01 enero 2012

Ivory tower IV



Cuaderno de bitacora: año MCCCLXXXVII.

Era una campiña pintoresca de la Edad Media rodeada en la lejania por bosques virgenes y naturaleza salvaje. La tarde era nublada y los jirones de niebla comenzaban a aparecer en derredor, haciendo que la vision que tenia ante mi fuera aun mas irreal. Se trataba de un magnifico castillo de estilo victoriano imposible para la epoca. Y sin embargo, la grandeza de su arquitectura, sus torres renacentistas y diversos motivos goticos revelaban que era la mansion mas emblematica de la zona y la que portaba mas matices utopicos para el momento historico. No podria encontrarme en ningun otro lugar.

Camine hasta la puerta principal y la traspase. El vestibulo era de piedra hermosamente labrada y habia una alfombra carmesi con adornos que conducia hacia las demas salas. La segui y tras cruzar un arco me encontre ante una escalera y varias salas a ambos lados. Entre en una al azar y descubri un salon decorado al estilo del siglo XVII, repleto de lienzos, una mesa y varias sillas, asi como una enorme y hermosa chimenea. Di la vuelta, entre en otra sala y vi un salon parecido, pero con una decoracion mas antigua. Siguiendo mis instintos decidi subir la escalera y dejarme llevar. Atravese varios salones, cada uno con personalidad propia, y finalmente encontre lo que parecia ser la biblioteca, una sala inmensa repleta de libros y varios comodos sofas. Algunos de los volumenes parecian antiquisimos, e incluso habia manuscritos pertenecientes a paises lejanos en lenguas que desconocia. Y de repente, la vi. Estaba instalada en uno de los sofas y cerca de ella se encontraba un espejo estrategicamente ubicado de forma que podia verla a la perfeccion, mientras que ella no podia verme a mi. Sabia que habia notado mi presencia porque alzo levemente el rostro y sonrio, aunque sus ojos permanecieron clavados en el libro que tenia en el regazo. Ambas sabiamos que no podiamos hablar con la otra. Me hubiera gustado contarle tantos secretos...

Prosegui caminando por el inmenso castillo contemplando cada una de sus salas, sus escaleras, todo lo que encontraba. Era un lugar increiblemente hermoso, sus lienzos reflejaban la historia de epocas pasadas y paisajes de tierras lejanas... me perdi entre toda esa belleza y mientras paseaba note que alguien me observaba. Sabia que era ella mirandome desde las galerias, era natural que sintiera curiosidad. Le sonrei sin alzar la mirada y segui caminando. Probablemente se habia percatado de que teniamos los mismos ojos, la misma silueta, el mismo genio artistico y el amor por la literatura y la musica, ya que cuando llegue al corazon del castillo contemple embelesada la preciosa arpa que alli guardaba y ojee los manuscritos en pergamino que habia escrito con mi misma letra. Tras sonreirle de nuevo me encamine hacia la puerta principal y abandone el lugar. Despues emprendi el camino hacia otra epoca pasada...



Continuara...

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