19 julio 2009

In the shadows

Sÿl se levanto sigilosamente de la cama. Eran las dos de la madrugada, la hora acordada. A su derecha pudo ver un bulto que se movia y una de sus compañeras de habitacion emergio completamente vestida de negro, al igual que ella, de entre las sabanas. Le guiño un ojo y ambas bajaron tratando de no despertar a la otra, que dormia profundamente.

Una vez en la sala comun comprobaron que todo estaba despejado.

- Bueno, es la hora... ¿pero que llevas en los pies? -le pregunto Wherynn a su amiga.
- Playeros.
- ¡Los playeros hacen ruido en la piedra! no queremos que Filch nos descubra, ¡ponte unas zapatillas! -le dijo señalando sus propios pies.
- Pero es que...
- ¡Pero nada! ¡sube!

Sÿl se fue refunfuñando y al poco regreso con unas zapatillas rosadas que formaban la cara de un cerdito. Wherynn empezo a partirse de risa y Sÿl chisto para que bajara la voz.

- ¿Que es eso, meon? -pregunto Wherynn casi al borde de las lagrimas.
- Antes no me dejaste hablar, mis zapatillas se rompieron, iba a llevarlas a Hogsmeade para arreglarlas... asi que he cogido prestadas estas de Thäis -contesto Sÿl humillada.
- Anda, dejame que te arregle eso... -Wherynn hizo unos movimientos de varita y transformo los cerditos en unos murcielagos y cambio el color a negro.
- ¿Para esto no podias hacerme unas zapatillas normales y corrientes?
- No, me gustan mas asi... jajaja.

Sÿl no dijo nada y saco del bolsillo de su tunica dos botellitas de cristal llenas de pocion y dos bolsitas que contenian un pelo largo y rizado cada una.

- ¿De quienes son? -pregunto Wherynn con desconfianza.
- Confia en mi -Sÿl le tendio una de las botellitas y Wherynn saco el pelo, que introdujo en la pocion. Esta se volvio de color azul cielo, mientras que Sÿl hacia lo propio con la suya, que habia adoptado un bonito tono madera.
- Al menos estaran ricas -suspiro Wherynn, y se tomo la suya de un trago.

Tras unos momentos desagradables alzo la mirada y se quedo sorprendidisima. Ante si se encontraba un atractivo muchacho de pelo castaño rizado que le sonreia con sorna.

- ¿¿¿Pero como se te ocurre???
- Es para distraerte -le dijo Sÿl mirandola seductoramente.
- ¡Estas loca..! ahora entiendo lo que quiere decir "lo que cuenta es el interior"... espera... ¿¿y yo quien soy?? -pregunto Wherynn, que podia verse una tupida mata de pelo oscuro. Se miro frente a un espejo y un par de ojos azules confirmaron sus sospechas, provocando que el rostro que le devolvia la mirada se sonrojara. Tienes un retorcido sentido del humor -le comento a su amiga, que reia a sus anchas- y aparte tu fantastico plan tiene una pega.
- ¡No! he traido pocion suficiente como para una hora adicional, por si las cosas no salen bien.
- Ah, vale. Tu fantastico plan tiene DOS pegas, ¡pero has subsanado una! ¡estoy orgullosa de ti! -le contesto sarcasticamente.
- ¿Cual?
- ¡Estos dos son de Griffindor!
- Ostras...
- Suerte que una de las dos tiene cerebro... ¡ponte esto! -Wherynn busco debajo de uno de los sofas y saco dos capas de Slytherin.
- Pero si Filch nos ve sabra que somos de Griffindor- le dijo Sÿl mientras se ponia su capa.
- Detalles, detalles... ¡nos ponemos las capuchas y pista!
- ¿Y tapar mi magnifica melena?
- ¡¡Sÿl!!


Unos minutos mas tarde salian de la sala comun de Griffindor a hurtadillas, sin siquiera despertar al retrato de la Señora Gorda. Caminaron en silencio por diversos pasillos y se detuvieron frente a un gran lienzo.

- ¡Deja de mirarme con deseo! -dijo Sÿl mientras hacia muecas.
- ¡Subnormala! estaba pensando si seria prudente tomar un atajo por uno de los retratos hasta la entrada.
- ¡No me quieres! -sollozo Sÿl haciendose la ofendida- ni siquiera sabras de que color tengo los ojos -prosiguio girando el rostro.
- Como sigas asi te clavo la varita en un ojo y asi lo compruebo-contesto Wherynn aguantandose la risa- por cierto... ¡dejame ver!

Giro a su amiga y comprobo decepcionada que estaba demasiado oscuro para distinguir nada, salvo la sonrisa socarrona que le dirigia. Volvio a preguntarle por el atajo y esta le contesto que mejor no usaban ninguno, no fuera que la señora Norris o alguno de los fantasmas se les cruzara en el camino.

Tras la charla continuaron caminando hasta la puerta principal y se quedaron paradas enfrente.

- ¿Y ahora?
- ¡Salimos!
- No puede ser, meteriamos mucho ruido...
- Eso esta pensado.

Wherynn agito su varita y no paso nada. Sÿl comenzo a echarle miradas extrañas hasta que de repente vio pasar un par de escobas que se detuvieron frente a ellas.

- ¿Como lo has hecho?
- Por arte de magia -le contesto Wherynn con voz obvia mientras se subia a una.
- ¡Que graciosa! ya me entiendes -dijo Sÿl riendose y subiendo a su escoba.
- Hechizos no verbales, los he estado practicando -le conto orgullosa.
- Muy bien, ¡a los jardines!

Salieron volando por uno de los grandes ventanales y aterrizaron frente al castillo. La luna creciente iluminaba parcialmente los jardines pero unos grandes nubarrones les dificultaban la vista.

- Lumos -susurro Sÿl mientras Wherynn escondia las escobas tras un arbusto. Luego imito a su amiga, encendio su varita y se deslizaron sigilosamente camino a los invernaderos.
- Esto de usar pocion multijugos cuando vamos a sisar ingredientes es una gran idea, salvo que claro, escojas rostros de nuestra casa para que nos bajen puntos.
- Anda, te quejaras de tu acompañante o de ti misma...
- A mi misma no me veo.
- Si quieres luego intercambiamos pocion.
- No, no, que como me vea en el lago tendre un problema -bromeo.


Finalmente llegaron a los invernaderos. Con un simple alohomora lograron entrar y recogieron rapidamente las plantas que les hacian falta.

- ¿No te parece curioso que Filch no inspeccione los terrenos? -pregunto Sÿl.
- Si, supongo que no se le ocurre la sencilla opcion de que la gente conjure una escoba y salga por una ventana.
- Por cierto, vaya birria de escoba...
- ¡Oh, perdone usted! la proxima vez te convoco una Saeta de Fuego, ¡no te digo!
- Jajajaja.

En cuanto acabaron salieron de los invernaderos y los volvieron a cerrar. Wherynn convoco de nuevo las escobas y juntas sobrevolaron cuidadosamente el castillo, evaluando cual era la ventana mas propicia para entrar en la biblioteca.

- Tenias que haber dejado una ventana abierta -le reprocho Sÿl.
- McGoonie Pollo patrullaba hoy cerca de la biblioteca, no me parecio prudente -comento su compañera mientras se colaba en el interior del castillo y devolvia las escobas a su sitio.
- ¿Hay moros en la costa?
- No parece.

Entraron sigilosamente y fueron directamente a la Seccion Prohibida a buscar el libro que les hacia falta. Tras un rato un grito desgarrador rompio el silencio.


- ¿¡Por que gritas!? -susurro Sÿl furiosa y con el libro que necesitaban bajo el brazo -¡Filch ya debe estar de camino!
- ¡Este estupido libro se ha cerrado y me ha pillado los dedos! -Wherynn le mostro su mano izquierda, que sangraba ligeramente.
- Nada que no arregle un poco de dictamo. ¡Oigo algo!

Ambas guardaron silencio. Unos pasos se aproximaban y de pronto se encontraron con los brillantes ojos de la señora Norris, que empezo a maullar.

- Ven aqui, señora Norris. ¿Hay alumnos fuera de sus camas? -la voz de Filch les helo la sangre. Sÿl se asomo tras una de las estanterias y pudo ver a la señora Norris con su amo y a este acercandose hacia donde estaban.
- ¡Lanza un patronus ligero! -susurro a Wherynn, alejandose hacia unos libros atados con cadenas.
- ¿Un "patronus ligero"? -Wherynn capto lo que su amiga pretendia hacer y creo una voluta de brillante luz plateada.
- ¿Quien hay ahi? -pregunto Filch con desconfianza.
- Yo -contesto una voz clara y eterea.
- ¿Dama Gris?
- ¿Que se le ofrece? -siguio Wherynn mientras Sÿl le hacia señas de que parara y agitaba las cadenas de los libros.
- ¿Esta usted sola?
- No -contesto esta vez una voz ronca a la vez que aparecia una segunda luz brillante.
- ¿Baron Sanguinario?
- Yo que tu me ocuparia de las mazmorras.
- De acuerdo señor, crei que habia alumnos fuera de sus camas, disculpe.
- Gracias -contesto Wherynn con voz melodiosa y observando con alivio como Filch se alejaba con su gata en brazos.
- ¿Eres mongola o que? ¿la Dama Gris haciendo ruido de cadenas? -le dijo Sÿl acercandose a Wherynn.
- ¡Y yo que se! ¡no imito bien la voz de hombre! ¿y tu por que le mandas a las mazmorras? ¡ahi es donde tenemos que ir ahora!
- Porque si vamos detras de el estaremos seguras de que no nos sigue -razono Sÿl.
- Mmhmh... ¡muy astuta! ¡te voy a regalar un heavy!

Siguiendo el plan de Sÿl fueron a las mazmorras detras de Filch sin hacer ruido.

- Tus ojos... -dijo Sÿl cogiendo de la mano a Wherynn y obligandola a detenerse.
- Preciosos, ¿eh? ¡no es momento de ponerse romantico! -contesto esta soltandose.
- No, imbecil, ¡se estan volviendo castaños!
- ¡Eso mina mi belleza actual! -exclamo la aludida con voz dramatica antes de tomarse la otra pocion mientras su amiga la miraba alucinada y se tomaba la suya.

Lo demas resulto sencillo: cuando Filch abandono las mazmorras entraron en el aula de Pociones y cogieron los ultimos ingredientes que les faltaban, interrumpiendose solo para reir de la acertada imitacion que hizo Sÿl de Snape. Cuando apenas quedaban 15 minutos para que los efectos de la segunda pocion se acabaran entraron por el retrato de la Señora Gorda, a quien no le hizo ninguna gracia despertarse a aquellas horas. Lo primero que vieron fue la cara enfadada de Thäis, que parecio amilanarse al verlos aparecer. Sÿl empezo a guiñarle un ojo y lanzarle besos mientras Wherynn se reia y la chica no tardo en deducir que ocurria.

- ¿Quien es quien?
- ¡Wherynn! -dijo esta señalandose a si misma. Sÿl solo hizo una mueca graciosa.
- Estais muy guapas hoy.
- ¿A que si? si vieras como se me come Whers con la mirada...
- Oh, callate -dijo esta mirandose al espejo desde diferentes angulos.
- ¿Que habeis estado haciendo? -pregunto Thäis algo dolida.
- Excursion nocturna, una de las fases del plan que urdimos ayer en el Gran Comedor mientras tu... estabas castigada.

- ¿Y ese plan me incluye?
- ¡Pues claro! esto es un trabajo en equipo, ademas recuerda que la ultima vez Sÿl y tu fuisteis a buscar las cosas, ahora me tocaba a mi -dijo Wherynn revolviendo en un cajon en busca del dictamo.
- ¡Cierto! lo habia olvidado. ¿Y en que consiste ese magnifico plan?

Las tres chicas comentaron el plan durante un rato, hasta que los efectos de la pocion desaparecieron. Al final regresaron a su habitacion, dos de ellas rendidas de cansancio y la otra sonriendo para sus adentros mientras pensaba en la nueva genial broma de las osadas Griffindor.



Dedicado a Sylvia, ¡feliz cumpleaños bolli!

3 comentarios:

Thaiss! dijo...

Aaay! q graciosooo! =) jajajaj felicidades Syl!! me habeis pillado en la playa y tengo el tiempo justo para bajarme al cibeer! pero el 27 otro cumple mas! no se me olvida evaa!

Eva dijo...

hola chula!! muy bonita historia, como siempre ^^
la otra la leo un poco mas tarde o mañana, que es que ahora creo que me acostare xq tengo un sueño que me muero xD
un besin Evita!! =)

Syl dijo...

Me encanta!!!!!!!!!!!!!!!! Whers que genialidad! me encanta como escribes, da gusto :)
Muchisimas gracias!!!!, que aunque ya se note, acabo de venir de la playa hace unas pocas horas y ya lo he podido ver. Si te soy sincera, llevo una semana esperando poder leer tu historia, y es genial, me he reeido un monton :)