Los muros derruidos de aquel antaño majestuoso edificio se alzaban imponentes en medio de la niebla. Un sinfin de recuerdos inundaron el pensamiento de Râsky, pues habia conocido el lugar en su epoca de estudiante, que ahora parecia muy lejana.
Hacia siglos que estaba en ruinas, pero la joven ya apenas tenia conciencia del tiempo. Silenciosamente penetro en una estancia que si mal no recordaba era la clase de 4º año. Cuantos recuerdos... clases interminables, risas en los pasillos, comentarios jocosos... ahora solo las paredes que se mantenian en pie eran testigas de todo lo que habia pasado. La raza vampira habia tomado el control cuando el sol se hizo enemigo de la vida y habian impuesto un nuevo orden. No estaba tan mal, realmente. Vida eterna, juventud, no demasiadas obligaciones... bueno, la supervivencia era una pesada carga. Algunos grupos humanos aislados habian permanecido en secreto para acabar con los vampiros, pero muchos habian caido. Lo sabia porque ella habia sido una de ellos. Al principio lucho pero todo se fue haciendo demasiado duro, y al final comprendieron que los vampiros ofrecian otro modo de vida diferente, ni mejor ni peor. El sol hacia mucho tiempo que quemaba la tierra y la vida tal y como se conocia era impensable, asi que la opcion no era tan mala.
Siguio caminando. A veces no lograba entender por que se empeñaba en recorrer los lugares en los que habia estado en su juventud... bueno, aun era joven. Tenia 348 años pero siempre aparentaria unos 25, asi que al menos fisicamente era joven. Su espiritu seguia tan divertido y juvenil como siempre, pero cuando se es tan viejo la melancolia forma parte de la existencia. Por eso aun recorria el Milan de vez en cuando.
Alguien la llamo desde algun lugar lejano. Râsky volo rapidamente hacia el sonido de su voz.
Hacia siglos que estaba en ruinas, pero la joven ya apenas tenia conciencia del tiempo. Silenciosamente penetro en una estancia que si mal no recordaba era la clase de 4º año. Cuantos recuerdos... clases interminables, risas en los pasillos, comentarios jocosos... ahora solo las paredes que se mantenian en pie eran testigas de todo lo que habia pasado. La raza vampira habia tomado el control cuando el sol se hizo enemigo de la vida y habian impuesto un nuevo orden. No estaba tan mal, realmente. Vida eterna, juventud, no demasiadas obligaciones... bueno, la supervivencia era una pesada carga. Algunos grupos humanos aislados habian permanecido en secreto para acabar con los vampiros, pero muchos habian caido. Lo sabia porque ella habia sido una de ellos. Al principio lucho pero todo se fue haciendo demasiado duro, y al final comprendieron que los vampiros ofrecian otro modo de vida diferente, ni mejor ni peor. El sol hacia mucho tiempo que quemaba la tierra y la vida tal y como se conocia era impensable, asi que la opcion no era tan mala.
Siguio caminando. A veces no lograba entender por que se empeñaba en recorrer los lugares en los que habia estado en su juventud... bueno, aun era joven. Tenia 348 años pero siempre aparentaria unos 25, asi que al menos fisicamente era joven. Su espiritu seguia tan divertido y juvenil como siempre, pero cuando se es tan viejo la melancolia forma parte de la existencia. Por eso aun recorria el Milan de vez en cuando.
Un vistazo le dio a entender que la pared de la que colgaba el encerado se habia desmoronado. Vaya, a los vampiros les encantaban las ruinas y ella habia logrado tenerles gran aprecio, pero tampoco estaria tan mal conservar los viejos recuerdos. Suspirando salio de la clase y se dirigio a unas escaleras que estaban enfrente. Un par de escalones le mostraron que el tiempo seguia mermando la roca, asi que decidio emprender el vuelo. Esa era una de las cosas que mas le gustaban de los vampiros, la capacidad de vuelo.
Recorrio volando suave y agilmente el resto del edificio y comprobo que la niebla empezaba a despejar para dar paso a una hermosa luna llena. La noche era calida, como casi todas las noches debido al ardiente sol del dia, asi que disfruto enormemente de la brisa que le producia volar.
- ¡Râsky!
Alguien la llamo desde algun lugar lejano. Râsky volo rapidamente hacia el sonido de su voz.
- ¿Que pasa? -pregunto cuando llego al lado de su novio.
- ¿No recuerdas que noche es hoy? el aniversario de la caida.
- ¡Ah! cierto... casi lo habia olvidado.
- ¿Como podrias olvidar algo asi? es una de las pocas festividades que tenemos.
- ¿No recuerdas que noche es hoy? el aniversario de la caida.
- ¡Ah! cierto... casi lo habia olvidado.
- ¿Como podrias olvidar algo asi? es una de las pocas festividades que tenemos.
Justo en ese momento algo la abrazo por detras. Se solto rapidamente y al girarse pudo ver a una de sus amigas y a un grupo de vampiros detras de ella.
- ¡Vamos! los fuegos estan a punto de empezar. ¡Me encanta tu peinado! -le dijo refiriendose al bonito recogido de Râsky, que estaba adornado por un collar de cuentas negras.
Todos emprendieron el vuelo para acercarse a la colina en la que los fuegos artificiales daban inicio a Ölyne, la fiesta que celebraban los vampiros en conmemoracion al cambio. Si, penso Râsky mientras se aproximaban, la vida era muy, muy diferente a como lo era antes. Pero tenia toda la eternidad para pensar en ello.
Dedicado a Vero, ¡feliz cumpleaños neni!
2 comentarios:
Evaaaaaaaaaaaaa!!!
muchas gracias x la historia! me ha gustado mucho! (mmm vampiros.. xD).
i tb se me cae la cara de verwenza haberseme pasado felicitarte a tí :S
bueno, felicidades ahora i ya nos veremos x el milán :) (aunk espero q este año sea simplemente en calidad de visita^^)
besos
otra bonita historia como siempre Eva!! sigues en forma, espero que nunca la pierdas!! ^^
un besin!! =)
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