Sonidos escalofriantes... Las imágenes de oscuridad se sucedían en sintonía con sus ominosos pensamientos... El abrazo de una pesadilla... La melodía de la muerte... Y en lo profundo de la sala un libro de hechizos con el que desterrar las tinieblas que nublaban su corazón emponzoñado, durante largos años enterrado, un libro de paz y sosiego para calmar su sed de venganza...
Volvía al altar del sacrificio, volvía cubierta de sangre, con los sonidos de la locura susurrando en sus oídos ensordeciendo todo a su alrededor... Acarició las páginas gastadas del libro y cogió la pluma impregnada de tinta negra, rasgueó sus pensamientos y al punto se sintió mejor y más fuerte... La oscuridad se encerraba en las hojas y se convertía en historias, pequeñas piezas de perfección en su caótica mente transformadas en maravillas llenas de hermosura...
Dedicado a Mirela, desde el abrazo de la oscuridad.
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