Oí unos sonidos extraños en aquel lugar a oscuras, que poco a poco se fue iluminando... Era una estancia con una tonalidad sepia, como si me hubiera transportado a un viejo recuerdo del que ya no tenía conciencia... Todo en ella estaba desordenado y roto, como si su dueño hubiera abandonado el lugar hacía mucho tiempo... Miré a mi alrededor en busca de algo que tuviera sentido dentro de aquel caos, pero no encontré nada que me dijera lo que quería descubrir, ningún elemento que me recordara aquel pasado que ya no era parte de mi... Mis ojos se posaron en un antiguo relicario que contenía algunos recuerdos de una época antaño olvidada, que mostraban todo el dolor oculto que yacía tras aquella perenne sonrisa que denotaba una fuerza que realmente no sentía, una alegría que nunca fue auténtica, un dolor velado tras una regia fortaleza que comenzó a ser parte de su personalidad, el orgulloso escudo que empuñó durante años para defender su personalidad...
Los recuerdos pertenecían a una persona que había muerto en mi interior hacía siglos, y sin embargo aún arrastraba su cadáver...
No supe en que momento me eché a llorar, pero las lágrimas resbalaron por mis mejillas mientras trataba de recordar a aquella persona que yacía en lo más profundo de mi mente, que paseaba por las noche por mis pensamientos para recordarme que hubo una época en la que los sueños no eran tan fáciles de alcanzar. Toda aquella crueldad nunca estuvo justificada, y ambas lo sabíamos en este momento, en el que el brillo de un nuevo amanecer nos iluminaba y hacía que sonriéramos de verdad apreciando nuestra suerte...
El portal brilló a mi lado en medio de la estancia y echando un último vistazo a mi alrededor lo atravesé sin mirar hacia atrás mientras el olvido lograba que los malos recuerdos se borrasen...
Los recuerdos pertenecían a una persona que había muerto en mi interior hacía siglos, y sin embargo aún arrastraba su cadáver...
No supe en que momento me eché a llorar, pero las lágrimas resbalaron por mis mejillas mientras trataba de recordar a aquella persona que yacía en lo más profundo de mi mente, que paseaba por las noche por mis pensamientos para recordarme que hubo una época en la que los sueños no eran tan fáciles de alcanzar. Toda aquella crueldad nunca estuvo justificada, y ambas lo sabíamos en este momento, en el que el brillo de un nuevo amanecer nos iluminaba y hacía que sonriéramos de verdad apreciando nuestra suerte...
El portal brilló a mi lado en medio de la estancia y echando un último vistazo a mi alrededor lo atravesé sin mirar hacia atrás mientras el olvido lograba que los malos recuerdos se borrasen...
Continuará...
2 comentarios:
Me encanta Lunacy, sigue sacando partes eh? Siempore habrá algún portal más que atravesar =)
La foto es espectacular también
Quedan otros 3 Luna, el final va a ser espectacular! :D
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