La brisa mecia suavemente las hojas de las frutas y hortalizas que habitaban en aquella huerta. Los pajaros trinaban y daban la bienvenida a un nuevo dia, en el que el sol comenzaba a brillar con fuerza por el este creando una sinfonia de colores anaranjados y rosas en el cielo, y haciendo que las nubes adornaran la bella escena con sus tonos rojizos mientras la luna se despedia del firmamento.
Crälos, una hermosa berenjena de la huerta, charlaba con Rasky, una bonita zanahoria.
- ¿Te imaginas como seria la vida si fueramos humanos?
- Tendriamos carencia de vitaminas.
- Pero comeriamos mucha fruta y verdura para compensarlo.
- ¡Ay! ¡no digas esas cosas! -exclamo Rasky mientras los otros vegetales se estremecian y miraban a Crälos con cierto odio. Sus bromas podian llegar a ser muy crueles.
- Pues a mi me gustaria probar a ser humano.
- A mi me gustaria probar aquella cereza -comento la zanahoria mirando anhelante uno de los frutales, que le saco la lengua divertido.
- ¡No bromeo! quiero pedir un deseo.
- ¿A una estrella?
- Pues no se... a quien conceda este tipo de deseos. ¡Vamos a preguntar por la huerta!
El resto de la mañana estuvieron preguntandoles a sus compañeros hortalizas sobre los seres o elementos a los que podian consultar y al final encontraron un hada que les recomendo una de las patatas.
- ¿Por que me habeis traido al huerto? -pregunto el hada.
- Mujer, si lo dices asi... -rio Crälos, haciendola sonrojar.
- Ya me entiendes. Esa patata me ha dicho que queriais pedirme un deseo -comento señalando a la patata, que trataba de liberarse con ayuda de sus compañeras de un escarabajo que trataba de mordisquearla.
- Si, queremos ser humanos. ¡Yo quiero ser chica! -exclamo Rasky entusiasmada.
- Y yo chico -dijo la berenjena.
- Eso serian dos deseos...
- Los genios conceden tres, ¿vas a dejarles hacerte la competencia? -pregunto Crälos.
- ¡No! esta bien... tres deseos... imaginad como deseais ser.
El hada pronuncio unos conjuros y Crälos quedo convertido en un simpatico joven mientras que Rasky se decidio por un aspecto algo mas original. El hada les dijo que tendrian ese aspecto hasta la proxima luna llena, dentro de tres semanas, y que debian cerciorarse de que la luz lunar les bañase por completo para una correcta transformacion, ademas de recordarles que aun les quedaba un deseo.
- ¡Ya somos humanos! -dijo Rasky, que se impulso sin pensar con los pies de pura alegria y se separo unos centimetros del suelo, asustandose por completo- ¡¡Que ha pasado!! ¿los humanos vuelan?
- Tonta, acabas de saltar. Espera -dijo Crälos, que se acerco a las patatas dando unos cuantos traspies y aparto de un manotazo al escarabajo- Ya.
- ¡Gracias! -exclamo la patata- ¡me encanta como te han dejado!
- Ya, soy casi perfecto.
- ¿Casi? hacia mucho que no estabas tan modesto -comento Rasky con ironia y tratando de acercarse a el pero cayendo al suelo- ¡esto de andar no es facil!
- Es cuestion de coordinacion -le explico su amigo, que intento realizar una carrera y resbalo al pisar una de las lechugas- ¡¡¡lo siento!!! ¿estas bien, amiga?
La lechuga aplastada le miro enfadada y trato de sacudirse para alisar sus hojas, a lo que Crälos la ayudo torpemente y partiendola un poco, por lo que se tapo la boca con la mano y puso una cara inocente que no engaño a nadie.
- Sera mejor no tocar nada hasta que manejemos estos cuerpos -sugirio Rasky, que habia logrado caminar hasta los frutales con bastante gracia.
- Mejor alejemonos de aqui, quiero hacer algo humano.
- ¿Tienes ganas de hacer pis?
- ¿¿Queee?? jajaja, ¡no! digo hacer algo interesante.- ¡Idea!
Rasky le conto su plan y Crälos volvio a ponerse la mano en la boca y cara de "¡alaaa!".
- Pero para eso tendremos que viajar lejos y sera un camino lleno de aventuras...
- A mi me parece bien -comento Rasky señalandose.
- Gracias, lo se.
- ¿Que?
- ¿Ah? nada, nada, estaba pensando en otra cosa. Tenemos demasiados testigos -susurro Crälos, que habia observado que los frutales no perdian detalle de lo que hablaban. Los arboles mecieron sus hojas haciendose los distraidos pero no les engañaron. Un pajaro se poso en una rama cercana y entono una bella melodia, que hizo que Rasky se pusiera a moverse al mismo ritmo y Crälos riera.
- ¿Como puedes bailar al son de un trino?
- ¡Baila conmigo!
Crälos y Rasky danzaron gracilmente (para haber sido vegetales) hasta que un zumbido de alas les interrumpio.
- Deberiais aprovechar mejor vuestro tiempo... -les sugirio el hada.
Ambos pararon al instante de hacer tonterias y se miraron fijamente, tratando de leerse la mente. Cuando se dieron cuenta de que eso no contaba entre sus capacidades humanas, se encogieron de hombros y se dirigieron al camino, los poderes magicos que deseaban solo se encontraban en un lugar... Hü.
Dedicado a Carlos, ¡feliz cumpleaños bollu!