19 diciembre 2014

Wanderlust wayfarer

La lluvia era muy fina y el prado hacía que se deslizasen entre el barro, ya que estaba bastante húmedo. Jeanpo se debatía entre la desesperación y la risa. Aquellas dos chicas, a pesar de ser de lo más agresivas, eran incapaces de luchar con gracia. Wherynn era muy torpe y a pesar de ponerle ganas sus golpes eran poco certeros, obviando el hecho de que siempre parecían dirigirse hacia la misma zona... lo cual no era tan malo. Srynna peleaba como una chica (ganándose que le volviera a llamar machista cuando se lo dijo) y la verdad, esperaba que le dieran una magia poderosa que no requiriera mucha puntería, porque había que ver... 

- No haces carrera de nosotras, ¿eh? -le comentó Wherynn.
- ¿Cómo?
- Quiero decir que no hay manera de enseñarnos a combatir...
- Bueno, tendréis la magia de Thöw... mientras aprendáis a emplearla...
- ¡Claro que sí! y si no a mí dame un arma con filo, les cortaré las manos y los pies... -dijo Srynna con un deje macabro.
- Antes tendrías que saber inmovilizarlos... -observó Jeanpo.
- Me los sujetáis y ya.

La lluvia arreciaba por momentos, así que decidieron parar y aprovechar para comer algo. A Jeanpo le gustaba mucho la comida que guardaban en esos recipientes de material extraño que llamaban "latas", aunque también le apetecía cazar algo fresco, pero al parecer no podía hacerlo en el parque. Una lástima, un poco de ciervo asado en la hoguera estaría delicioso...

- ¡Meca, meca, meca! ¡Me acabo de dar cuenta de una cosa! -exclamó Wherynn cuando estaban a punto de empezar a comer.
- ¿Qué?
- ¡La chica!

Jeanpo y Srynna la miraron con cara interrogante.

- La chica sabe que estamos aquí.

Los otros dos no hicieron ningún gesto.

- ¡Si está aliada con los Nö sabrá dónde encontrarnos! ¡y nos robará la piedra!
- ¡Uy, casi lo has pronunciado bien! suena parecido a cuando lo dice Jeanpo...
- ¿¿Cómo no nos hemos dado cuenta antes?? ¡Tenemos que irnos! -la interrumpió este.
-  En realidad no, ¿pero no os habíais dado cuenta antes? ¡Qué paleetos!
- ¿Cómo que no tenemos que irnos? ¿Lo dice Thöw?
- Si, la batalla será aquí. Lo que espero es que haga mejor tiempo, me da la vara luchar bajo la lluvia...
- ¿Por qué te lo tomas todo a risa? ¡Es muy serio!
- Porque Thöw me mandó una visión mientras ponía los platos.
- Qué mundano... jajaja, tendría que mandarte la visión en sueños o algo más épico... -rió Srynna.
- Jaja, como sea, vendrá luego.


Después de comer y reunirse en torno a la hoguera para secarse cuando la tienda de las chicas se vino abajo ("¡Es culpa de la ardilla cotilla, fijo!" dijo Srynna) Thöw apareció en el claro.

- ¿Qué passsaaa? -le preguntó Wherynn para sorpresa del mago.
- Déjala, está muy tonta hoy. ¿Vienes a darnos los poderes? -preguntó Jeanpo. 
- Si, conjuntarán con mi tatuaje guapo -añadió su amiga.
- En serio... ¿estás bien? -murmuró Srynna.
- Es que me siento poderosa. O me voy a sentir poderosa, vaya.
- En fin... es bueno que tengáis el espíritu tan alto. Venid aquí y os otorgaré una habilidad -pidió Thöw señalando cerca de la hoguera.
- ¿Así, ya? ¿Sin ritual chulo ni nada? -se entristeció Srynna.
- No tenemos tiempo para tonterías. Pídele a Wherynn que cante algo gótico de eso que está cantando todo el rato cuando cree que nadie la escucha.
- ¡Eh, me espías! -rió la aludida.

Al ritmo de 'The Mystic's Dream', Srynna y Jeanpo recibieron su magia. Luego Wherynn se acercó a Thöw, que la miró intensamente y le concedió otro poder.

- La fuerza mana de vuestro interior, así que vosotros mismos deberéis descubrir cuál es vuestro don.
- Osea que si viene alguien a freírme a leches no sé ni qué movimientos tengo que hacer ni si ocurrirá algo que me proteja...
- ¡Srynna! -la regañó Jeanpo.

El mago rió de buena gana y les explicó que la magia fluiría por si misma cuando fuera preciso.

- Un poco más de confianza, será algo grandioso... -le dijo Wherynn.
- No es justo, Whers, vosotros tenéis conexión y sabes lo que va a pasar...
- En realidad no, solo sé que, como dice él, la magia fluirá.

Sus palabras se vieron interrumpidas cuando una terrible angustia se apoderó de ella y cesó de respirar. Al momento se vio libre y, muy desconcertada, miró alrededor hasta dar con la mirada culpable de Jeanpo.

- Así que ese es mi poder...
- ¿¿¿Y tenías que probarlo conmigo, psicópata??? ¡¡Te voy a matar a patáes!! 
- ¡Para! ¡Yo quiero saber el mio! ¿Apunto a ese árbol? -preguntó Srynna a Thöw.
- Te lo recomiendo.
- ¿Cómo hiciste tu? -preguntó a su vez a Jeanpo.
- Solo pensé en qué haría si alguien me atacara.
- Vale.

Una terrible ráfaga de aire con cristales de hielo se clavó en el tronco del árbol.

- ¡Genial!
- Ahora yo...

Una tempestad de fuego abrasó el árbol reduciéndolo a cenizas.

- ¡Vaya! ahora me da pena... -comentó Wherynn.

Thöw hizo un movimiento con su mano y el árbol comenzó a florecer de nuevo.

- ¡Qué bonito! -exclamó Srynna.
- ¿Todo esto no lo estará viendo la ardilla cotilla o algún esbirro de los Nöh..? -observó Jeanpo.
- No os preocupéis, todo está despejado. Ahora, hablemos de la batalla...



Dedicado a Jeanpo, ¡feliz cumpleaños neno!

1 comentario:

Jeanpo dijo...

Gran historia, como siempre. ¡Gracias!