solto la mano de Frodo mientras este ponia cara de tristeza.

El eclipse casi se habia disipado y la luz volvia a reinar en el prado. La gente seguia comentando lo que habia ocurrido, incluida esa extrañisima niebla purpura de la que apenas quedaban retazos flotando en las cercanias.

- ¿Que has visto? -pregunto su amiga.
- ¿Que he visto?
- Te has quedado con los ojos en blanco, parecia que estuvieras en trance. No entiendo estos trucos de magia para los turistas... ¿o eras el gancho?
- Trucos de magia... -sonrio. No habia sido un truco. Pero eso no tenia porque saberlo nadie.
- Y dime, ¿que tal "la experiencia"? ¿Mantuvisteis el eclipse en secreto aposta?
- Mira, te lo contare todo, pero me tienes que prometer que sera nuestro secreto... -vio un ojo azul en el ultimo jiron de niebla y dejo volar su imaginacion...




Dedicado a Saragar, ¡feliz cumpleaños maja!