Los colores eran borrosos y no encajaban. El cielo era de un tono verdoso y aquella puerta no debia de estar en medio de la carretera. Se acerco a mirarla y pudo ver que pertenecia a una mazmorra. A su alrededor no habia nada excepto la carretera extendiendose indefiniblemente hacia ambos lados, por lo que decidio cruzarla para ver que habia al otro lado. Algo le decia que no seria el paisaje que ahora la rodeaba.
Una vez traspasado el umbral se encontro en una llanura a la luz de la luna, que se ocultaba parcialmente tras unos densos nubarrones que amenazaban tormenta. Podia ver algunos rayos a lo lejos y un unico arbol bajo el cual dos unicornios, uno negro y otro blanco, parecian dispuestos a decidir el destino de la humanidad.
- ¡Que sueños mas raros tienes! -exclamo alguien a su lado.
Ëve se giro y vio a Pini sonriendole ampliamente mientras los demas palomiteros hacian gestos apreciativos acerca de su imaginacion onirica.
- ¿Otra vez vosotros? ¿estoy soñando o en la realidad?
- Esto claramente es un sueño -respondio la Gorda Lesbiana.
- ¿Y que haceis aqui?
- Pertenecemos a este mundo. ¿No te alegras de vernos?
- Me alegro de oirte -contesto Ëve en voz apenas audible al Miron Cara Plana, aunque este la oyo perfectamente.
- Pues entonces hemos vuelto a este mundo... ¡que bien! -dijo el taxista sarcasticamente.
- ¿Y os vais a quedar aqui?
- Si, pero... lo cierto es que siempre que quieras podras vernos.
- ¿Y eso?
- Cuando los seres oniricos logramos proyectarnos fuera del sueño se forja un lazo con la persona que nos ha soñado, que siempre puede "visitarnos" en sus sueños a voluntad.
Todos miraron hacia el Palomitero, sorprendidos por su forma de expresarse, pero asintieron. Ëve se quedo pensativa reflexionando acerca de todo lo ocurrido y sonrio. Podia ser divertido.
Dedicado a Eva, ¡feliz cumpleaños neni!
Una vez traspasado el umbral se encontro en una llanura a la luz de la luna, que se ocultaba parcialmente tras unos densos nubarrones que amenazaban tormenta. Podia ver algunos rayos a lo lejos y un unico arbol bajo el cual dos unicornios, uno negro y otro blanco, parecian dispuestos a decidir el destino de la humanidad.
- ¡Que sueños mas raros tienes! -exclamo alguien a su lado.
Ëve se giro y vio a Pini sonriendole ampliamente mientras los demas palomiteros hacian gestos apreciativos acerca de su imaginacion onirica.
- ¿Otra vez vosotros? ¿estoy soñando o en la realidad?
- Esto claramente es un sueño -respondio la Gorda Lesbiana.
- ¿Y que haceis aqui?
- Pertenecemos a este mundo. ¿No te alegras de vernos?
- Me alegro de oirte -contesto Ëve en voz apenas audible al Miron Cara Plana, aunque este la oyo perfectamente.
- Pues entonces hemos vuelto a este mundo... ¡que bien! -dijo el taxista sarcasticamente.
- ¿Y os vais a quedar aqui?
- Si, pero... lo cierto es que siempre que quieras podras vernos.
- ¿Y eso?
- Cuando los seres oniricos logramos proyectarnos fuera del sueño se forja un lazo con la persona que nos ha soñado, que siempre puede "visitarnos" en sus sueños a voluntad.
Todos miraron hacia el Palomitero, sorprendidos por su forma de expresarse, pero asintieron. Ëve se quedo pensativa reflexionando acerca de todo lo ocurrido y sonrio. Podia ser divertido.
Dedicado a Eva, ¡feliz cumpleaños neni!