Dicen de las meigas que haberlas haylas. Hace siglos vivio una cuyo nombre hacia temblar de terror a sus enemigos y sonreir a sus amigos. Su nombre era Märga.
Märga se dedicaba a aparecerse en los caminos a aquellas personas afligidas por los pesares de la vida, a los tristes que necesitaban recuperar la alegria o a los pobres para brindarles algo de fortuna. Una mañana de otoño se encontro con un joven de melena castaña y un jersey a rayas que sostenia una vieja caja de galletas.
- Este chico necesita comida. Lo unico que tiene en esa caja es polvo de galleta. Le dare un poco de fortuna.
Märga hizo un movimiento con las manos y el chico se detuvo. Poso la miraba en un arbol cercano y miro hacia arriba. De sus ramas colgaban jugosos melocotones, por lo que lleno de alegria se dispuso a trepar y coger algunos. No contaba con que las ramas podian ceder ante su peso, que por otra parte tampoco era mucho, y una de las ramas se quebro. El chico aterrizo con sus posaderas en el prado mojado por las anteriores lluvias y Märga casi suelta una risota. ¡No debia! las meigas como ella ayudaban a la gente, ¡no se reian de ella!
Mientras tanto, otro "chico" se acercaba por el camino. Lo cierto es que Märga no acertaba a saber si era un chico o una chica.
- ¿Como llevara esas pintas? lo mejor seria crearle un doble para que vea su aspecto real.
Con otro movimiento de mano, Märga le creo un doble al chico y los llamo para sus adentros "Chico-chica" y "El doble de chico-chica". Casi no pudo reprimir la risa cuando chico-chica miro a su doble asombrado y encantado a la vez. Bueno, habia sido una buena obra, porque le habia dado un amigo. Amigos...
No le dio tiempo a seguir pensando porque un chico extremadamente grueso se acercaba por el camino, seguido por un chico y una chica que se miraban fijamente y se detenian de vez en cuando a besarse apasionadamente. Si, ¿por que no juntarlos a todos? Al fin y al cabo la amistad les vendria bien. Con un nuevo y complejo movimiento de manos creo una mesa bajo el melocotonero (donde Polvo de Galleta, provisto de un palo, trataba de bajar melocotones) e hizo que todos se sentaran. No tardo en oir risas provenientes de la mesa y sonrio para sus adentros. Habia creado al "Clan siniestro".
Dedicado a Marga, ¡feliz cumpleaños guapa!