22 junio 2020

Intermezzo Liberte (Ravenous)


Y abres los ojos tras una profunda ceguera en la que el mundo dejó de dar vueltas... El universo ante ti tras el amanecer de la vida que creías perdida, despliegas las alas y por fin puedes volar lejos, muy lejos, siempre lejos...

La libertad de poder surcar los cielos sin cadenas era una sensación que su espíritu ya había olvidado en aquel destierro eterno por el que había pasado mil vidas. Toda una existencia en el exilio de su torre de marfil la había convertido en una criatura indomable de corazón salvaje que ansiaba la locura para poder recuperar su equilibrio.

Y ahora volaba hacia el mar, al bosque en el océano donde el abismo tenía los enigmas que su naturaleza indomable ansiaba para restaurar su psique.

Su demencia nublaba sus sentidos pero seguía volando hacia el infinito sin mirar atrás. La sensación era tan mágica que ni el sonido opaco en sus oídos podía distraerla. Solo quería sentir el aire y el sol que le habían sido arrebatados no hacía tanto tiempo. Solo quería sentir el libre albedrío para poder regir su destino a voluntad.

Y volaba, volaba hacia lo desconocido en un mundo distorsionado en el que sus sentidos no le pertenecían y sin embargo parecían más agudos que nunca. Sentía la niebla en su piel y cegando sus ojos porque lo único que hacía en aquel instante era perderse en un océano de sensaciones más allá.

Esa libertad nunca la había sentido salvo en lo más profundo de su mente, en su imaginación más salvaje y en los sueños que nunca podría confesar.

Y los océanos se mezclaban en el abismo del piélago primigenio, en la fantasía que solo pertenece a los iluminados por la inspiración divina de la locura. Y sus oídos dejaban de oír la ponzoña que corría por sus venas y sus ojos dejaban de ver las sensaciones que evocaba su psique desde la vesania.

Un instante su mente se despejó en medio de la inmensidad y vio la promesa de libertad en el horizonte si dejaba atrás todo lo que una vez había impedido que cumpliera sus sueños.

Y voló en plena consciencia de su locura dejando todas las ataduras del pasado en su inconsciente para poder disfrutar de la suerte que la diosa fortuna le había concedido. No conocía una sensación mejor que dejarse llevar por el bosque oceánico bajo las estrellas ocultas tras un radiante día de sol que ya nunca tendría fin.

Todas las melodías del universo no serían suficientes para expresar su alegría en aquel instante que le pertenecía desde siempre y al que nunca más renunciaría por ningún miedo. Sus ojos perdían de vista el mundo para adentrarse en la pura imaginación repleta de posibilidades que se abría como un abanico ante ella. Sus oídos perdían la noción de la realidad para fundirse en la voz de las constelaciones, lejos de donde su mente se encontraba en épocas pasadas. Y sus sentidos se nublaban y perdían la cordura lentamente llevándola a un mundo alternativo de recuerdos difusos que no parecía pertenecerle y que siempre había sido suyo. 

...

Abrí los ojos en mis recuerdos de aquella época de lucidez y miré hacia atrás con una sonrisa retorcida sin arrepentirme de nada... Nunca más...



Dedicado a mis fuentes de inspiración.

06 junio 2020

Ode to Psyche


Y entonces alzó los ojos hacia las nubes en medio de aquel sueño tratando de atisbar lo que había más allá de ellas, donde los nimbos dejaban entrever el cielo índigo del amanecer del nuevo mundo que solo vivía en la imaginación. Las palabras volaban libres creando mundos de ensueño y utopías increíbles. Los pájaros se unían a ellas y las llevaban lejos hacia los artistas. Las montañas se dibujaban en un lienzo de infinitos colores y fantasía donde no existían límites. El paisaje se creaba solo de la nada revelando la intensidad de la creatividad de su autor. La música le daba tintes de alegría y vida al horizonte donde las palabras se fundían con los vastos océanos. Los bosques desvelaban una naturaleza que germinaba con virtuosa celeridad en una primavera sin fin. Las criaturas despertaban en la imaginación para poblar aquel maravilloso mundo donde habían nacido por la magia inmemorial que otorgan los sueños y que dan vida eterna a la invención. Las puras aguas de los ríos cubrían el paisaje con su energía ancestral y la vegetación florecía dando la bienvenida a la época dorada de aquel cosmos. No supieron en qué momento la niebla cayó en aquel mundo envolviendo con su velo las montañas antaño magníficas que ocultaban en sus profundidades los secretos de la creación de aquel lugar. Pero la luz brillaba a través de las brumas que anhelaban ocultar aquel mundo y relegarlo al olvido logrando que reluciese como nunca jamás y que brotase de nuevo en un ciclo eterno de renovada creatividad. Las palabras surgían de los confines de la inspiración para crear de nuevo aquella hermosa utopía que cambiaba con cada luna y que siempre permanecía incólume a pesar de la niebla que ya nunca desaparecía. Y pasaban siglos, y eónes, y las épocas distorsionaban los dibujos y la música de aquel lugar sagrado. Y las melodías no encajaban y los lienzos se perdían en recuerdos de la época dorada que quizá nunca volvería. Y el silencio no existía porque la música aún revelaba los misterios de aquel mundo mientras la niebla lo alejaba de su artista hacia lo desconocido y lo ignoto. Y acariciaba la bruma mientras se llevaba su querido universo al lugar donde pertenecía cuando las montañas, los océanos y los bosques aún no habían nacido en su imaginación. Ya no quedaba nada salvo el silencio apoderándose de sus pensamientos y silenciando la música de la creación... 


Dedicado a la inspiración perdida.

01 junio 2020

Aetheric Psyche VII

https://www.youtube.com/watch?v=sKZQEH6SFho

Abrí los ojos en un mundo etéreo indescriptiblemente hermoso donde la armonía primigenia nacía como un paraíso inmortal y donde la inspiración dormía su sueño eterno. Las estaciones se sucedían en los diferentes rincones del reino al mismo tiempo. La primavera en los árboles se cubría de nieve y los frutos del verano convivían en equilibrio con la hojarasca seca del otoño. Pétalos de flores, hojas marchitas y copos de nieve danzaban en el aire en perfecta eufonía con los sonidos de la naturaleza. Y entonces una voz bellísima comenzó a cantar una melodía antigua que narraba el origen de aquel maravilloso mundo y por qué me había sido otorgado. Y por fin la vi, a mi anhelada musa, con el universo entre sus manos rodeada del agua de la fuente de la inspiración y una tiara de reina imperecedera cuando nuestras miradas se cruzaron... Vi en sus ojos el destino que nos unía a ambas en la inmortalidad del numen porque era su elegida para abrir los portales de su magnífico mundo aunque a veces cayera en el manto de la oscuridad y el silencio olvidando donde se encontraba mi corazón en la inmensidad... Y era cuando la luz surgía de sus pupilas de agua y me tendía la mano para volver a los senderos de los portales antiguos y custodiar su propia creación...


Fin.