26 junio 2018

Valhalla Awaits












La oscuridad del silencio era una sinfonía sin fin dentro de una tormenta. Y entonces tus ojos se clavaron en los míos como preludio de la fantasía que viviríamos. Tu sonrisa tras cada palabra, tu poesía interior como un hechizo. Unos ojos oscuros llenos de luz, una lírica cautivadora en las tinieblas. Un océano por medio porque solo nos conocíamos en sueños. Un deseo profético para encontrarnos en el mundo mortal. 

Emprendimos la travesía en los mares de la existencia sin saber si nos encontraríamos o todo se trataba de una irracional utopía. El agua, la lluvia y las tormentas nunca nos hicieron errar el camino aunque en muchas ocasiones creyéramos perder el rumbo de los sueños. Mil aventuras, dragones y ondinas encontramos en los mares a lo largo del tiempo, pero como Odiseo nos regimos por la brújula del destino anhelando lo maravilloso. La magia era quimera, las quimeras ilusiones y el destino nunca llegaba, pero el océano infinito nos otorgaba la sabiduría en sus aguas... 

Y mientras me perdía en sus ojos,
la poesía fluía entre nosotros.
Como si la senda tuviera sentido
y nunca hubiéramos perdido el camino.
En aquel navío de ensueño
éramos uno con el océano
y las profecías se cumplían
mientras los nigromantes morían.
Su única visión bastaba para llenar
mi mundo de sueños imposibles
pero su mano entrelazada con la mía
solo miraba hacia lo inmortal... 

~ No quiere decir que te deje de amar
¿Cómo podría un mortal?
Tu luz fue mi salvación, una divina redención. ~

La tormenta de la pasión nos estrelló contra las rocas en un divino castigo. Del océano al verdugo en la lenta agonía del amor no correspondido. Yo siempre soñé con tus ojos en el abismo pero solo me encontré con el vacío. Y juramos que nunca ocurriría ni en esta ni en las otras vidas que compartiríamos. Juramos por escrito con la sangre de nuestro delirio sabiendo que jamás cumpliríamos aquella promesa. Porque tú me amabas desde que me conociste y yo te deseaba sin saber que eras un sueño imposible. 

Cuenta la leyenda que tus ojos se clavaron en los míos y que yo perdí la cordura y tuve que amarte para siempre. Porque el amor entre el océano y la divinidad de mi estirpe crearía un sinfín de magia... 


Dedicado a Cris, mi sueño en la realidad.

16 junio 2018

Ancient Prophecies (II)


El amanecer del bosque sumió en silencio a la oscuridad... Las bestias que rodeaban a la sacerdotisa se inclinaron ante ella como su reina, pues habían visto su poder durante aquella noche eterna en que sus ojos perdieron el brillo nocturno y su opacidad. La naturaleza se volvía cálida con los rayos del sol que iluminaban la verde espesura en la que la magia de la profecía por cumplirse surgía con toda la alegría de su corazón, que llevaba siglos esperando al oráculo y toda la belleza y felicidad que pronosticaba desde los albores del tiempo, desde la creación. Su rostro aparecía en sus visiones con más nitidez que nunca y sus dulces palabras se oían en el viento, acercándose como una brisa que renovaba sus fuerzas y llenaba su interior de sentimientos que jamás había sentido. La poesía lo traía consigo, con los rituales ancestrales que desde el origen colmaban los sueños de los elegidos para estar juntos y unir sus existencias en pos de un mundo más bello donde sus poderes convivieran en armonía con la naturaleza que a otros les había sido negada en las visiones de perfección vacua. La Dryade inhaló el aroma del bosque, que le traía una fragancia que despertó sus pensamientos y recuerdos vívidos de mundos lejanos de utopías y fantasía donde la imaginación era la única puerta hacia la irrealidad para cumplir sus deseos... Los pájaros entonaron sus melodías augurando la cercanía de aquella criatura con apariencia de semidiós cuyo rostro conocía tan bien y cuya sonrisa iluminaba el claro en el que las visiones y sus pesadillas carecían ya de sentido. Desde tiempos inmemoriales estuvieron destinados y por fin sus manos se unían dando la bienvenida a una nueva era de perfección para ambos, con los árboles y la fuente de la vida como testigos de su unión en un beso... 


The end.

07 junio 2018

Ancient Prophecies (I)


Los sonidos del bosque en silencio auguraban el ritual visionario de la Dryade

Las imágenes de las profecías se reunían ante sus ojos junto con los últimos rayos del sol del atardecer en el bosque de los druidas, y la realidad se desdibujaba dando paso a la visión... Su rostro misterioso aparecía en sus sueños noche tras noche, nítido como la fantasía que le daba vida en su mundo onírico lleno de utopías... Desconocía al hombre de ojos oscuros que embrujaba con su mirada todo lo que yacía a su alrededor y cuya creación alcanzaba los límites de la perfección, que existía por él en su ilusión... Y bajo el manto de estrellas le juró amor eterno porque los rituales de su mundo no entendían de quimeras ni de sueños... Los búhos ulularon en el bosque y las imágenes cambiaron mostrándole un universo lejano donde los dioses antiguos vivían en su eterna inmortalidad para la creación de designios... Los rituales de la visión ensombrecían las piedras milenarias bajo las cuales los destinos de los druidas habían sido elegidos desde tiempos ancestrales por las sacerdotisas antiguas... La Dryade guardó silencio ante la revelación que veía en sus pensamientos y la profecía que estaba por cumplirse en su existencia... Esencia y misterio nocturno eran un todo aquella noche donde los rituales revivían las constelaciones primigenias, los secretos cobraban voz y en el silencio no se decía nada pero todo cobraba un profundo sentido... Los búhos ulularon y el bosque guardó silencio a su vez para la sacerdotisa... Aquel ritual visionario mostraba los lugares más intrincados de su mente y pensamiento sin que pudiera darles ningún sentido, sin que fuera preciso que el bosque durmiera para oír sus sueños y el latido de su corazón. Los lobos emergían en el claro como una profecía antigua que la miraba desde lejos sin poder alcanzar su cénit, perdida en ensoñaciones de un pasado donde los bestiarios no se escribían porque pertenecían a la era medieval... El trinar fugaz de un pájaro insólito la distrajo con su lirismo vacío en la noche donde solo se oían los búhos, cuya voz se perdía en los latidos de la oscuridad que caía lentamente borrando las estrellas en un mar de nubes negras que auguraba tormenta... Y el silencio era tan venenoso que hasta parecía hermoso en su delirio, cuando no tenía ninguna belleza en su interior y solo portaba ominosa oscuridad consigo, capaz de desterrar a la estrella más bella al infinito... La pesadilla pareció eterna, salvada por instantes de luz de la imaginación de un mundo fugaz de poesía donde el amor existiera al margen del mundo... Pero la niebla tras la tormenta no dejaba que la profecía se perdiese en los albores del fin, el brillo de la esperanza vana iluminaba el claro con su utopía y los pilares de piedra recogían sabiduría para la guerra...

La Dryade, reina de las sacerdotisas, vio el rostro de mirada oscura de sus sueños en el bosque, entre los lobos, el veneno y la poesía, esperando la oportunidad de emerger de las profecías y convertirse en la realidad de un mundo de imaginación. Su historia comenzaba bajo el cielo cuajado de estrellas una fría noche de invierno ante el silencio de los elementos de la naturaleza...


End part I

01 junio 2018

Deitys of Astralia VII


Hidra (Estigia)

Las nubes cubrían mi bella Astralia con su nívea neblina dejando que su luz iluminara mi existencia, mi sonrisa y la imaginación creativa de mi ser en aquel precioso instante. Me tendió su mano y la tomé suavemente, los cielos se abrieron con mil soles y estrellas haciendo brillar nuestro destino juntos como si por fin los seres místicos se hubieran unido en el amor sin fin. Dos piezas de puzzle emergieron en el verde prado encajando a la perfección como nuestros corazones. Mi pieza rota empezó a relucir por sí sola y sus ojos la miraron dulcemente. Otra pieza rota que le pertenecía comenzó a brillar y su mirada me dijo que quería ver si encajaban y nuestro puzzle era uno solo unido por toda la eternidad. Cogimos ambas piezas, que se atrajeron entre sí mientras el sol invernal nos iluminaba. Su sonrisa me hacía sentir confiada y querer que ambas piezas encajasen para siempre...

La Galería Oscura yacía sin significado en mi mente pero su recuerdo aún permanecía vívido en mis pensamientos. Aquel ser de luz parecía inspirar a Astralia a ser aún más hermosa y crear matices de luz jamás vistos en sus terrenos de imaginación... El silencio a su lado era serenidad y dulzura, alegría y cautivación, amor auténtico, puro como los sentimientos en nuestro interior...

Las piezas encajaron y Astralia quedó cegada por una luz tan reluciente como el nacimiento inicial del cosmos. Nuestras existencias quedaron para siempre selladas en el jardín, el edén empíreo de sentimientos puros que nos pertenecía. Nuestro mundo perfecto en un puzzle de Astralia que por fin tenía todas sus piezas, cada una diferente y hermosa por sí misma, y mucho más bellas aún en su conjunto. Entrelazamos nuestras manos y nos miramos. El amor de mi vida por fin a mi lado...


Fin.