La oscuridad ha llegado hasta la rosa más bella, que se desdibuja en sombras para alcanzar la inmortalidad. El movimiento sempiterno del ciclo de la vida alcanza su cenit en la muerte de la conciencia.
Vida y muerte son eternas, imposibles al mismo tiempo. La naturaleza silenciosa es el preludio de un renacimiento. El cambio vislumbra la noche cuajada de estrellas y la luz ancestral.
Ninguna de aquellas profecías tenía sentido. Quizá aquellos oráculos erraban, quizá nunca volvería. Tal vez perderse en aquel mundo de fantasía ya no era su salvación, porque la realidad era mejor que cualquier espejismo. Aún crecían rosas en aquella llanura devastada... su significado, lo encontraría.
Dedicado a Escarlata, por su vena gótica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario