17 marzo 2018

Las Moiras


Avanzaban sin sentido y vacíos; una terrible hueste en la oscuridad; en busca de la fortuna marcada; por las hermanas hilanderas del sino. Sus ojos aún no se han apagado; pero pronto lo harán; bajo las raíces de Yggdrasil; donde se tejen los tapices del destino. Las dísir les esperan desde siempre; dioses y mortales están en sus manos; que tejen con destreza hasta el fin; ninguno sale vivo de allí. Desde los nueve reinos vienen; hacia los nueve reinos vuelven; las Nornas, Parcas o Moiras; son la última visión consciente. Y así caminan los errantes; cuyo destino está sellado; a los brazos de Yggdrasil; el universo, el fresno sagrado. Las hermanas les dan la bienvenida; sus rostros hieráticos y pálidos; el ritual de la muerte comienza; y el tapiz de las vidas termina.

La primera y más joven es Wyrd; también llamada Nona o Cloto; tejió lo que ha ocurrido; creadora de vida, nacimiento de los hombres; Las hebras de la existencia; no tienen secretos para ella; pero ya no domina a la hueste; que se presenta bajo Yggrasil. Lo hace su hermana.;.

Verðandi era la más bella y menos poderosa; el presente, lo que ocurre en el instante; La longitud de los hilos en la rueca es su menester como hilandera; entrelaza el pasado con el futuro forjando los destinos creados por su hermana. Nunca deja de tejer, ni siquiera en presencia de la hueste; su voluntad designa todo cuanto viven y cómo ocurre el fin de dioses y mortales.;.

Nadie osa desafiarla si quiere que su voluntad no acabe con todo lo que tiene y desea incluso en la muerte...

La joven tejía y tejía con rostro incólume; sin apartar los ojos traslúcidos de sus creaciones; de sus pensamientos y sentimientos más profundos; de sus quimeras y falsas ilusiones. Tejía el destino que una vez les fue dado; y pronto, al instante, les sería arrebatado; su cometido era aquel de por vida; su belleza no les engañaba con promesas de compasión.

En silencio esperaba la hueste; mirando los rostros de las tres hermanas; ninguno sabía lo que les deparaban; ni a que reino volverían si regresaban.

La Valkiria es la última de las hermanas; Morta, Átropos la llamaban; Skuld para aquellos hombres heroicos; que recibían su destino en su morada. Bajo Yggdrasil se reunía la hueste; en torno a la diosa de la muerte; uno a uno rememorando su vida; que pronto el destino apagaría. Ya tenía sus tijeras en mano; para cortar las hebras de los elegidos; unos irían al Valhalla, los espíritus guerreros; otros a Helheim, para recibir su castigo. Infierno, cielo y purgatorio; a todos custodiarían en su destino; cuando los hilos blancos, de los de oro y los negros; por la hermana Valkiria fuera cortados.

Segando su vida.


Dedicado a mi gentuzilla de Lenguas Modernas, por los clásicos.

2 comentarios:

Licaón dijo...

Es un esquema discreto esta vez. A veces parece que no está incluso, hasta que te asalta una rima inesperada o un ritmo sutil ;)

¿Buscaste la historia para la música? ¿O la música para l historia? Al final aún no me lancé con ello, pero la primera vez que escuché la canción me llevó a un sitio totalemten distinto. Me llevó aquí de hecho: https://lagaleraroja.blogspot.com.es/2018/02/ahed-tamimi.html
Pero terminé por sacar la música del proceso porque, aunque me llavse allí, una vez llegué había un contenido mucho más movido que la pausa que tiene esa melodía. Pero me queda pendiente ;)

Y a todo esto, me mola la leyenda =)

¡Un abrazo!

Wherynn dijo...

La historia siempre es creada por la música :) Por eso el pasado y el futuro, aunque uno ya sea conocido y el otro incierto, tienen casi la misma melodía... mientras que el presente es más dinámico y se construye a gran velocidad, pues viene de uno y se convierte en el otro.

Con la tuya tmb queda bien! al menos como música de fondo.

Un besín!