16 junio 2017

Dawn & Shadows (II)

Juntas regresaron a los campos verdes... El sol iluminaba el círculo de piedras que sería testigo del ritual... Luz y oscuridad se unirían para siempre y solo una reinaría... Viajarían al pasado para enterrarlo y no volver a errar su destino, perdido en el silencio... Solo el cosmos y sus misterios ancestrales recordarían lo que fue y no volvería a ser jamás...

La joven de oscuridad penetró en el círculo con su melena ondeando y miró las piedras, que le recordaban a sus propios pensamientos. El sol brillaba pero no la iluminaba, porque su espíritu se había vuelto oscuro y opaco, negativo desde el abismo que la rodeaba sin que supiera cómo ni por qué había querido consumir sus fuerzas... Y así se había convertido en una criatura vacía y sin vida, condenada en la niebla... Y aún así, al final de todo, sabía que existía una puerta en aquel laberinto de perdición, la veía en los ojos vivos y brillantes de su gemela de luz... La otra joven penetró a su vez en el círculo, brillando con la luz solar como un ángel celestial. Quería salvar a su hermana de la oscuridad y la noche que se habían apoderado de su ser. Tomó su fría mano y le sonrió con confianza mientras la otra la miraba con ojos vacíos. Su luz penetró a raudales en el interior de la oscuridad y con el poder de las piedras la negatividad comenzó a alejarse como hilos negros de su gemela, liberando su espíritu al fin de todo aquello que la atormentaba...

Por un instante se contemplaron a los ojos como en un espejo, como dos esfinges llenas de poder y sabiduría a las que el mundo había otorgado la bellísima oportunidad de reinar juntas en perfecto equilibrio... No existía el bien ni el mal, solo el cambio. Y juntas habían decidido que la luz sería su camino y el monasterio su lugar de recogimiento cuando necesitaran silencio y unos sabios que guiaran su senda si esta se oscurecía por cualquier razón que escapara a su voluntad...

Abrió los ojos ante el altar y ya no vio a la joven de oscuridad, a aquel cadáver que simbolizaba su descenso a la oscuridad. Yacía en su interior, oculto, con la esperanza de que el olvido se apoderara de ella para no volver jamás con su tenebrosidad desde el silencio...

The end

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