¿A que genio se le ocurrio que podia ser divertido convivir con los personajes de sus sueños en la vida real? ¡Ah, si! ¡a mi! aparte no paro de pensar por que todas mis frases comienzan con la letra a...
- ¡Ëve, ven aqui!
Tenian que largarse ya. Si, era divertido tenerles en sueños, pero este no era su mundo. Cada noche la mala conciencia la visitaba en forma de pesadillas -si se puede considerar pesadilla el hecho de que una trucha gigante te eche la bronca o que aparezcas cada poco frente a unos jueces que dictan que tu sentencia sera casarte con el taxista- y ya no lo soportaba mas. Dormir no servia de nada, aquellos personajes estaban empeñados en quedarse en la realidad y se negaban a regresar a su mundo onirico.
- Chicos... ¡teneis que volver! -suplico mientras se acercaba con un gran bol de palomitas.
- Pero si no nos hemos ido... -respondio Cara Plana confundido.
- ¡A mis sueños! teneros aqui no es tan emocionante como pense... ¡en cambio en sueños podemos ser libres! ¡inventar nuestro mundo!
- Ya, bueno, tiene sus ventajas -comento distraida la rubia zorra.
- ¿Entonces? ¿volvereis? -se animo Ëve.
- ¡¡Esa es mi ficha!!
Nada, solo querian jugar a juegos de mesa y complicarle la existencia. El Palomitero se percato de su gesto y miro a Cara Plana, que a su vez miro a la Gorda Lesbiana.
- ¿Jugamos a polis y cacos? -pregunto Pini al ver el intercambio de miradas.
- La verdad, creo que Ëve tiene razon. Nuestra permanencia en su mundo solo le trae dificultades. Si promete visitarnos estoy seguro de que podemos creer en su palabra -razono el Palomitero.
- ¡Gracias! por supuesto que podeis confiar en mi, esta misma noche la pasare a vuestro lado en sueños.
- Pues esta decidido, ¡regresamos! -concluyo la Gorda Lesbiana.
Aquella noche, Ëve se acosto contenta ya que por fin podria disfrutar de algo de tranquilidad y diversion. Concilio el sueño con facilidad y al poco rato se encontro en un parque tenebroso con columpios siniestros. Parecia estar rodeado por un bosque, aunque a su vez se podia ver a traves de el y contemplar un abismo. Bueno, no era el lugar mas alegre para reencontrarse, pero algo era algo.
- ¿Por que nos has traido aqui? -pregunto Pini, que parecia asustado.
- ¡¡Ah!! ¡que susto! ¿estais todos? -contesto Ëve.
- Falta el taxista, esta atrapado en una enredadera.
- Pero...
Un grito desgarrador corto el profundo silencio que les rodeaba. Una bandada de murcielagos levanto el vuelo, Ëve se dio la vuelta y escudriño entre las sombras. Frente a ella se encontraba el taxista, al que veia en primer plano aunque se encontraba muy lejos, y ciertamente luchaba contra una planta de enormes dimensiones que trataba de retenerlo. Vio que la rubia zorra le enseñaba una pierna y esta retrocedio amedrentada hasta perderse en el bosque.
- En serio, que cosas mas raras sueñas... -comento la chica que parecia un chico.
- No se, ultimamente...
- ¡Mirad!
Pini señalo un precioso caballo alazan que se aproximaba hacia ellos. Tenia plumas en su crin y parecia bastante manso.
- Diles que dejen de mentirte -dijo el corcel.
El silencio se formo a su alrededor. Ëve miro a sus amigos, que de repente parecian haberse quedado de piedra. ¿Que estaba suceciendo?
- ¿Que quieres decir? -pregunto Ëve al hermoso caballo.
- Diles que te cuenten quien sueña realmente.
- ¿Quien... sueña?
- ¡Mirad!
Pini señalo un precioso caballo alazan que se aproximaba hacia ellos. Tenia plumas en su crin y parecia bastante manso.
- Diles que dejen de mentirte -dijo el corcel.
El silencio se formo a su alrededor. Ëve miro a sus amigos, que de repente parecian haberse quedado de piedra. ¿Que estaba suceciendo?
- ¿Que quieres decir? -pregunto Ëve al hermoso caballo.
- Diles que te cuenten quien sueña realmente.
- ¿Quien... sueña?
Dedicado a Eva, ¡feliz cumpleaños chuli!