14 febrero 2011

Hipnotic

La hipnosis cada vez le resultaba mas interesante. Las sesiones que habia tenido hasta la fecha le habian revelado anecdotas y escenas curiosas que apenas recordaba conscientemente y realmente le habian encantado. Päu caminaba por la casa de campo al lado del mar y un bosque frondoso, como maliciosamente le habia recordado una amiga, en donde estaban pasando unos dias y se pregunto si seria capaz de autohipnotizarse. No podia ser tan dificil, ¿no? si las personas lograban meditar tal vez era posible hipnotizarse a uno mismo. Tras pensarlo detenidamente decidio que lo intentaria, le apetecia mucho sumergirse en su mente y tratar de recordar algunas escenas.

Se acerco a la repisa de uno de los muebles y cogio un colgante que pertenecia a una de sus amigas. El dije consistia en una piedra de color azulado entrelazada en una cadena fina de plata y penso que le combinaba a la perfeccion con uno de sus vestidos, tendria que pedirlo prestado. ¡Pero ahora debia concentrarse! Sus amigas se habian ido de excursion pero ella estaba cansada, por lo que esa vez prefirio quedarse en casa. Ahora podria hacer su sesion sin que nadie la molestara. Bajo las persianas, probablemente una luz tenue favoreceria la meditacion. Incluso podria encender unas velas. Una vez todo estuvo dispuesto tuvo que admitir que la sala parecia el escenario de algun tipo de peli porno y rio con ganas. ¡Menos mal que nadie la veria! sus amigas empezarian a reirse y no podria hacer nada. Alguna quizas se ofreciera a hipnotizarla y eso si que no lo iba a permitir, queria hacerlo con seriedad. Decidio ocupar el sillon mas comodo de la sala y apoyar las piernas en la mesa. Una vez sentada cogio el colgante y empezo a mecerlo delante de sus ojos y a seguirlo con la mirada.

- ¡Parezco tonta! y encima hablo sola -dijo en voz alta, y comenzo a reir de nuevo. La verdad es que no tenia ni idea de como autohipnotizarse. Intento recordar como lo hacia en sus sesiones y penso en las palabras que le decian mientras mecia el colgante a la vez que chasqueaba los dedos. Nada, no podia. Miro nuevamente la sala y esta vez le parecio el lugar ideal para una sesion de espiritismo, pues la luz cada vez era mas escasa debido a que fuera comenzaba a nublar. Seria mejor dejarlo para otro momento, penso, y subio las persianas. Miro hacia fuera y vio una escena realmente extraña: una chica vestida como de gimnasta ritmica intentaba subirse a un arbol para recuperar su cinta, que se habia enganchado en una rama, mientras algo que parecia una vagabunda la contemplaba. ¿Como podia ser? 


- Puede que haya logrado hipnotizarme... ¡o estoy soñando!

La vagabunda se giro y miro hacia la ventana en la que Päu estaba asomada, haciendo que esta se retirase de inmediato. No tenia ningun sentido, todo era demasiado raro y algo no encajaba. ¿Una gimnasta? La chica se asomo de nuevo y vio que la vagabunda se acercaba a la ventana riendose y que la otra la saludaba. 


- ¡Eh! ¡unete a la fiesta!
- ¿Pero que haceis? -grito Päu a sus amigas.
- Una fiesta de disfraces.
- ¿Por que?
- ¡Porque nos da la gana! ¡disfrazate y ven, hemos tenido una idea genial! 


Päu cerro la ventana y miro a su alrededor, ¿de que podia disfrazarse? solo tenia ropa normal, no podria hacer algo original con eso y por lo que habia visto (sus otras amigas iban de princesa, odalisca y pirata, el resto no sabia donde estaban) el liston estaba bastante alto. Tal vez si mezclaba algunos manteles... o mejor, ¡las cortinas! si, con eso podria hacerse un disfraz de griega, ¿por que no? Descolgo las cortinas de una de las habitaciones, que eran de color anaranjado y de una tela semi-transparente y se las enrollo alrededor lo mejor que pudo en varias capas, con lo que los pliegues se veian transparentes pero no el resto de la tela. Animada, se hizo un recogido con algunos pasadores y unos rizos para que enmarcaran su rostro.

- ¿Que haces?
- ¡¡Ah!! ¡que susto! -grito Päu al ver a la vagabunda aparecer - ¿como vas asi vestida?
- Un chiste personal... ¿tu de que vas, belleza griega?
- Gracias por el cumplido, si... jajaja. Estoy acabando el estilismo.
- Espera... -Wherynn desaparecio unos instantes y regreso con unas sandalias- ¡perfectas! conjuntan con tus... cortinas...
- ¿Como lo sabes? ¿se nota mucho? -pregunto Päu mirandose al espejo.
- No, solo que las conozco... jajaja, venga, vamos, las demas esperan.
- ¿Que es lo que vamos a hacer?
- Ya veras...




Dedicado a Paula, ¡feliz cumpleaños loca!

2 comentarios:

pauuuuu dijo...

me encantoooooooo¡¡un dia intentaré hipnotizarme a ver si no se me da tan mal como en tu historia¡¡jajajaja¡¡el boske frondoso siempre presente eh??jajajaja¡¡lo de k me tiene k combinar todo con todo es por las largas jornadas de tienda en tienda k te hacia pasar eh??jajajaja¡¡me encanto enserio¡¡¡muchas gracias¡¡un besinn

Wherynn dijo...

Si, tengo tus combinaciones de ropa grabadas en la retina, xdd. ¿Cuando la proxima? tengo el sindrome de Estocolmo (que siempre confundo con el de Diogenes, jaja)