26 julio 2017

Genie


Epílogo

"Demonio Noxnox:

Uno de los demonios más poderosos del inframundo. Tiene el poder de envenenar las mentes de sus enemigos y controlarlos a través de objetos que les son queridos.
Solo destruyendo el objeto podrá liberarse el mal de aquellos a los que controla, pero su verdadero dueño debe romperlo. De otra forma quedará maldito para siempre.

Canto para vencer a Noxnox

"Demonio de oscuridad, vuelve a las sombras
destruyo con tu muerte todo lo que nombras".

- ¡Es un demonio! -exclamó Shÿla.
- ¿No habías llegado a esa conclusión ya? -dijo Nälya poniendo los ojos en blanco.
- Si mujer, pero quién sabe, quizá no era la fuente...
- ¡No perdamos tiempo! Yrguv debe destruir el colgante.
- ¿Y cómo lo va a hacer? No podemos obligarla...
- Lo sé, Shÿ... no tengo ni idea...

Todo aquello resultaba demasiado complicado y no sabían qué hacer para acabar con Noxnox.

- ¡Esto es lo que dijo la pitonisa! -exclamó de nuevo Shÿla.
- ¿"La pitonisa"?
- ¡Mâry! ¡La que nos leyó la mano! "Un hombre que no es bueno para ti y tendrás que destruir el vínculo que os une". Y que acabara con el mal de su corazón ella sola...
- ¡Vuelvo ahora!

Ante la estupefacción de sus amigas, Nälya se volatilizó y las dejó solas.

- ¡Nos ha vendido!
- No mujer, volverá ahora... ¡Uy!

Los demonios e Yrguv se descongelaron y Mâry volvió a congelarlos.

- Mas vale que se dé prisa... -suspiró.

Un rato más tarde, cuando las chicas empezaban a ponerse nerviosas y mientras planeaban como hacer que Yrguv quisiera romper el colgante, Nälya apareció de nuevo con la señora.

- ¿Pero qué..? -empezó Mâry.
- Tranquilas, es de confianza. Es bruja, como nosotras.
- ¿Cómo...?
- No os preocupéis queridas. Yo perdí a mi clan y por eso ahora me dedico a leer las manos y vivir tranquila, solo acabando con demonios de poco nivel. Pero será un placer ayudaros con este ser maligno que controla a vuestra amiga.
- Nuestras luces blancas han hablado y confirman su historia, si, si, luego os cuento... -dijo Nälya al ver que sus amigas abrían la boca para hablar.

Los demonios se descongelaron de nuevo y Mâry esquivó una bola de fuego.

- ¡Esa ha estado cerca! -gritó.
- Noxnox...

El hombre se quedó mirando fijamente a la señora y rió con fuerza haciendo un gesto a los otros para que dejaran de atacar.

- Vaya, vaya... -contestó con sorna y una sonrisa torcida.
- ¿Así que engañando a una jovencita para que sea tu sirvienta? Qué típico... Solo que esta vez no eres capaz de hacerlo solo, ¿verdad? -preguntó la mujer con odio.
- No necesito aliados para acabar con gente insignificante...

El demonio destruyó a sus compañeros ante el grito ahogado de Nälya y la alegría de Shÿla, ya que así tenían menos enemigos. Mâry evaluaba la situación.

- Esa pequeña genio nunca será tuya...
- ¡Ya lo es! Como lo fue tu amiguita...

La señora se enfureció y envió una ráfaga de fuego cristalizado al demonio, que la desvió entre risotadas.

- ¿Aún me guardas rencor?
- Yrguv...

Mâry señaló a la genio, que poco a poco había ido deslizando la mano en su ropa y había sacado las semillas azuladas de su bolsillo, que ahora brillaban en un extraño tono verdoso.

- ¡Yrguv! ¿Qué haces con eso... querida? -dijo el demonio abriendo mucho los ojos.
- Yo soy la profecía. Yo soy el poder.

La genio se quitó el colgante con suavidad mientras sus ojos se oscurecían con un odio profundo. Ante la mirada atónita de Noxnox, dejó caer el amuleto y lo rompió en mil pedazos tras recitar unas palabras purificadoras.

- ¿Qué demonios estás haciendo?
- ¡Anda! ¡Nunca había oído a un demonio decir "demonios"! -rió Shÿla.
- Estoy destinada a vencerte y liberar Sÿrmû. Junto a las brujas.
- ¿Nosotras? -susurró Nälya mientras las semillas de la mano de Yrguv adquirían una tonalidad violácea.
- Vamos mi niña -dijo la señora.

Noxnox se quedó en trance y por un momento pareció sufrir un gran dolor.

- ¿Duele? -preguntó Yrguv mientras las semillas se tornaban rojizas. ¡Ahora! ¡Recitad el conjuro y lanzadle las pociones!

Yrguv se apareció al lado de las brujas y juntas pronunciaron el hechizo del libro.

- "Demonio de oscuridad, vuelve a las sombras
destruyo con tu muerte todo lo que nombras".

Noxnox contrajo su rostro y estalló en volutas de humo negro mientras las chicas lanzaban sus pociones de combate e Yrguv arrojaba las semillas al círculo negro que había dejado su ser. Las semillas se volvieron ambarinas y después de un dorado deslumbrante, y formaron un remolino de luz que salió del sótano en todas direcciones purificando Sÿrmû y todo el mal que en él habitaba.

- Gracias, abuela -dijo Yrguv abrazando a la señora.
- ¿¿Abuela?? -preguntaron las tres brujas al unísono.
- No la reconocí en su momento porque desapareció cuando yo era muy pequeña, pero es la genio más poderosa que ha vivido en Sÿrmû. Mis padres quisieron mantenerme alejada de la magia pero la magia siempre acaba volviendo a ti...
- Mi niña fue hechizada por ese malvado demonio y tenía que salvarla. ¡Qué suerte que os haya encontrado a vosotras! -prosiguió la señora.
- ¿Pero cuándo... cómo...? ¿No tenía Shÿla las semillas?
- Utilicé un conjuro del libro de las sombras, espero que no os enfadéis... -confesó Yrguv.
- ¿Y desde cuando llevas fingiendo estar hechizada?
- Desde que comprendí que el amuleto me dominaba y volví a ver a mi "prometido". El amor a los míos me devolvió el odio que sentía por él... e hizo daño a mi abuela en su juventud.

La señora les relató cómo el demonio había acabado con sus compañeras brujas y ella nunca había podido vengarse ni acabar con él.

- De modo que mi preciosa nieta ha acabado con la maldición de Sÿrmû como dictaba la profecía -dijo abrazándola cariñosamente.
- ¿Pero, y nosotras...?
- Vosotras habéis sido encantadoras, sin vuestra magia jamás lo habría conseguido. Recordad que siempre tendréis un hogar aquí, en el Sÿrmû que quiero que conozcáis -dijo Yrguv abrazándolas e invitándolas a su hogar, que había vuelto a brillar con toda su belleza y esplendor.


Días después las chicas regresaron a casa y en cuanto llegaron Shÿla se desplomó en el sofá.

- ¡Qué aventura! ¿Cuál creéis que será la próxima?
- ¡A mi dejadme descansar! Creo que ya he tenido suficiente por una temporada... -suspiró Mâry. Nälya sonrió y cerró la puerta de la mansión.

Fin.


Dedicado a María, ¡feliz cumpleaños bolli!

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