01 junio 2012

Ivory tower VII




Cuaderno de bitacora: año MCDLXIII.

Era una mañana luminosa y la luz del sol hacia brillar la aldea otorgando una belleza sin igual al lugar. Predominaba la sencillez en todas sus casitas, en las gentes que las habitaban y en sus costumbres, que se mantenian desde tiempos ancestrales. Los pajaros entonaban sus dulces melodias y a lo lejos se oia el claro rumor de un riachuelo. Parecia un sitio muy agradable y tranquilo para vivir, el ambiente perfecto para ella.

Pasee por las estrechas callejuelas sin rumbo disfrutando de todo lo que me rodeaba y de la paz que se respiraba en aquel pintoresco pueblecito. De vez en cuando me cruzaba con sus habitantes, que se dedicaban a sus quehaceres y sonreian a todo aquel que pasaba, y mis pasos me condujeron hasta una hermosa casita cubierta de plantas cuyas flores daban alegria al lugar. Tenia un jardin precioso y una pequeña huerta, asi como varios arboles frutales rebosantes de frutos.

La encontre sentada en un encantador cenador leyendo unos pergaminos. Cuando se percato de mi presencia me sonrio y entablamos conversacion. Su expresion dulce y sus maneras agradables me recordaron a su yo futura, al igual que su amabilidad y calidez. Tras un largo rato en el que sentimos que nos conociamos de toda la vida, pues ambas eramos muy parecidas, decidimos dar un paseo por los alrededores. Cuando acabamos me acompaño hasta la senda a las afueras del pueblo y desde alli emprendi el camino hacia mi propia epoca.



Fin.

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