El grupo avanzaba con agilidad por aquel bosque. A pesar del peligro, Jeanpo apenas era capaz de contener la risa al ver a Wherynn atravesando arboles, rocas y cuantos obstaculos le salian al paso.
- ¿Que? ¡Para una vez que no tengo que ceder el paso! -arguyo la sacerdotisa- los raros sois vosotros, que vais esquivando todo...
- ¡¡Aaaah!!
Srynna lanzo uno de sus tremendos chillidos y sus dos amigos se dieron la vuelta poco impresionados -fruto de la costumbre. Sin embargo, cuando la vieron atrapada en un circulo dorado que formaba una jaula a su alrededor y comprobaron que ahora era visible para todos sus rostros cambiaron.
- ¿Que ha pasado?
- ¡He pisado una trampa!
Wherynn trato de deshacer el conjuro, pero le fue imposible, y Jeanpo comenzo a ponerse nervioso.
- ¿Y ahora que hacemos? ¡seguro que los magos estan de camino! -comento, apurado.
- Bueno... contamos con la ventaja de que solo te ven a ti...
- Ya, pero sabran que voy acompañada... ¿que hacemos? -se impaciento la ermitaña.
La sacerdotisa hizo un conjuro y se elevo unos centimetros del suelo junto con Jeanpo.
- Lo primero de todo, no correr mas riesgos...
Unas voces en las proximidades les indicaron que los brujos estaban muy cerca.
- Vale, ahora no hables. Esto es lo que vamos a hacer. Si quieren robarte tus poderes, tendran que deshacer la jaula. En el preciso momento en que se puedan hacer encantamientos, te hare invisible. Una vez que lo seas, te lanzas todos los demas conjuros de proteccion mientras yo los inmovilizo momentaneamente y luego huimos a toda prisa -explico Wherynn.
- ¿Y yo que hago? -pregunto Jeanpo.
- Tu cubreme.
- Pero... espera, ¡Minethlos!
Jeanpo y Wherynn se la quedaron mirando mientras la joven sacaba el caramelo de su tunica.
- Minethlos es inmune a la magia, ¿no? sera el aliado perfecto para cubrirnos, ademas estoy segura de que nos tiene mucho cariño.
- Si, pero si lo ven lo reconoceran y querran robarnoslo... -razono la sacerdotisa.
- ¡No, porque tu lo haras invisible!
- Pero que es inmune a la magia... ¡tu misma lo acabas de decir! -recordo Jeanpo.
- Oh... cierto... Pero... ¿y si le clavamos una ramita? a lo mejor se le puede hacer invisible a traves de ella...
- O simplemente se convierta en un caramelo gigante con una ramita invisible clavada... -comento Wherynn -aunque si, hazlo, como poco podremos transportarlo con nosotros a traves de ella... al fin y al cabo antes era invisible porque tu lo eras con el...
- Hay que intentarlo. Por lo pronto lo escondere entre la hierba, para cuando crezca sera demasiado tarde para ellos...
- ¡¡Chsss!!
Srynna guardo silencio y al poco vio aparecer a los hechiceros malignos entre los arbustos. Estos la miraban con codicia. No todos los dias podian atrapar a una ermitaña con poderes y quiza articulos interesantes.
- ¡Hola, bonita! ¿con quien hablabas? -pregunto uno de los brujos lanzando un hechizo al aire. Este no surtio efecto porque Wherynn habia sido lo bastante rapida como para conjurar un escudo a su alrededor y alrededor de Jeanpo mientras llegaban. Srynna comenzo a hablar asustada como si hubiera alguien delante de ella con la esperanza de parecer perturbada.
- Creo que esta loca... pobrecilla... no deberia viajar tan solita... -comento uno de los hechiceros, que tenia los dientes podridos.
- Lo mejor sera quitarle los poderes y liberarla de esa carga... -susurro malevolamente otro mientras deshacia la jaula.
Todo ocurrio muy rapido. En cuanto la jaula desaparecio, Srynna se volvio repentinamente invisible y se transporto a unos metros del lugar, detras de un arbol. Mientras se lanzaba el resto de encantamientos protectores, Minethlos comenzo a crecer y los hechiceros gritaron aterrados. No se esperaban aquello. Los tres amigos huyeron velozmente mientras los gritos se iban apagando.
- ¡Eso de transportarte fue una gran idea! -alabo Wherynn a la ermitaña.
- Si... lo que no entiendo es por que ahora estamos huyendo volando... -comento Jeanpo.
- Yo que se, los nervios... -se disculpo Wherynn.
- ¿Habra acabado Min con todos?
- ¿Min? -rio Wherynn.
- ¿Min? -rio Wherynn.
- Es genial... -contesto Srynna con ojos soñadores.
La ermitaña lanzo un conjuro de vision lejana y vio como Minethlos acababa en ese mismo instante de engullir al ultimo de los magos. El caramelo se giro hacia donde se encontraban y Srynna hubiera jurado que de llegar a tener rostro les estaba guiñando un ojo. El caramelo menguo y la ermitaña le transporto a su lado. Cuando aparecio en su mano, le dio un beso.
- ¡El mejor caramelo del mundo entero! -dijo, triunfal.
- Si, pero ahora vuelve a hacer todos tus hechizos o los demas veran un caramelo de menta volador. Conjurare un velo de invisibilidad a tu alrededor para que lo hagas tranquila y te mantendre en el aire.
- Hay que ver, ¡teneis hechizos para todo! -admiro Jeanpo.
Poco mas tarde se alejaban de aquel lugar maldito mientras observaban desde el aire como estaba la situacion. Los brujos se reunian en grupos para conspirar, ponian trampas por doquier y se traicionaban entre ellos. No era una zona segura, y lo unico que querian era salir de alli para poder llegar a su destino.
- ¿Cual es el siguiente enclave desde el que podemos transportarnos? -pregunto Srynna, que se cansaba de volar.
- No estoy seguro de que te vaya a gustar la respuesta... -contesto cripticamente Jeanpo.
Dedicado a Saryna, ¡feliz cumpleaños!
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