22 febrero 2011

La Tisseuse des Destins

La piedra visionaria brillaba a la luz que desprendian las antorchas de aquella oscura sala. La sacerdotisa poso su mano sobre el cristal y le dio vida con su poder para penetrar entre las nieblas del futuro, deseando ser capaz de disiparlas.

Dos espejos enfrentados se reflejaban mutuamente hasta la eternidad, sin que nadie rompiera la magia con su opacidad. La melodia de un arpa lleno el lugar, creando sinfonias que se extendieron hasta la realidad...

Dos esfinges se contemplaban reciprocamente, sin que nadie atravesara sus miradas quedando atrapado entre los mundos con la ardua tarea de resolver todos los acertijos que planteaban...

Una sombra esquiva, la sombra del amor, lucia en rostros desconocidos a los que el corazon creia reconocer, para despues darse cuenta de que solo era una sombra, oculta tras las voces de ambar...

La sacerdotisa sacudio su larga melena castaña y acerco una de sus palidas manos a su rostro. Tras reflexionar unos instantes concentro todo su poder en el cristal, tratando de ver aquello que nadie mas podria y tan solo logrando visionar figuras borrosas y enigmaticas que no le decian nada. Suspiro. La piedra visionaria reflejo una hermosa iridiscencia debido a los diferentes puntos de luz que empezaban a formarse alrededor de la joven, que concentro todas sus fuerzas en el cristal en vano. Lo unico que veia era una densa bruma que no era capaz de penetrar. Ya no oia los ecos del arpa...

Aparto su oscura mirada de la piedra y su alma trato de ver en la propia oscuridad de la sala. Todo lo que podia vislumbrar era una antigua rueca en la que labraba su destino y el laberinto que los hados habian tejido para ella...



Dedicado a Silvia, por los viejos tiempos.

14 febrero 2011

Mein Herz Brennt

La niebla se arremolinaba a su paso haciendo que perdiera de vista las nebulosas a traves de las cuales habia llegado a aquel paraje. El silencio le rodeaba y sabia que la unica forma de romperlo era caminar sin rumbo fijo, aunque careciera de sentido, como si se tratara de un sueño en el que los acontecimientos ocurren sin mas, de forma que nadie puede predecir.

- ¡Passsaaa!

Guîmorëll abrio los ojos sorprendido cuando vio lo que le habia saludado. Parecia un folio de tamaño gigante, aunque una mirada mas detallada le revelo que en realidad se trataba de un conjunto de folios que formaban algo que parecia un trabajo, cuyo titulo era ilegible.

- ¡Wooala..! ¿que eres?
- Soy Plan de Accion Tutorial, pero puedes llamarme PAT.
- ¿Que?
- ¿Estas sordo? Me llamo PAT. Tu no tienes pinta de ser de por aqui... -contesto el trabajo mirandole de forma extraña, o al menos eso parecia por sus movimientos.
- Soy un viajero Rômendazmne, me llamo Guîmorëll y vengo a escribir una cronica sobre tus tierras...
- ¡Entonces bienvenido a Mâster! ven conmigo y te mostrare las culturas mas interesantes de la zona.

Guîmorëll no parecia muy convencido de acompañar a aquel extraño ser pero no era lo mas raro que habia visto en su vida, por lo que se encogio de hombros y le siguio.

- ¿Te hace comer aqui? tienes aspecto de estar hambriento.
- ¿Ah, si?
- Las formas de vida se alimentan, ¡entra!

Aquel Plan de Accion Tutorial era algo borde, pero como realmente tenia hambre le siguio. Le habia conducido a un pequeño local de aspecto pintoresco y en ese momento se habia sentado en una silla y consultaba la carta. ¿Como un ser hecho de folios miraba un menu?

- ¡Mira, mira, "secreto iberico"! tiene buena pinta.
- ¿Cual es el secreto?
- Pidelo y lo descubriras.
- Mmhmhm... - Guîmorël miro hacia la destartalada cocina y de nuevo a PAT- creo que no. ¿Tu comes?
- No, es un restaurante para seres como tu.
- ¡Purrrr!

El joven se giro y vio una paloma coja dando saltitos cerca de su mesa.

- En los restaurantes de mi mundo... no suele haber animales, salvo en las terrazas...
- ¡Como! que mundo tan extraño el tuyo... ¿pero no comes nada?
- Si, si...

La siguiente media hora transcurrio en medio de un terrible alboroto ya que la paloma coja, a la que Guîmorëll se dedico a alimentar con las sobras de su plato, echo a volar y los dueños del bar, que segun oyo se llamaban ADP y DDC - ¡nos encantan las siglas! le informo PAT- intentaron espantarla a base de escobazos y acabaron exiliandola a la calle, llevandose casi la mitad del bar por delante.

- ¿Pero no decias que los animales estaban permitidos?
- Pues aqui al parecer no... aunque bien han tardado en echarla. ¿No comes mas? ¿tienes algun trastorno? - le pregunto PAT con curiosidad.
- ¿Trastorno?
- Si, un trastorno. En tu mundo hay mucha gente que tiene trastornos.
- ¡Ah, si! trastornos... nutritivos. No, espera... ¡trastornos alimenticios!
- ¡Si! ¡trastornos alimentarios!
- ¡Pero deja de repetir esa palabra! -contesto Guîmorëll perdiendo la paciencia.
- ¡Bueno! ¡que genio!

Una vez acabo de comer, PAT pago y salieron del local. Guîmorëll miro a su alrededor y descubrio a la pobre paloma tratando de pasar desapercibida escondiendose contra una pared y bastante abatida.

- ¿Que llevas ahi?
- ¿Que?

PAT señalo la bandolera que cargaba y de la que nunca se separaba en sus viajes.

- Eh... es para la cronica, ya sabes, tinta, pergamino... - no pensaba confesarle que la tenia llena de golosinas por si le entraba hambre.
- ¡Que original! Muy bien, prosigamos.

PAT le conto los aspectos mas interesantes de su mundo y las tradiciones ancestrales (incluso le canto durante seis largos minutos su cancion mas antigua y memorable, 'Gamoneus Igitur') mientras Guîmorëll le miraba fijamente. ¡Unos folios unidos con una grapa! no podia ser cierto... miro hacia el cielo y guiño uno de sus ojos verdes hacia las nubes, ¿era esto lo mejor que podia hacer?


Oniros miro fijamente el tablero que representaba a Guîmorëll y movio las figuritas de PCE y CF para que se cruzaran en su camino, pero cuando estaba a punto de ponerlas enfrente del joven se arrepintio. Tenia que haber una forma mas interesante de dificultar su reto...




Dedicado a Guillermo, ¡feliz cumpleaños majo!

Hipnotic

La hipnosis cada vez le resultaba mas interesante. Las sesiones que habia tenido hasta la fecha le habian revelado anecdotas y escenas curiosas que apenas recordaba conscientemente y realmente le habian encantado. Päu caminaba por la casa de campo al lado del mar y un bosque frondoso, como maliciosamente le habia recordado una amiga, en donde estaban pasando unos dias y se pregunto si seria capaz de autohipnotizarse. No podia ser tan dificil, ¿no? si las personas lograban meditar tal vez era posible hipnotizarse a uno mismo. Tras pensarlo detenidamente decidio que lo intentaria, le apetecia mucho sumergirse en su mente y tratar de recordar algunas escenas.

Se acerco a la repisa de uno de los muebles y cogio un colgante que pertenecia a una de sus amigas. El dije consistia en una piedra de color azulado entrelazada en una cadena fina de plata y penso que le combinaba a la perfeccion con uno de sus vestidos, tendria que pedirlo prestado. ¡Pero ahora debia concentrarse! Sus amigas se habian ido de excursion pero ella estaba cansada, por lo que esa vez prefirio quedarse en casa. Ahora podria hacer su sesion sin que nadie la molestara. Bajo las persianas, probablemente una luz tenue favoreceria la meditacion. Incluso podria encender unas velas. Una vez todo estuvo dispuesto tuvo que admitir que la sala parecia el escenario de algun tipo de peli porno y rio con ganas. ¡Menos mal que nadie la veria! sus amigas empezarian a reirse y no podria hacer nada. Alguna quizas se ofreciera a hipnotizarla y eso si que no lo iba a permitir, queria hacerlo con seriedad. Decidio ocupar el sillon mas comodo de la sala y apoyar las piernas en la mesa. Una vez sentada cogio el colgante y empezo a mecerlo delante de sus ojos y a seguirlo con la mirada.

- ¡Parezco tonta! y encima hablo sola -dijo en voz alta, y comenzo a reir de nuevo. La verdad es que no tenia ni idea de como autohipnotizarse. Intento recordar como lo hacia en sus sesiones y penso en las palabras que le decian mientras mecia el colgante a la vez que chasqueaba los dedos. Nada, no podia. Miro nuevamente la sala y esta vez le parecio el lugar ideal para una sesion de espiritismo, pues la luz cada vez era mas escasa debido a que fuera comenzaba a nublar. Seria mejor dejarlo para otro momento, penso, y subio las persianas. Miro hacia fuera y vio una escena realmente extraña: una chica vestida como de gimnasta ritmica intentaba subirse a un arbol para recuperar su cinta, que se habia enganchado en una rama, mientras algo que parecia una vagabunda la contemplaba. ¿Como podia ser? 


- Puede que haya logrado hipnotizarme... ¡o estoy soñando!

La vagabunda se giro y miro hacia la ventana en la que Päu estaba asomada, haciendo que esta se retirase de inmediato. No tenia ningun sentido, todo era demasiado raro y algo no encajaba. ¿Una gimnasta? La chica se asomo de nuevo y vio que la vagabunda se acercaba a la ventana riendose y que la otra la saludaba. 


- ¡Eh! ¡unete a la fiesta!
- ¿Pero que haceis? -grito Päu a sus amigas.
- Una fiesta de disfraces.
- ¿Por que?
- ¡Porque nos da la gana! ¡disfrazate y ven, hemos tenido una idea genial! 


Päu cerro la ventana y miro a su alrededor, ¿de que podia disfrazarse? solo tenia ropa normal, no podria hacer algo original con eso y por lo que habia visto (sus otras amigas iban de princesa, odalisca y pirata, el resto no sabia donde estaban) el liston estaba bastante alto. Tal vez si mezclaba algunos manteles... o mejor, ¡las cortinas! si, con eso podria hacerse un disfraz de griega, ¿por que no? Descolgo las cortinas de una de las habitaciones, que eran de color anaranjado y de una tela semi-transparente y se las enrollo alrededor lo mejor que pudo en varias capas, con lo que los pliegues se veian transparentes pero no el resto de la tela. Animada, se hizo un recogido con algunos pasadores y unos rizos para que enmarcaran su rostro.

- ¿Que haces?
- ¡¡Ah!! ¡que susto! -grito Päu al ver a la vagabunda aparecer - ¿como vas asi vestida?
- Un chiste personal... ¿tu de que vas, belleza griega?
- Gracias por el cumplido, si... jajaja. Estoy acabando el estilismo.
- Espera... -Wherynn desaparecio unos instantes y regreso con unas sandalias- ¡perfectas! conjuntan con tus... cortinas...
- ¿Como lo sabes? ¿se nota mucho? -pregunto Päu mirandose al espejo.
- No, solo que las conozco... jajaja, venga, vamos, las demas esperan.
- ¿Que es lo que vamos a hacer?
- Ya veras...




Dedicado a Paula, ¡feliz cumpleaños loca!

01 febrero 2011

Ancient winds IV


Los vientos antiguos me llevaron hasta una pequeña ciudadela medieval de piedra. Traspase la puerta hacia el interior del majestuoso lugar y llegue a un patio custodiado por grandes columnas de hermosos capiteles tallados con motivos complejos. Contemple cuanto me rodeaba y avance hacia otra puerta para llegar al corazon de aquel lugar.
El patio central tenia unas dimensiones enormes y estaba rodeado de ventanas, algunas iluminadas y otras a oscuras, que revelaban los misterios ocultos por sus dueños. Camine hacia la torre que dominaba la ciudadela y observe su reloj y las magnificas estatuas que lo guardaban. Realmente se trataba de un lugar fascinante de belleza sin igual.
Por un momento me fije en sus habitantes, que parecian reflejar la perfeccion de aquel lugar y paseaban tranquilamente con gran elegancia por entre aquellos muros. Unos ojos castaños que acompañaban a una figura casi divina se cruzaron con los mios y me miraron fijamente durante lo que parecio una eternidad, pues el tiempo se detuvo durante una fraccion de segundo que dejo de fluir en el espacio. Su mirada me guio hacia una puerta que aun no habia vislumbrado y me dirigi a ella atravesando el patio.

La cruce y me encontre con unas escaleras que descendian a algun lugar en el que parecia hacer aun mas frio que en el exterior. Tras bajarlas traspase de nuevo otra puerta y me encontre nuevamente en un patio, mas pequeño que el principal y en el que habia una fuente enorme. Estaba custodiada por un joven de mirada almendrada y seria que me miro de una forma que me hizo recordar un sueño que habia tenido no hacia mucho tiempo. Me acerque y me señalo la fuente, en la que una hermosa figura de marmol manaba agua ininterrumpidamente. Mire mas alla y pude ver los inmensos jardines que rodeaban aquel increible lugar, a traves de los cuales se aproximaba una tercera figura cuyos ojos se veian en la lejania, pues eran claros y destacaban entre el paisaje brumoso y gris que nos envolvia. Cuando estuvo a mi lado me miro y desvio sus hermosos ojos hacia otro lugar. Me gire y vi que la figura casi divina me habia seguido hasta aquel sitio. Los tres se dispusieron a mi alrededor y me miraron creando una atmosfera magica que nunca crei posible. Sus ojos me guiaron hacia mi destino en aquel lugar.

Me negue a cerrar los ojos y deje que los pensamientos fluyeran, me libere de las ataduras y desvie la mirada hacia un hueco en una de las piedras del muro. Introduje la mano en el y encontre un pergamino. Cuando lo desplegue comprobe que contenia la historia de aquel lugar, desde su fundacion hasta su exilio en un desierto lejano por parte de algunos de sus habitantes, que deseaban mantener la sabiduria del lugar en secreto y la forma mas sencilla era dividir su conocimiento. Mire hacia los tres sabios y me sonrieron. Busque entre los pliegues de mi tunica y cogi la hermosa talla del reino en el desierto que me habia regalado aquel anciano que en realidad era joven, muy joven. La sostuve durante unos instantes y despues me dirigi hacia el patio central tras subir las escaleras de marmol. Guiada por algo que no podia definir camine hasta la torre del reloj y vi que en su base habia un hueco en la piedra en la que la talla encajaba a la perfeccion. Note unos ojos miel que me observaban desde una de las ventanas del lugar y me di cuenta de que el pasado se habia fundido con el presente de forma que jamas habia imaginado y de que algun dia alcanzaria los secretos que habia buscado y los deseos que habia anhelado. Los tres sabios me observaron y les sonrei. Debia renunciar a la talla y dejarla en aquel lugar, donde pertenecia. El de los ojos claros se acerco a mi, me llamo por el verdadero nombre de mi alma y rozo mis manos por un instante, provocando que las runas de ese nombre, de mi nombre y algunas otras se iluminaran. Su mirada era indescifrable. Note que en el pequeño universo a escala de la caja que ocultaban los pliegues de mi tunica algunos planetas se movian formando conjunciones, una estrella fugaz cruzo parte de aquel firmamento y una nebulosa cobraba vida, pero no supe como fui capaz de sentirlo.

Un viento helado acaricio mi rostro y en contra de mi voluntad aparte la vista de aquella figura para proseguir mi viaje, pues los vientos antiguos me reclamaban para llevarme a mi proximo destino.



Continuara...