26 julio 2012

Wicca

Era la ciudadela mas hermosa que habian contemplado jamas. Las casas se alzaban imponentes alrededor de parterres y fuentes que adornaban las avenidas dandoles un aspecto intemporal, aunque estaba claro que la civilizacion moderna habia creado aquel magnifico lugar. Yrguv apenas podia reconocer su hogar, pero tenia claro que era el mismo sitio que habia vislumbrado en su sueño.

- Eres nuestra guia -recordo Mâry a la antigua genio.
- ¿Y si aparece mi prometido? -pregunto la joven asustada.
- Le engañaremos, o le damos una paliza, ya veremos...
- Shÿla... no bromees, no sabemos de que es capaz.
- Tenemos pociones de combate y mucha imaginacion, esperemos que sea suficiente.

Nälya suspiro y miro a Mâry, que le hizo un gesto señalando a unas figuras encapuchadas que acababan de cruzar hacia un oscuro callejon. Aquello les parecio de lo mas sospechoso y topicazo, por lo que decidieron ignorar a quienes fueran y continuar la senda de los sueños de Yrguv.

- ¿Por donde..? -comenzo Mâry, interrumpiendose cuando vio a Shÿla estremecerse. Nälya asio su mano con fuerza tratando de adentrarse en sus sensaciones y la joven cerro los ojos dejando fluir su poder. Ser capaz de captar la oscuridad en los corazones que la rodeaban era su mayor don.
- Es uno de los sitios mas tetricos en los que hemos estado... todo aqui rezuma maldad.
- No sera para tanto... -comento Mâry.
- No es el Sÿrmû en el que me crie, de eso no hay duda. Es muy hermoso, incluso mas que en mi epoca, pero como dice Shÿla todo tiene un halo maligno que no me gusta nada...
- Seria bueno que pusieramos cara de malotas, en plan princesas de las sombras, o empezaremos a levantar sospechas...
- Lo que realmente seria util es cambiar el rostro de Yrguv. Si su prometido anda cerca la reconocera y eso no nos conviene -sentencio Mâry.

Las jovenes brujas se escondieron tras uno de los jardines y Nälya transformo a Yrguv, cambiando sus ojos almendrados por unos grandes ojos aguamarina, su espesa cabellera castaña por una melena negra larga y lisa y creando algunos lunares en su rostro.

- Sigue siendo una preciosidad -suspiro Shÿla con cierta envidia.
- Eeeh... gracias -respondio la antigua genio sonrojandose- lo importante es que resulte irreconocible.
- Nadie sabra que eres tu. Y ahora, guianos.

Yrguv las condujo a traves de la ciudadela y les fue señalando los lugares mas llamativos que aparecian en sus sueños mientras las dirigia hacia la mansion de su prometido, en la que debian robar unas semillas que resultaban vitales por alguna razon que desconocia.

- Tu cristal... esta brillando -apunto Mâry.
- ¿Que significa?
- Quizas tu prometido este cerca...
- Es la fuente de su poder -menciono Shÿla en un susurro.
- ¿Como?
- La magia que les mantiene unidos. Por eso tiene poder sobre ella, por eso la pudo convertir en genio -explico Nälya.
- ¿Pero cuando..?
- Telepatia -respondio sencillamente Nälya.


Nadie menciono nada mas hasta que llegaron a la gran mansion, cerca de la cual el cristal brillaba aun con mas fuerza. Mâry y Nälya decidieron quedarse en la retaguardia mientras Yrguv y Shÿla conseguian las semillas, que se encontraban en el sotano.

- Las esconde en un cofre bajo llave, pero se como abrirlo -musito Yrguv una vez se encontraron en el lugar.
- Si no ya sabes, un pequeño hechizo y...
- No sera necesario -afirmo tomando un cofre de oro entre sus manos y golpeandolo suavemente en determinados puntos, logrando que se abriera con un leve crujido. En su interior habia unas semillas azuladas que recogio rapidamente.
- ¡He oido un ruido! ¡salgamos de aqui, rapido! -Shÿla cogio a Yrguv de la mano. Esta poso la otra mano en la espalda de la bruja y proyecto una onda en ella- Estoy a sus ordenes, mi ama -afirmo la bruja con voz monocorde.
- Perfecto... -dijo Yrguv con voz maligna.



Dedicado a Maria, ¡feliz cumpleaños moza!

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