Cuando las ultimas estrellas dejaron de brillar entendio que se habia perdido. Habia seguido la misma ruta de siempre, pero el camino parecia errado. Y el tambien erraba entre sus fantasias, que parecian haber cobrado vida repentinamente. ¿Que ocurria? No acertaba a decir por que tenia visiones que vagaban libremente entre sus pensamientos, como si algun tipo de magia ancestral se hubiera apoderado de su ser.
Entonces la vio. Una dama paseaba por el camino y parecia sumida en sus propias reflexiones. La conocia, la habia visto en otras ocasiones, pero jamas habia osado acercarse a ella. La joven le vio y cuando sus miradas se cruzaron parecio quedarse de piedra. Fônsö no supo reaccionar y se quedo mirandola a su vez. La energia que manaba entre ambos no tenia ninguna explicacion logica.
- ¿Lord Fônsö? -pregunto ella con voz cantarina.
- Si, soy yo. ¿Quien sois?
- Me llamo Lady Whers.
Fônsö tuvo otra vision, pero la guardo para si. Sonrio a la joven y comenzo a departir con ella sobre el castillo al que pertenecia, las veces que la habia visto paseando por la villa... el tiempo pasaba y el amanecer dejo paso a un dia soleado en el que las unicas sombras que se proyectaban eran las de los arboles que dominaban el camino.
Un crujido repentino interrumpio sus palabras. Fônsö se puso en guardia y empuño su espada, pero Lady Whers fue mas rapida. De un agil movimiento tomo la vara que llevaba a la espalda y la transformo en metalica de modo que decapito al hombre que acababa de emerger entre los arbustos. Otros hombres aparecieron detras de el y Fônsö defendio a la joven, que prosiguio degollando a cuantos se interponian en su camino.
- Menuda emboscada... me he puesto algo bervioso -comento Fônso una vez terminaron. Realmente le habia causado cierta sorpresa que la joven fuese tan sangrienta.
- Nada del otro mundo... -dijo esta con un curioso brillo en los ojos que recordo al guerrero otros ojos que habia visto hacia muy poco...- seria buena idea regresar al castillo.
- La verdad es que... ¿Como es que conoceis la lengua del bosque?
- Simre me han gustado las lenguas ancestrales.
El joven la miro y de nuevo tuvo aquella sensacion, como si se enfrentara a la mirada de una esfinge. Tenia un aura muy poderosa, pero era imposible que fuera...
- Eres el espiritu del bosque -asevero. Ella le dirigio una mirada que se le clavo en el alma.
- Quizas tu lo seas -respondio simplemente.
- No lo soy...
- No lo sabes.
- Intentaste matarme...
- Mi flecha no te hubiera alcanzado jamas.
- ¡De modo que eras tu!
Lady Whers sonrio enigmaticamente y nuevamente desaparecio con una voluta.
- No pasees por mi bosque si sabes lo que te conviene... -escucho Fônsö en algun hueco de su mente.
- Hare lo que me venga en gana.
Mas visiones, imagenes cruentas sobre lo que les ocurria a los que desoian sus ordenes.
- Nunca me harias daño -afirmo Fônsö.
- Te muestras muy seguro -comento ella apareciendo a sus espaldas.
- Quieres algo de mi.
- ¿Me lees el pensamiento? -pregunto ella sin realmente parecer impresionada.
- Si.
La joven sonrio ampliamente y creo una pequeña esfera de luz en su mano para despues transformarla en un amuleto con forma de caliz que tendio a Fônsö.
- Toma, uqe qpeocveche.
- No entiendo...
- Ya lo haras.
- ¿Que sabes del meteorito?
De nuevo aquella sonrisa enigmatica.
- Eres muy directo.
- Si, señorita.
- Aun no puedo revelarte nada acerca del meteorito... tu mismo lo descubriras.
Fônsö se quedo pensativo mientras Lady Whers observaba los cadaveres que habian dejado en el bosque sin aparente interes. Al fin y al cabo era como mirarse en un espejo...
Dedicado a Alfonso, ¡feliz cumpleaños gominolo!
- Eres el espiritu del bosque -asevero. Ella le dirigio una mirada que se le clavo en el alma.
- Quizas tu lo seas -respondio simplemente.
- No lo soy...
- No lo sabes.
- Intentaste matarme...
- Mi flecha no te hubiera alcanzado jamas.
- ¡De modo que eras tu!
Lady Whers sonrio enigmaticamente y nuevamente desaparecio con una voluta.
- No pasees por mi bosque si sabes lo que te conviene... -escucho Fônsö en algun hueco de su mente.
- Hare lo que me venga en gana.
Mas visiones, imagenes cruentas sobre lo que les ocurria a los que desoian sus ordenes.
- Nunca me harias daño -afirmo Fônsö.
- Te muestras muy seguro -comento ella apareciendo a sus espaldas.
- Quieres algo de mi.
- ¿Me lees el pensamiento? -pregunto ella sin realmente parecer impresionada.
- Si.
La joven sonrio ampliamente y creo una pequeña esfera de luz en su mano para despues transformarla en un amuleto con forma de caliz que tendio a Fônsö.
- Toma, uqe qpeocveche.
- No entiendo...
- Ya lo haras.
- ¿Que sabes del meteorito?
De nuevo aquella sonrisa enigmatica.
- Eres muy directo.
- Si, señorita.
- Aun no puedo revelarte nada acerca del meteorito... tu mismo lo descubriras.
Fônsö se quedo pensativo mientras Lady Whers observaba los cadaveres que habian dejado en el bosque sin aparente interes. Al fin y al cabo era como mirarse en un espejo...
Dedicado a Alfonso, ¡feliz cumpleaños gominolo!