La sensación era de lo más inusual... Sentía que ya había estado en aquel lugar, en ese espacio blanco rodeada por la nada... Las burbujas que se movían a mi alrededor creaban hermosas iridiscencias y me hacían sentir feliz y ligera, me sentía en paz... Procedente de algún lugar escuchaba una melodía que me recordaba a otra melodía que parecía muy lejana en mi memoria... La música de aquella serena realidad hacía que mis pensamientos fluyeran más despacio, dándome tiempo para meditar... Los sonidos de aquel mundo me remontaban a los orígenes de la creación del espíritu, cuando ninguna experiencia oscurecía ni iluminaba los recuerdos que forjaban nuestra vida... Era un momento místico, jamás me había sentido tan tranquila, solo en sueños... Tenía esa mágica sensación de inmortalidad, de eternidad... simplemente estaba allí, sin ninguna razón... Me limitaba a contemplar esas burbujas... la nada... la existencia... Entonces el miedo comenzó a apoderarse de mi... Me sentía atrapada en un mundo irreal lleno de pesadillas que mi propia mente creaba, y no podía escapar de ellas... El portal de cristal emergió de entre la nada y me deslicé hacia él como en un sueño, temía perderme para siempre si no lo atravesaba en aquel preciso instante... Su umbral me dio la bienvenida y comprendí que la batalla final se acercaba inexorablemente... y lo estaba deseando...
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