Nunca os he hablado de mis pesadillas. Tampoco es que tenga muchas, salvo en cierta época que no se ubicar exactamente en el tiempo en las que tenía casi a diario...
¿Qué significan las pesadillas? Recuerdo una bruja temible en un bosque (rememorarlo aún me da escalofríos); un lobo que me mordía la garganta (hasta el punto de despertarme gritando con un profundo dolor en el cuello que se disipó nada más darme cuenta de que estaba despierta); un espíritu o algo similar al que no llegué a ver, pero que creaba muchísima tensión, en un ático; y algunas otras muy desagradables que prefiero no compartir. Por otra parte, en mis sueños casi siempre busco algo, huyo de algo o me persigue alguien, de modo que si no fuera por los elementos claramente graciosos la gran mayoría podrían considerarse "pesadillas" a su modo. También están las otras ocasiones en las que sueño con espíritus (como la señora a la que había que tocarle el piano en sánscrito) o una vez incluso con zombies (muy apañadita yo, me daban como igual) y no me dan miedo. Supongo que tiene que ver con el enfoque del sueño, tal vez cuando parece una película no impresiona tanto como debería.
Un sueño "normal" con tintes siniestros:
Estoy en una explanada protegida por una pequeña colina con unas doscientas personas para jugar a un juego. Hay dos equipos y consiste en tirar una pelota como de golf con una raqueta a una mesa donde hay fruta y darle. Cada vez que se toca una fruta el equipo se la lleva, pero no se cuál es la finalidad exacta del juego. A mi y a Borja (que juraría estaba sin camiseta, :P) nos tocaba evitar que la pelota tocara la fruta. La gente va tirando por turnos y en eso uno le da a un plátano y a un arándano (que parecía un boniato naranja) y decidimos que tienen que elegir con cuál se quedan. Escogen el arándano y en eso aparece una chica detrás de mí que viene de un pasillo protegido con alambre que estaba a mi espalda y ocultaba una construcción. Nos dice que hay que salvar a unos niños que se metieron allí de unos monstruos, yo digo que es una trampa y decido asomarme con cuidado y marcharme rápidamente si veo algo sospechoso. Borja me dice que tenga cuidado y se preocupa porque vaya, meto una pierna en esa zona y aparece la chica y me dice muy entusiasmada que vaya por ahí. Me parece muy sospechoso por lo que salgo y con un hechizo de arena bloqueo la zona. Con otro hechizo saco a los niños de ese sitio (los monstruos quedan dentro y los vemos tratar de liberarse) y les pedimos que decidan si quieren quedarse con los monstruos y morir o salvarse. La mayoría prefieren salvarse y alguno escoge morir, por lo que se desintegran delante de nosotros envueltos en una luz. Tras esto acabamos el juego y volvemos a casa, que resulta estar en un pueblo, y veo a unos señores en un bar comentando como todos los jóvenes del pueblo se juntan para jugar.
Dedicado a Patricia, alumna y profe.
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