Book III: On desire.
El caos que me rodeaba era inmeso en aquel mundo surrealista, el Reino de los Sentidos. La ambrosia de su ser me habia llevado hasta los limites de la realidad, al borde de la frontera de mi mundo magico, donde los escritos se perdian y las imagenes se desvanecian en su antigua nitidez. La sincronia perfecta me habia hecho olvidar, pero mi esencia permanecia en aquel lugar oculta por el velo del deseo, por el equilibrio que habia alcanzado mi imaginacion, que se perdia en las profundidades de mi ser y se negaba a ser descrita, era un secreto inalcanzable.
Todo lo que me rodeaba carecia de sentido. Un rio de sangre fluia entre la arena de aquel mar iluminado por miles de ideas pertenecientes a pensamientos abstractos, a sensaciones. Un telescopio señalaba a las estrellas, que oscurecian el firmamento con su brillo. La pasion que daba vida a aquel paraje ensombrecia todo cuanto habia sentido hasta aquel instante en que mi ser alcanzo la armonia, desequilibrandose. El deseo se habia apoderado de mi juicio y era dueño de cada uno de mis movimientos, me habia robado la razon convirtiendome en un ser instintivo, salvaje, libre dentro de una prision. Mis sentidos eran mi guia, mis deseos mi brujula, la imaginacion ya no era el limite. Las sensaciones me dominaban y solo podia dejarme llevar por mi naturaleza, descubriendo el camino que se habia trazado en mi voluntad y en mi corazon, el camino hacia la armonia perfecta.
Todo lo que me rodeaba carecia de sentido. Un rio de sangre fluia entre la arena de aquel mar iluminado por miles de ideas pertenecientes a pensamientos abstractos, a sensaciones. Un telescopio señalaba a las estrellas, que oscurecian el firmamento con su brillo. La pasion que daba vida a aquel paraje ensombrecia todo cuanto habia sentido hasta aquel instante en que mi ser alcanzo la armonia, desequilibrandose. El deseo se habia apoderado de mi juicio y era dueño de cada uno de mis movimientos, me habia robado la razon convirtiendome en un ser instintivo, salvaje, libre dentro de una prision. Mis sentidos eran mi guia, mis deseos mi brujula, la imaginacion ya no era el limite. Las sensaciones me dominaban y solo podia dejarme llevar por mi naturaleza, descubriendo el camino que se habia trazado en mi voluntad y en mi corazon, el camino hacia la armonia perfecta.
Continuara...
No hay comentarios:
Publicar un comentario