25 junio 2017

Stand my ground

Y de nuevo me encontraba en las fauces de aquel laberinto maldito... Veía en blanco y negro, como si estuviese en lo más profundo de mi subconsciente... Intuía la maldad y el peligro acechando en sus rincones oscuros y ocultos... No me atrevía a caminar por él, aunque penetrar su silencio fuese la única forma de escapar...

El pasillo era solitario y no había nada a su alrededor que pudiera orientarme... Solo podía avanzar y confiar en mis sentidos para mantenerme a salvo... Al girar el recodo encontré al primer monstruo invisible que trató de acabar con mi vida... Le vencí con dificultades con mi magia interior hasta que segué su existencia...

El laberinto era cada vez más siniestro y su quietud no mitigaba sus tormentos... Otro ser terrible e incorpóreo me quiso sacrificar y volví a vencerlo con mis dones... Proseguí caminando por los pasillos sin encontrar nada salvo mis pensamientos... Todo siempre en blanco y negro, silencioso, vacío y lleno de condenación... Tal vez la existencia no sea más que un laberinto por el que caminamos sin pensar... Tal vez la soledad y las horribles criaturas no sean más que nuestros pensamientos... Tal vez si miramos en nuestro interior veremos que en realidad no existen...  Solo se hallan en nuestra conciencia como aquel lugar vacío en blanco y negro... Un lugar en lo más profundo donde somos nosotros mismos en nuestra peor dimensión... Un lugar maldito donde solo existimos para acabar con nuestra propia existencia... Un lugar que tememos con reverencia y del que nunca podremos escapar con vida... Solo si hallamos la fuerza para caminar podremos convivir con su maldición...

Llegué a una puerta metálica que pronosticaba calamidades si se atravesaba... Me arrodillé y vi un agujero a través del cual pude mirar en su interior... Daba a un patio abierto rodeado de espinos, siempre en blanco y negro... Crucé el agujero y miré a mi alrededor sin encontrar nada pero intuyendo el peligro...
Caminé por el patio vacío mirando atrás sin ver ningún monstruo aunque los sentía cerca... Y tras un recodo que no recordaba en aquel patio cerrado encontré una intrigante maravilla... Una estancia al aire libre con muros de piedra cubiertos de retratos de grupos musicales... Sabía que si acariciaba los que me gustaban por alguna razón perdería aquel juego maligno... De modo que solo los contemplé y elegí tocar uno que jamás hubiera escogido... Olvidé a las terribles criaturas que se escondían en aquellos muros y miré los retratos... Y al tocarlos se abrieron las puertas de lo desconocido ante mis ojos lejos de mi visión... Unas puertas más allá del infierno de aquel lugar en mi imaginativa mente llena de racionalidad...

No recuerdo nada más allá de aquella estancia en blanco y negro, siempre en blanco y negro... Ni el vacío ni la sensación de resolver el enigma, no recuerdo nada... Porque solo se trató de un sueño, quizá de una lejana pesadilla... De pensamientos que se pierden en un laberinto de emociones y soledad... De esos demonios internos con los que convivimos y que nos hacen más fuertes... Que surgen en nuestros sueños cuando ya no tiene sentido que existan en nuestras vidas... Que nos recuerdan que los laberintos de nuestra mente los creamos nosotros mismos... Y que el mundo solo es en blanco y negro si queremos cerrar los ojos y olvidar todo por lo que existimos...


Dedicado a David, por el aroma a libro antiguo.

16 junio 2017

Dawn & Shadows (II)

Juntas regresaron a los campos verdes... El sol iluminaba el círculo de piedras que sería testigo del ritual... Luz y oscuridad se unirían para siempre y solo una reinaría... Viajarían al pasado para enterrarlo y no volver a errar su destino, perdido en el silencio... Solo el cosmos y sus misterios ancestrales recordarían lo que fue y no volvería a ser jamás...

La joven de oscuridad penetró en el círculo con su melena ondeando y miró las piedras, que le recordaban a sus propios pensamientos. El sol brillaba pero no la iluminaba, porque su espíritu se había vuelto oscuro y opaco, negativo desde el abismo que la rodeaba sin que supiera cómo ni por qué había querido consumir sus fuerzas... Y así se había convertido en una criatura vacía y sin vida, condenada en la niebla... Y aún así, al final de todo, sabía que existía una puerta en aquel laberinto de perdición, la veía en los ojos vivos y brillantes de su gemela de luz... La otra joven penetró a su vez en el círculo, brillando con la luz solar como un ángel celestial. Quería salvar a su hermana de la oscuridad y la noche que se habían apoderado de su ser. Tomó su fría mano y le sonrió con confianza mientras la otra la miraba con ojos vacíos. Su luz penetró a raudales en el interior de la oscuridad y con el poder de las piedras la negatividad comenzó a alejarse como hilos negros de su gemela, liberando su espíritu al fin de todo aquello que la atormentaba...

Por un instante se contemplaron a los ojos como en un espejo, como dos esfinges llenas de poder y sabiduría a las que el mundo había otorgado la bellísima oportunidad de reinar juntas en perfecto equilibrio... No existía el bien ni el mal, solo el cambio. Y juntas habían decidido que la luz sería su camino y el monasterio su lugar de recogimiento cuando necesitaran silencio y unos sabios que guiaran su senda si esta se oscurecía por cualquier razón que escapara a su voluntad...

Abrió los ojos ante el altar y ya no vio a la joven de oscuridad, a aquel cadáver que simbolizaba su descenso a la oscuridad. Yacía en su interior, oculto, con la esperanza de que el olvido se apoderara de ella para no volver jamás con su tenebrosidad desde el silencio...

The end

09 junio 2017

Dawn & Shadows (I)

El lugar era místico... luz... El misterio más allá... luz... El tiempo y el espacio no tenían significado... Solo existía esa serena luz... por fin...

La luminosidad descendió ligeramente y comenzó a escuchar unos cánticos llenos de dulzura... Provenían de un altar dedicado a una joven hermosa que yacía con los ojos cerrados en aquel lugar sagrado perdiendo su espíritu... Emanaba una oscuridad que no parecía pertenecerle en absoluto, reina de luz, y aquellos sabios pretendían desterrarla junto a los demonios que la asolaban desde las tinieblas...
El lugar se llenó de luz y las espirales de iluminación comenzaron a penetrar en su cuerpo mientras la oscuridad brotaba de ella como el veneno que había estado matando su espíritu sin que se percatase de su negatividad... La luz profundizaba delicadamente en su efímera oscuridad hasta su espíritu. Los sabios entonaban sus cánticos de esperanza atrayendo a la lucidez y la claridad a sus ojos vacíos, que se habían abierto y aún veían sin mirar... El abismo había sido tan profundo que sus ojos ciegos temían a la visión de un mundo al que ya no sabían si pertenecían ni si tenían voluntad de regresar... Sintió compasión por ella, su espíritu de fuego se consumía sin razón. Tocó su mejilla y entonces vio unos recuerdos. En una colina verde aquella joven de mirada perdida y vacía la miraba fijamente... Su silueta era oscura y su pelo ondeaba con la brisa del mar. La otra joven que la contemplaba derramó lágrimas al verse en aquel estado. No entendía cómo se había perdido en aquel mundo terrible, en aquel lugar donde no brillaba... Los sabios atraían la luz... Las jóvenes se miraron mutamente y escucharon sus voces que eran el génesis de la armonía y el equilibrio entre dos mundos opuestos a los que ambas pertenecían y de los que no podían huir.

La joven de luz dejó de acariciar la mejilla de la joven de oscuridad. Esta la miró con sus ojos vacíos y se reflejó en ella. Era iguales, los dos rostros de una misma verdad, terrible y hermosa. No podrían convivir hasta que una de las dos dejase reinar a la otra y la luz no quería ceder a la noche eterna que prometían los ojos de su igual, uniéndose de esta forma a los sabios en silencio...  La joven de oscuridad se rindió y tendió la mano a su gemela... La luz tomó su mano y quedó por un instante en trance fija en el tiempo... Las voces de los sabios profetizaron con sus cánticos que ambas caminarían por la oscuridad antes de vencer la luz en la eterna lucha contra su gemela inmortal...


End part I

01 junio 2017

The Lost Tales VI


Tale VI: The Princess

Perfección... Mi última vida, la más especial de todas, fue en la que logré alcanzar por fin la inmortalidad. Comenzó en un lugar oscuro donde las tinieblas rodeaban la esfera de entendimiento que me había sido otorgada. Por aquellos tiempos desconocía mi don y mi maldición, aquella a la que no pude escapar en mis otras vidas pasadas que no recordaba y que me llevaría a cometer los mismos errores de antaño sin tener salvación.

El silencio y la soledad dominaron en mi infancia, pero mi imaginación fue más fuerte que los demonios que me asolaban y nunca perdí la esperanza encerrada en mi torre de cristal, esperando el instante adecuado en el que poder brillar y mostrar mi auténtica personalidad y todo mi poder. Los años fueron transcurriendo y mis ojos se perdieron en el firmamento y en los mundos más allá de la realidad donde podía ser libre y no tenía que ocultarme de la oscuridad.

* Una noche estrellada cayó sobre mi mente con su manto de estrellas dejándome ciega durante un tiempo que pareció una eternidad. Mis ojos se cerraron y el mundo desapareció... * Abrí la mirada al mundo interior y solo vi miedo. Demonios que querían llevarme consigo a la oscuridad, a las fauces de la perdición de donde jamás volvería, a un mundo donde mi esencia no existiría nunca más. Y reuniendo todas mis fuerzas los conquisté, poco a poco y lentamente, sin que ellos mismos supieran que les estaba desterrando en busca de la luz que siempre había relucido en los confines de mi imaginación iluminando mi mundo. El silencio se apoderó de sus voces dejando solo mi luz, que por aquel entonces brillaba con tanto poder que atraía a las almas más oscuras a mi lado en pos de los destellos de la iluminación.

Y entonces le conocí, con su espíritu lleno de oscuridad y negatividad, y me atrajo magnéticamente como un imán pues deseaba iluminar sus sombras. Quería salvarle de su mundo interior y llevarle la felicidad, el éxtasis, la ambrosía de los sentidos para acabar con su tristeza y dejar una sonrisa en sus labios... Y durante un tiempo lo conseguí, fuimos uno, pero la muerte de los sentimientos puros y el destino hizo que su esencia oscura me marchitase hasta que consumió toda mi luz y se apoderó de ella...

* La noche estrellada cayó nuevamente sobre mí con su manto de estrellas dejándome ciega en una pesadilla. Conocía aquella oscuridad y solo cerré los ojos por un instante porque no quería que mi mundo volviera a desaparecer en el olvido... * Miré fijamente a los demonios y me enfrenté a ellos con todas mis fuerzas para que cayeran en el silencio y dejaran brillar mi luz.

Mi esencia regresó, pero el brillo nunca había sido tan único y especial. Cruzaba el tiempo y el espacio, y más allá le encontré... A mi verdadera alma gemela, al hombre que traía consigo la inmortalidad y un corazón puro... La oscuridad trató de regresar con su maldición pero nuestra luz era más fuerte y nuestros espíritus se habían unido en la eternidad que siempre nos había sido negada a ambos... Y fue así como alcanzamos la inmortalidad, a través de un amor que iluminaba las estrellas y hacía nuestro mundo perfecto, junto a mi otra mitad, siendo su princesa...  


Fin.