12 marzo 2016

Tierra (Ávalon) (II)

This land, abandoned and dried out
this land, no one hears you shout
in my hand the seed of love and life
but in this land it withers and it dies

Ávalon, el reino de la mujer de tierra, custodiaba toda su prístina belleza. Era el mundo idílico entre las nieblas que recordaba el origen de la tierra de los mortales, el principio de todo linaje, el comienzo de todas las genealogías. La fuente de la vida, el manantial de la existencia. Un mundo perdido entre su recuerdos que debía recorrer en la senda hacia la iluminación antes de que se marchitara, pues aquella tierra sagrada, llena de misterios, solo renacía para los elegidos en momentos de oscuridad para evocar la luz de la ilusión olvidada...

Over the mountains, higher
when will you find us? higher
Over the mountains, higher
when will you find us?

La naturaleza enigmática de aquella tierra divina tenía el poder de sumir a su reina en el más profundo de los sueños, donde el inconsciente, libre de ataduras, dejaba paso a la meditación arcana. En aquellos momentos, su cuerpo se fundía con la esencia de aquel mundo y sus raíces con los deseos más ocultos de su corazón. La armonía del espíritu de los seres de Ávalon se unía a la perfección que el equilibrio otorgaba en su interior oculto tras las brumas, que como pensamientos, fluían indescifrables a través de la oscura mirada de la diosa... 

Oh, I hear, hear the echo of your drums
it's in your hands let the rain dance
Oh, I feel, feel the power of your song
it's in your call let the rain fall

El silencio se rompía con los sonidos de la naturaleza y el murmullo de sus pasos a través de la existencia. Meditar traía consigo la iluminación, pero la sinceridad que requería era ardua y no siempre agradable. Las visiones de Astralia aparecían en el firmamento cuajado de estrellas y en el cielo azul que daba la bienvenida durante el día. El poder divino de su interior hacía que el renacimiento de sus instintos tuviera sentido y que la lluvia que creaba desde su espíritu hiciera que brotasen flores y retoños por doquier en aquella tierra antigua...

Make it rain, make it rain, rainmaker
Make it rain, make it rain, rainmaker

Su reino, la isla de las manzanas, era la esencia de su espíritu. Lo que buscaba entre los bosques, lo que anhelaba en sus ríos, el deseo y la ambrosía ocultos tras la niebla. Un mundo de perfección abstracta en el que no existía la eternidad, pero que era inmortal en todos sus instantes. No era difícil perderse en sus sendas, pero era imposible errar en el camino. La oscuridad y la luz convivían en perfecta armonía en sus intrincados designios, etéreos como la más suave de las caricias, perpetuos como el ciclo infinito de la vida y la muerte...

One love carried by the wind
one love glowing on our skin
join us when the sun is high
it only takes one love to open up the sky

No existía la pureza para aquellos seres cuyas mentiras regían su existencia, y para ellos no existía aquella majestuosa y primigenia isla. La diosa nunca concedía sus dones en vano, aunque las nieblas se habían disipado en alguna ocasión para aquellos que no habían sido elegidos. Tan solo vislumbrar aquella tierra tenía el poder de mostrar cómo era su verdadero espíritu y si podrían recorrer sus senderos, pero ninguno parecía revelarse digno de tal privilegio. Nunca jamás conquistarían su hermoso mundo sin poseer la sabiduría...

Over the mountains, higher
when will you find us? higher
Over the mountains, higher
when will you find us?

Conocía bien al elegido. Su corazón lo conocía. Donde el tiempo y el espacio no son, donde las fuerzas de la naturaleza conviven en perfecta y caótica armonía por toda la eternidad. Un sentimiento demasiado poderoso para ser nombrado, incluso para sentirse en el interior de la mortalidad. Con el poder de la creación y la destrucción en un solo ser divino que no pertenece a la realidad, ni siquiera en Ávalon. Porque, aunque había tardado siglos en llegar a la iluminación, había comprendido que aquel ser era más que un mortal...

Oh, I hear, hear the echo of your drums
it's in your hands let the rain dance
Oh, I feel, feel the power of your song
it's in your call let the rain fall

Y su idílica isla, pura por el don de la lluvia, era un reino inmortal de la realidad. Un reino que tendría que abandonar si quería descubrir la verdadera razón de su existencia. La auténtica creación. Con sus bosques olvidados, sus ríos caudalosos, sus flores delicadas y todo lo que la hacía hermosa. La meditación requería sinceridad y un don que ella poseía aunque no podía desvelar. Un don que solo entendería aquel que lograra conquistar los terrenos más ocultos de la tierra que ella anhelaba más incluso que entender el por qué de su existencia...

Make it rain, make it rain, rainmaker
Make it rain, make it rain, rainmaker

Ávalon, el reino de la mujer de tierra. La tierra legendaria donde se perdían los mortales cuyos deseos querían cumplir en la conquista de la fugaz eternidad, sin entender que no todos podían vislumbrar su única realidad. Las nieblas cubrirían la isla para siempre y ella no volvería a verla jamás, pues el destino le tenía designado un camino verdadero y no la sombra que antaño había querido entender como realidad, entelequia fruto del delirio y la vana ilusión del amor. La reina de Ávalon se fundió en la naturaleza y se desvaneció para siempre...


End part II

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