08 agosto 2009

Minethlos

Srynna, Jeanpo y Wherynn caminaban por el bosque de Nonum desde hacia tres dias y por fin se acercaban a la linde, lo que significaba llegar al pueblo de Yamedoria. Habian tenido unas cuantas emboscadas y por suerte un gran botin, que venderian en cuanto tuvieran ocasion.

- Me duelen los pies -dijo Srynna.
- A ti siempre te duelen los pies -respondio Jeanpo.
- ¿Creeis que podremos vender los amuletos de subnormalidad? -pregunto Wherynn.
- Gracias, me siento halagado.

Jeanpo era un guerrero versado en la magia, pero al viajar con dos chicas habia decidido centrarse en la lucha fisica. En una de las emboscadas Wherynn habia encontrado un amuleto que estaba bajo una maldicion que minaba la magia de quien se lo ponia, pero incrementaba su potencial de lucha, por lo que habian convenido en que seria bueno que Jeanpo se lo pusiera. Srynna era una ermitaña que habia desarrollado sus poderes magicos defensivos y por su parte Wherynn usaba la magia ofensiva y de sanacion, siendo sacerdotisa.

- Bah hombre, ya me entiendes... ¡creo que he oido algo! -dijo Wherynn parandose de repente. Los otros dos guardaron silencio.
- Susurro de hojas de arboles, ramas que crujen, grillos... esto esta de lo mas tranquilo -comento Jeanpo ironicamente.


De repente alguien se abalanzo sobre Srynna, que solto un chillido. Jeanpo derribo al atacante de un certero golpe y Wherynn le lanzo un hechizo que le dejo inmovilizado momentaneamente.

- No podemos dejarle asi... seria mejor atarlo o algo.
- ¡Cortemosle las manos y los pies!

Jeanpo y Wherynn se giraron hacia Srynna, que tenia un brillo maniaco en los ojos que desaparecio en un pestañeo.

- Digo, que sin manos y pies no nos puede hacer nada.
- Me parece muy gore... -dijo Wherynn.
- Bueno, pues solo los pies y los dedos indice y pulgar. ¿Por que como nos va a atacar sin los dedos de sujetar? ¿eh? ¿eh? -dijo moviendo los dedos como demostracion.
- Mira, haz lo que quieras... -le dijo Jeanpo- ¡pero no delante de mi! vamos Whers.

Ambos se alejaron lo suficiente como para no oir lo que Srynna estaba haciendo y unos minutos mas tarde esta aparecio sonriente con las manos cubiertas de sangre mientras se oian unos estremecedores alaridos, pues el hombre habia recuperado la movilidad.

- ¡Mirad que espada llevaba! y estas hierbas misteriosas -dijo Srynna mostrandoles unos tarritos.
- Son ortigas -contestaron Jeanpo y Wherynn al unisono, esta ultima con voz de "¡obvio!".
- ¿Y esto, listos? -pregunto mostrandoles otro tarro mas grande.
- Brezo -se adelanto Wherynn- es una planta curativa.
- Tambien llevaba esto, tiene una inscripcion runica, no se leerla -dijo tendiendole algo que parecia un caramelo de menta.
- "Minethlos... ¡comelo o te comera el a ti!" -leyo Wherynn.

Srynna se encogio de hombros, lo cogio de nuevo y lo guardo junto con los tarros. Despues siguieron caminando hasta salir del bosque y llegar al pueblo. Este era grande y con varias tiendas que les interesaban, pero antes decidieron ir a la taberna a reponer fuerzas. Cuando entraron todo el mundo se les quedo mirando, como era costumbre. Los guerreros y las jovenes vestidas con tunicas eran visiones comunes, pero siempre solian portar consigo aventuras que los pueblerinos gozaban escuchando, aunque pocas veces tenian el honor.

- ¿Que puedo ofrecerles? -pregunto la guapa tabernera mirando con lujuria a Jeanpo, que consciente de su mirada la ignoro por completo.
- ¡Carne! -grito Wherynn entusiasmada.
- Tenemos una gran variedad: cordero, jabali...

Pronto se encontraron ante una mesa con sopa, carnes variadas y pan, y comieron con ganas, pues llevaban semanas alimentandose casi exclusivamente de bayas y algun que otro animal que solo Jeanpo era capaz de cazar, pues Srynna era demasiado torpe -¿como se te ocurre lanzarle una piedra si te mira fijamente? le habia dicho una vez- y Wherynn tenia una pesima punteria.

Luego decidieron separarse para arreglar sus armas y comprar y vender lo que habian adquirido en las distintas emboscadas -a pesar de las quejas de Srynna acerca de sus doloridos pies- Las jovenes fueron al herbolario, donde les atendio un joven.

- Buenas tardes, me llamo Robert, ¿en que puedo servirlas?

Srynna le vendio las plantas que no necesitaban y luego se fueron a otra tienda.

- Era bastante guapo...
- La nariz no le pegaba.
- ¿Que?
- ¡Su nariz! no encaja con su rostro. Deberia ser mas larga...
- Era muy guapo, pero insustancial... ¡como la ropa de Zara! -dijo Srynna.
- Pobre Zara... su ropa no esta tan mal...
- ¿Entonces por que nunca le compras nada?
- Porque... tengo un gusto complicado... -Wherynn contemplo los pliegues de su tunica, bordados con complejos simbolos- ¡y ademas necesitamos tunicas con hechizos! y ella no sabe coserlas...

Entraron en otra tienda. Srynna regateaba y Wherynn mantenia una expresion hosca, como ella misma decia para evitar que las timaran. Luego Srynna se empeño en ir a la biblioteca pero Wherynn prefirio dar una vuelta por el pueblo.

- ¿Donde esta Srynna? -pregunto Jeanpo, que regreso de la fragua unas horas mas tarde y se encontro con Wherynn.
- En la biblioteca. Vamos a buscarla, lleva un buen rato enfrascada con los libros.

La encontraron rodeada de gruesos y polvorientos volumenes acerca de diversos temas: botanica, magia, astronomia y arboles familiares de la gente del pueblo.

- Esto es fascinante -comento en cuanto vio llegar a sus amigos.
- Si, pero pedir alojo en la taberna sera igualmente emocionante, sobre todo despues de dormir en el suelo tanto tiempo -dijo Wherynn haciendo crujir su cuello. Esto hizo que Srynna comenzara a estirarse y Jeanpo se fuera rapidamente, pues no podia soportar aquellos crujidos. Cuando acabaron se aproximo de nuevo.
- Antes de ir a la taberna tenemos que visitar el gremio de magos, no os olvideis.
- Eso ya esta hecho -dijo Srynna- me acerque antes (el bibliotecario tuvo que irse un momento y no queria dejarnos solos con los libros) y me dijeron que tenemos que visitar a Twilith Teg.
- ¿¿Tirititran?? -pregunto Wherynn extrañadisima, pues no habia oido bien.
- ¡Twilith Teg! el rey escoces del otro mundo.
- ... no voy a comentar nada al respecto -contesto Wherynn carente de expresion pero tratando de contener la risa.
- Jeanpo, alcanzame ese libro, me lo quiero llevar para leerlo esta noche.
- ¿Y por que no lo coges tu? -pregunto Wherynn.
- ¡Porque tengo los brazos muy cortos, como un tiranosaurio! ¡gruaar! ¡gruaar! -gruño mientras agitaba graciosamente los brazos, provocando que Wherynn se doblara de risa y Jeanpo dijera algo que quedo ahogado por las carcajadas de la sacerdotisa.


Una vez fuera regresaron a la taberna a pasar la noche. A la mañana siguiente compraron pan casero, algo de carne y decidieron continuar su camino.

- ¡Anda! ¡vienen Derrasmus! ¡y los Jonas Brothers! -comento Wherynn viendo un pergamino colgado en la puerta de la taberna que anunciaba la llegada de esos bardos de tierras lejanas.
- Desde luego tiene que haber una manera de diseccionar a esos monstruos...
- ¿A los Jonas?
- ¿Que? ¡no! -rio Srynna- le decia a Jeanpo que hay que encontrar la forma de que los orcos nos dejen en paz.
- ¡Ah! vale, vale. Mira, aqui hay otro interesante: "Orlando "oca" el cielo" ¿"oca"? -una enorme cruz adornaba el pergamino- ¿Mas-oca? ¿Cruz-oca?
- Dejaos de tonterias y prosigamos -ordeno Jeanpo.

Salieron del pueblo y se internaron nuevamente en el bosque, pues segun el mapa era la forma mas corta de acceder a las cuevas donde vivia Twilith Teg. Caminaron durante un buen rato y recogieron mas hierbas para poder venderlas en el siguiente pueblo.

- ¡¡Aaah!! ¡toca! -grito Srynna de repente.
- ¿Queee? -grito a su vez Jeanpo.
- ¡Orlando toca el cielo! ¡la cruz era la t!
- ¡Aaah! ¡claro!-rio Wherynn.
- Locas... -Jeanpo se alejo un poco y siguio recogiendo plantas.

Continuaron el camino tranquilamente, parando para comer, y despues prosiguieron la marcha ya que las cuevas no estaban muy lejos.

- ¡AAAAH! -chillo Srynna de repente.
- ¿Que pasa? -pregunto Jeanpo, que aparecio enarbolando su espada pues se habia alejado un momento para observar una hoguera reciente.
- ¡Crei que habia un muro!
- ¿Ese dibujo? -pregunto a su vez Wherynn mientras miraba un simbolo dibujado en el suelo a base de setas.
- Si...
- Es un circulo de hadas, no debemos estar muy lejos, ¡no lo piseis! -dijo Jeanpo -sera mejor continuar -envaino la espada y empezo a caminar de nuevo, sin embargo un grupo de orcos les ataco por sorpresa.
- ¿Otra emboscada? ¡estoy mas que harta! -grito Wherynn lanzando hechizos y apoyando a Jeanpo, que se enfrentaba a dos orcos a la vez. Srynna se mantuvo a una distancia prudencial ejecutando hechizos defensivos pero de repente algo resbalo de su tunica. Era el caramelo Minethlos. Sin pensar lo cogio y se lo lanzo al orco mas cercano acertando a darle en un ojo. Este aullo dolorido y de repente el caramelo crecio y cobro vida. La batalla se detuvo momentaneamente y todos contemplaron el gran bloque verde que se acercaba a un orco y empezaba a engullirlo. Los otros lo atacaron pero el caramelo se defendio habilmente y en unos minutos se los habia comido a todos. Luego se giro hacia los tres jovenes y se quedo quieto mientras menguaba hasta quedar reducido al inofensivo caramelo del principio.

- Eso ha sido lo mas raro que he visto en mi vida... -dijo Wherynn.
- ¡Comelo o te comera el a ti! -recordo Srynna alegremente y lo recogio -¡ahora tiene sentido!
- ¿Pero te lo vas a llevar? -pregunto Jeanpo riendose.
- ¡Claro! ¡fijaos que util es!


Las siguientes noches fueron muy tranquilas. El cielo estaba tachonado de estrellas y esa parte del bosque resulto ser un lugar ideal para descansar, pues la gente temia caer embrujado por las hadas y nadie se atrevia a acercarse a sus cuevas.

El crujido de una rama hizo que Srynna despertara. De repente algo hecho de agua aparecio y se puso a su lado. Se quedo muy quieta y lo miro detenidamente. Era un elemental.

- ¡Holaa! ¡sooy Viggooo! mi amo Twilith Teg os invita a su cueva en la mañana.
- ¡Gracias..! se lo dire a mis amigos.

El elemental se fue y al dia siguiente Srynna conto lo que le habia pasado, con lo cual se alegraron de tener una excusa para la visita. Twilith Teg en persona les recibio en la sala del trono, el lugar mas profundo de la cueva. Les conto una larga historia y les pidio ayuda contra los trolls del norte a cambio de la magia que deseaban poseer, con lo cual aceptaron.

- Bueno, ¡pues al norte! -exclamo Jeanpo.
- ¿No podiamos viajar en barco volador? -sugirio Srynna, que no queria caminar mas.
- ¡Si! ¡barco volador! -corroboro Wherynn y juntos se dirigieron de nuevo a Yamedoria.



Dedicado a Saryna, ¡feliz cumpleaños Viggoo!

3 comentarios:

ione dijo...

¡¡Como la ropa de Zara!! Eva que grande eres!!! Gracias por firmar, y x el mail! Un besazo apa, prometo escribir más a menudo! muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

ione dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ione dijo...

Sorry, mandé dos veces el mismo comentario... :S XD