19 marzo 2014

Dream nightmares

Nunca os he hablado de mis pesadillas. Tampoco es que tenga muchas, salvo en cierta época que no se ubicar exactamente en el tiempo en las que tenía casi a diario... 
¿Qué significan las pesadillas? Recuerdo una bruja temible en un bosque (rememorarlo aún me da escalofríos); un lobo que me mordía la garganta (hasta el punto de despertarme gritando con un profundo dolor en el cuello que se disipó nada más darme cuenta de que estaba despierta); un espíritu o algo similar al que no llegué a ver, pero que creaba muchísima tensión, en un ático; y algunas otras muy desagradables que prefiero no compartir. Por otra parte, en mis sueños casi siempre busco algo, huyo de algo o me persigue alguien, de modo que si no fuera por los elementos claramente graciosos la gran mayoría podrían considerarse "pesadillas" a su modo. También están las otras ocasiones en las que sueño con espíritus (como la señora a la que había que tocarle el piano en sánscrito) o una vez incluso con zombies (muy apañadita yo, me daban como igual) y no me dan miedo. Supongo que tiene que ver con el enfoque del sueño, tal vez cuando parece una película no impresiona tanto como debería.


Un sueño "normal" con tintes siniestros:

Estoy en una explanada protegida por una pequeña colina con unas doscientas personas para jugar a un juego. Hay dos equipos y consiste en tirar una pelota como de golf con una raqueta a una mesa donde hay fruta y darle. Cada vez que se toca una fruta el equipo se la lleva, pero no se cuál es la finalidad exacta del juego. A mi y a Borja (que juraría estaba sin camiseta, :P) nos tocaba evitar que la pelota tocara la fruta. La gente va tirando por turnos y en eso uno le da a un plátano y a un arándano (que parecía un boniato naranja) y decidimos que tienen que elegir con cuál se quedan. Escogen el arándano y en eso aparece una chica detrás de mí que viene de un pasillo protegido con alambre que estaba a mi espalda y ocultaba una construcción. Nos dice que hay que salvar a unos niños que se metieron allí de unos monstruos, yo digo que es una trampa y decido asomarme con cuidado y marcharme rápidamente si veo algo sospechoso. Borja me dice que tenga cuidado y se preocupa porque vaya, meto una pierna en esa zona y aparece la chica y me dice muy entusiasmada que vaya por ahí. Me parece muy sospechoso por lo que salgo y con un hechizo de arena bloqueo la zona. Con otro hechizo saco a los niños de ese sitio (los monstruos quedan dentro y los vemos tratar de liberarse) y les pedimos que decidan si quieren quedarse con los monstruos y morir o salvarse. La mayoría prefieren salvarse y alguno escoge morir, por lo que se desintegran delante de nosotros envueltos en una luz. Tras esto acabamos el juego y volvemos a casa, que resulta estar en un pueblo, y veo a unos señores en un bar comentando como todos los jóvenes del pueblo se juntan para jugar. 

Lisse oloori.



Dedicado a Patricia, alumna y profe.

No hay comentarios: