23 octubre 2009

Prologue

Desde el inicio de esta aventura literaria he dedicado el primer dia de cada mes a un grupo musical (exceptuando mayo y en verano) como marcaba la tradicion del ancestro literario de este lugar. Esta vez he decidido hacer algo diferente y me gustaria explicarlo:

De noviembre a junio (exceptuando mayo nuevamente) voy a dedicar el inicio de cada mes a una persona que moldeare a base de kennings (*) para mostrarla como si fuera un paisaje perteneciente a un reino. La susodicha persona sera el soberano/a del reino y a cada reino le esta asignada una estacion, un punto cardinal y una cancion instrumental que considere que refleja su personalidad. Los reinos serian:

- Noviembre
* Punto cardinal: este.
* Estacion: primavera.

- Diciembre:

* Punto cardinal: oeste.
* Estacion: verano.

- Enero:

* Punto cardinal: noroeste y sureste.
* Estacion: otoño y primavera.

- Febrero:

* Punto cardinal: suroeste.
* Estacion: invierno.

- Marzo:

* Punto cardinal: norte.
* Estacion: otoño.

- Abril:

* Punto cardinal: sur.
* Estacion: invierno.

- Junio:

* Punto cardinal: noreste.
* Estacion: verano.

El hecho de que el soberano de enero tenga a su cargo dos puntos cardinales y dos estaciones es una cuestion de equilibrio. La eleccion de monarcas es sencilla, son personas que me inspiran literariamente.

¿Como adivinar a quien pertenece cada mes? el paisaje en conjunto revelara su personalidad y algunas palabras seran clave para resolver el enigma, asi como la frase representativa del reino. La musica no servira para saber de quien hablo, seria demasiado complicado (¡me veria gratamente sorprendida si lograrais adivinar quien es quien por la melodia!) pero al ser instrumental es recomendable que la escucheis, pues esta unida al tipo de paisaje. Entiendo que probablemente a ninguno de los que lo vaya a leer le guste el estilo, pero no me lo digais... xdd.

Pues nada mas, se abre la puerta de siete reinos aledaños, siete soberanos que gobiernan en... mi imaginacion.



(*) Kenning: metaforas, en ingles antiguo.

15 octubre 2009

Guardian of my dreams

Hay epocas en las que uno es incapaz de recordar sus sueños. El por que no lo tengo demasiado claro, pero lo cierto es que se echa de menos esa imaginacion desbordada y esas situaciones absurdas y divertidas que se crean. Hoy precisamente me di cuenta de que estaba soñando y me dije: "trata de recordar lo que ocurra para poder escribirlo despues". ¡No ha funcionado! Recuerdo una explanada, esa frase, un gran castillo que era el Milan, una especie de hamaca enorme llena de peluches encima de los cuales se podia dormir (¿?) y algo de ir al banco a pagar no se que haciendo que llegara tarde a un banquete. Soy consciente de que por el medio habia mas escenas pero las he olvidado y lo mas extraño es que el lugar me sonaba mucho. Es logico que si sueñas con lugares reales el sueño pueda repetirse en ese lugar una y otra vez pero... ¿y cuando sueñas con lugares imaginarios? ¿como se puede volver a esos lugares oniricos y pasear varias veces por ellos sin que aparentemente cambien?

Una antigua muestra de imaginacion onirica:

Estoy en casa. Me despierto y no hay nadie, pero me encuentro una nota a la entrada de mis padres que dice que no van a estar en casa hasta por la noche. Voy a clase y cuando llego por la tarde, después de hacer los deberes, me encuentro de repente en el salón con Legolas (jajaja). Me quedo toda flipada y me saluda. Le respondo y me dice que no me asuste, que viene de Venus porque necesita mi ayuda y que ha tomado esa forma (la de Legolas) para no asustarme. Le pregunto que qué quiere y me dice: "un mapa de Venus para atacar Marte" (bien pensado la frase no tiene sentido, pero le entendí) y le digo que no tengo de eso. Él me dice que si tengo, que lo busque, y me pongo a buscar en un cajón de casa lleno de mapas. Como evidentemente no encuentro ninguno de Venus, le doy uno de Asturias. Él se queda todo feliz y me dice que es justo el que necesita, pero aún así le digo: "es un mapa de Asturias". Me contesta que era el que buscaba y se pone a estudiarlo. Me quedo mirándolo y le digo: "¿te puedo llamar Lego?" Me mira raro, pero me responde que sí. Luego no se que más me comenta y se va.

Alassie oloori (felices sueños)



Dedicado a Thais, una soñadora.

09 octubre 2009

Atlantis

Orgullosa de su obra, continuo su camino. La mañana transcurria tranquila y los rayos de sol se filtraban entre las ramas de los arboles que daban sombra al sendero creando un bonito efecto visual, pues daban un toque de alegria a las rojizas hojas que crujian al pisarlas.

De pronto todo alrededor se desvanecio y Märga aparecio delante de un elegante edificio de piedra. Las hojas que estaba pisando pasaron a ser baldosas y aire marino la rodeaba.

- ¡Eh, tu! ¡companion! -un soldado vestido de rojo con un simbolo solar en el torso se dirigio hacia donde estaba la meiga- ¿quien eres? ¡identificate!
- ¡A ver! soy Märga la meiga y no se que hago aqui...
- No me lo creo. Acompañame.
- Si hombre, que te lo crees tu.


Con un sencillo movimiento de manos Märga desaparecio y volvio a aparecerse unos metros mas alla, donde el soldado no podia verla. Confuso, regreso junto a su compañero y dio la voz de alarma.

- Vale, esto requiere un hechizo potente -dijo la meiga para si misma realizando un conjuro que lograba que los demas vieran en ella a alguien digno de confianza. ¡Cuantas veces le habia sido util!


A lo lejos diviso una playa y cerca de donde se encontraba un pueblo, por lo que opto por acercarse y buscar algo que le indicara donde estaba y por que. Por las calles no encontro un alma y al picar a las puertas nadie respondia, asi que se colo en un jardin cuya valla estaba abierta.

- ¡Hola! -saludo alguien con aspecto de sacerdotisa.
- Hola -contesto Märga echando un vistazo alrededor y percatandose de la presencia de una ventana en una de las murallas. Con otro de sus movimientos de manos hechizo a la sacerdotisa momentaneamente y aprovecho para subir por la venta con una oportuna escalera que encontro cerca.


Una vez dentro se dio cuenta de que estaba en una biblioteca. Pergaminos se extendian por todos lados y la luz del sol iluminaba la estancia a traves de una vidriera dandole un aire muy acogedor.
Escucho unos pasos que se alejaban y decidio asomarse a la puerta. Otro de los soldado avanzaba por un largo pasillo y al final de este se dio la vuelta lentamente, con lo que Märga tuvo tiempo de esconderse. Se hizo invisible y paso al lado del soldado sin que este se diese cuenta tratando de encontrar algun lugar donde pudieran decirle por que estaba alli.

- Debes ir a la Sala de los Companions -oyo que decia una voz tras otra de las puertas- sube por esas escaleras y la encontraras.
- Desde luego que hoy me las paso haciendo hechizos -penso Märga, que esta vez atraveso la puerta mediante un sencillo conjuro. Enfrente diviso unas escaleras y supuso que debian ser las que llevaban hasta la Sala de los Companions. Su instinto le decia que alli podrian ayudarla.


Tras subir las escaleras y seguir un largo pasillo al aire libre llego a una ornamentada puerta de madera. La atraveso y una vez dentro dejo de ser invisible.

- ¿Quien eres? -pregunto una joven de pelo corto que se encontraba en la estancia.
- Soy una meiga y de alguna forma he llegado a este sitio... -trato de darle la mano pero la atraveso, asi que elimino el conjuro y se disculpo.
- Has atravesado la barrera entre los mundos. Tranquila, pasa de vez en cuando. Ven conmigo.


La joven la acompaño hasta una extraña sala en las dependencias del palacio donde habia un instrumento que simbolizaba los planetas y sus movimientos. Hizo que se situara al lado y movio unas palancas.

Todo se desvanecio de nuevo y antes de que Märga comprendiera que estaba pasando reaparecio cerca de donde habia dejado al Clan Siniestro.

- Que extraño ha sido todo esto... -penso antes de empezar a caminar de nuevo.




Dedicado a Marga, ¡feliz cumpleaños maja!

02 octubre 2009

My immortal

La luna aun brillaba en el cielo carmesi del amanecer iluminando los jovenes rostros de las siete sacerdotisas que se encontraban en el claro de aquel bosque reunidas en torno a Äpser.

Mîsaleü empezo a recordar. Desde el dia que hizo sus votos la vida habia sido muy distinta a como lo era en la corte. Vivia en una cueva protegida por una neblina que impedia ver algo que no fuera una solida roca para los ojos de aquellos que no sabian apreciar la magia y tenia un amplio conocimiento de los movimientos planetarios y las distintas artes adivinatorias. Conocia todos los caminos secretos del bosque, las propiedades de la mayoria de las plantas, la correcta elaboracion de pociones y ungüentos, y se habia iniciado en algunos de los rituales sagrados.

Lo que mas le gustaba era pasear en soledad por el bosque que rodeaba el castillo y atisbar de cuando en cuando lo que ocurria. En una de las ocasiones habia conocido a Böhn el Bohemio, sobrino de Äpser y experto arquero. Gracias a el habia aprendido mas sobre el arte de la belomancia y habia descubierto un interesante porvenir. Algo muy especial iba a ocurrir cuando sirio amaneciera a la vez que el sol, pero aun quedaban meses para ese evento. Y seria un gran momento para averiguar si realmente podia leer el futuro...


Pestañeo y desperto de su ensoñacion. Äpser y las demas sacerdotisas la miraban fijamente esperando que dijera algo.

- Eithin -dijo disculpandose en el dialecto.
- Äynin dê süala nidfe -contesto su mentor con voz suave.
- Unîm däy.

¿Donde estarian esos brezos? aun estaba demasiado oscuro para buscarlos. Silenciosamente, al estilo de las sacerdotisas, busco una rama en el suelo que pudiera usar de antorcha. Crash, crash, crash. Demasiadas hojas secas. Äpser le lanzo una mirada reprobatoria por hacer tanto ruido y ella sonrio inocentemente mientras encendia la antorcha. Se dirigio hacia un lado del sendero y recogio los brezos, aparte de algunas dedaleras y usneas. Despues volvio junto a los otros.

- Pôk ynnuren duy ösinag, Mîsa.

"Lo se", penso Mîsaleü cuando le entrego las plantas. Volvio a sentarse con las otras sacerdotisas y contemplaron el ritual que Äpser inicio cuando los primeros rayos del sol iluminaron el claro, con la luna aun presente en el firmamento. Su palidez reflejaba el sol y los rayos de este a su vez adoptaban una curiosa tonalidad plateada. El nombre de "Rayo de luna" encajaba perfectamente con el rito.
Al poco una densa neblina cubrio el lugar impidiendoles ver mas alla de sus manos, entrelazadas sobre sus regazos y Äpser comenzo a explicarles como crearla. Era parecida a la que protegia la cueva de Mîsaleü, solo que esta no creaba efectos opticos.

- Onûda liste ennat sow. Ûnyde fÿr dir kögn derei, göfel unis ÿbne sây. Ahora intentadlo vosotras.

Las sacerdotisas recrearon la magia de la neblina hasta que el sol estuvo demasiado alto y la luna desaparecio. Como siempre Mîsaleü les llevaba ventaja y dominaba con facilidad el hechizo, por lo que Äpser la felicito. Desde luego le encantaba ser sacerdotisa.

- Tras practicar la dafnomancia esta tarde quiero que vengas a visitarme Mîsa. Tengo algo que decirte.
- ¿Que es?
- Tendras que esperar a la tarde. Espero que accedas a ayudarnos a Böhm
y a mi en una mision que debemos hacer.
- De acuerdo, nos vemos despues -dijo Mîsaleü emocionada. ¿En que consistiria la mision?




Dedicado a Miasol, ¡feliz cumpleaños guapa!