26 septiembre 2017

Thunder Interlude

No sabía bien por dónde empezar o qué decir. El poni achuchable le había contado una historia increíble sobre sus orígenes, suponiendo que fuera cierta... Un momento... ¿de verdad pensaba que era cierta? ¿Se lo estaba planteando siquiera? Todo era un sueño, fruto de su calenturienta imaginación...

Estúpido taxista con sus movimientos de lengua tratando de parecer sensual... ¡Agh!

 - Ëve, preciosa, ¿estás bien? 

Que el Mirón Cara Plana le preguntara eso con esa voz suya... ¿La había llamado "preciosa"? Y encima el Palomitero parecía celoso... Jajaja, no pudo evitar reírse para sus adentros y sonreírles.

- Claro... Es que el poni...
- Kelpie. Es un Kelpie. ¿Qué te ha contado esa maldita criatura? -preguntó de forma agresiva la Gorda Lesbiana.
- Bueno... preferiría que vosotros me dierais primero vuestra versión y luego si eso os cuento...
- Oh, ya está. Le ha comido la cabeza.
- Yo le comía...

El Palomitero dio un empujón al taxista y Ëve juraría que éste le había respondido relinchando. Se estaba volviendo loca... Pero desde luego ese hombre merecía una buena coz. ¡Si que estaba metida en su papel de caballo! Por algo era la amazona...

- ¿Ëve?
- ¡Ay, perdón! ¡Me he distraído! ¿Me vais a contar la historia o no?
- ¿Qué historia? -aventuró a preguntar Pini Bailón con un tono de voz sospechoso.
- Qué sois, qué hacéis aquí, por qué conmigo... -¡Oh, por qué a mi! gimió en su mente.
- Ya te lo dijimos cuando estuvimos en tu casa, somos personajes de sueños que al ser vívidos salimos de él y cobramos forma corpórea. Nada más.

La chica no se lo creía. Quería creérselo, pero no podía. Cualquiera de las dos versiones era imposible. Y eso no ayudaba en absoluto a aclarar sus pensamientos. 

- Pero es que a mi el poni...
- ¡Kelpie! -rugió la rubia zorra entrando en cólera de repente. Se hizo un silencio tenso. La bruma volvía a cubrir parcialmente el paisaje tropical, símbolo inequívoco de que el corcel andaba cerca...
- Como sea. ¿Existe el Gran Creador?

Varios de sus amigos ahogaron un grito.

- ¿De qué hablas? ¿Vas a ponerte filosófica y existencial ahora? ¡Tenemos cosas importantes que hacer! -exclamó la chica que parecía un chico.
- Pero yo...
- Le ha comido la cabeza -repitió el Palomitero sacudiendo la cabeza entristecido para dar énfasis a sus palabras.
- ¡Que a mí no me han comido nada! -gritó Ëve mirando inconscientemente al taxista.
- Actúas de forma extraña...
- ¡Vosotros si que estáis raros! ¡A que me voy con el kelpie!

Se arrepintió instantáneamente de sus palabras. La bruma cubrió su mente sin dejarla pensar y unas extrañísimas visiones pasaron a toda velocidad ante sus ojos. Parecían fragmentos de recuerdos de una vida pasada donde se veía como Pegaso cometiendo actos atroces de los que no sería capaz de hablar si alguien le preguntara. Y se veía a su vez en su vida humana, pero como si al mismo tiempo pudiera ver el Pegaso de su interior tratando de rebelarse contra todo y desafiando a ese Gran Creador del que sus amigos no querían ni oír hablar.

- ¡Ëve!


La joven abrió los ojos y se vio en su habitación. El eco de sus voces todavía resonaba en su mente. Era más feliz cuando era incapaz de recordarlos, la verdad... ¿Qué? Incapaz de recordar sus sueños.

- Mis sueños, no a mis amigos...

Se incorporó en la cama y se restregó los ojos con poco cuidado. Empezó a ver puntitos de colores y miró alrededor. Figuritas de caballos y un peluche la observaban desde diferentes ángulos de su cuarto. ¿Por qué tenía que soñar esas cosas tan raras? Incluso dudaba de que los personajes de sus sueños realmente hubieran cobrado vida. Tal vez estaba enferma y tenía alucinaciones... O estaba muy borracha y tenía delirios.
Se levantó y encendió una luz. Buscó en las estanterías hasta dar con uno de sus libros de psicología. Suspirando desganada lo abrió y comenzó a buscar algo, alguna respuesta a su complejo estado mental. 

- Si fuera Freud está claro lo que diría sobre mi... Jajaja, en fin... -no pudo evitar acordarse del grimoso taxista aunque le hiciera poca gracia.


Pasó largo rato desvelada buscando en sus libros algo que pudiera esclarecer lo que le ocurría. No parecía un brote psicótico, ni nada inducido por medicinas extrañas que pudieran haberle echado en la copa alguna noche de fiesta. Ni drogas que actuaran en ciertos momentos sí y en otros no... La locura comenzaba a cobrar fuerza como hipótesis, pero quería descartarla como fuera. Era joven para ello. Oír relinchos en el salón tampoco servía de mucho.

- Bueno, como aquella otra noche... Ah, pero ya es de día... -dijo contemplando a través de los agujeros de la persiana.
- Sí, ya es de día.

Dando un grito se giró y vio al kelpie en su cuarto.


Dedicado a Eva, ¡feliz cumpleaños, chuli!

23 septiembre 2017

The Princess of Yngre

Epílogo

Los deseos de Andre se cumplieron y el día siguiente amaneció nublado y gris. La noche había sido muy tranquila, y tras un suculento desayuno de bayas traído por los Feros para envidia del Reotipo, que quería servir a su princesa, se pusieron en camino. 

- Desciende con precaución, no vayáis a dañaros... -dijo el Fero que la había salvado dándole la mano a la joven y provocando una mirada furibunda por parte del Reotipo, que no entendía esas confianzas. Suerte que se había corregido rápidamente... 
- Cuanto antes lleguemos antes podré regresar a mi hogar -respondió ella con una voz que nuevamente hizo eco. 
- El eco... 
- ... ¡de la montaña! -respondió la princesa alzando la voz y provocando un eco real. Los Feros se miraron entre sí y guardaron silencio. 


Tras un tiempo que se les hizo eterno, el grupo logró alcanzar el arroyo y durante unos minutos se refrescaron en él. Andre parecía muy feliz y los Feros se alegraron de que por un instante olvidara su maldición.

- ¡Vamos, la cueva espera! ¡El tesoro de los Reotipos para mi compañero de aventuras! -exclamó la princesa haciendo que el pecho de Ttudo se hinchara de orgullo cuando le designó "compañero". La joven se dio cuenta de sus palabras e ignoró la sonrisa del Reotipo mientras penetraba en la cueva sola.
- ¡Esperad, princesa! -urgió uno de los Feros mientras la seguía.

La cueva estaba, literalmente, en el interior del arroyo. Detrás de una cascada que surgía de la propia montaña en el corazón de Nürien. Andre no podía contener su emoción, el tesoro de los Reotipos por fin volvería a ser suyo tras la guerra de las brujas. 

- ¿Dónde se encuentra según el manuscrito?
- Aquí, en este rincón oscuro tras las rocas... -dijo la princesa mientras desenterraba rocas llenas de musgo. 
- ¡Princesa... vuestras manos! -exclamó uno de los Feros viendo que la joven se hacía sangre en ellas sin que pareciera siquiera sentirlo.
- ¡Tenemos que conseguirlo! -dijo ella, frenética.
-  ¿..Princesa?

La cueva comenzó a mostrar su misterioso poder y a revelar la auténtica forma de bruja de Andre, cuya piel se caía descubriendo otra verdosa y arrugada, al mismo tiempo que su pelo se volvía oscuro y liso y sus ojos muertos.

- ¡Por eso los unicornios huían de ella! ¡Es una bruja! -gritó uno de los Feros.
- ¿Qué ocurre..?

El Reotipo también estaba cambiando de forma y antes de que nadie pudiera reaccionar se tapó con su capucha pasada de moda y se acercó a Andre.

- ¡Princesa, os han maldecido! ¡Tenéis que luchar contra la bruja!
- ¡No me deis órdenes! -chilló ella- ¡El tesoro será de mi estirpe!

Sin que los Feros supieran qué hacer, Ttudo se abalanzó contra la bruja y la tiró al suelo mientras ella le lanzaba un conjuro que le dejó sin respiración por un instante. El Reotipo trató de sujetarle las muñecas pero la mujer era más fuerte que él. Los Feros se lanzaron hacia ella y el que la había salvado la miró fijamente a los ojos mientras entre todos trataban de contenerla. La bruja chilló y el Reotipo vio algo brillando entre las rocas.

- ¡El tesoro! -exclamó cogiendo el pequeño cofre con una mano. La bruja lo miró y trató de liberarse de los Feros, que habían formado un círculo y trataban de exorcizar su magia oscura. Ttudo abrió el cofre y los ojos pálidos de la bruja quedaron ciegos mientras se quedaba inmóvil. Su cuerpo comenzó a elevarse en la cueva y los Feros la soltaron, confundidos. El Reotipo retiró más piedras mientras otros cofrecillos aparecían por doquier. Ordenó a los Feros que los abrieran y los dispusieran alrededor del cuerpo de la bruja, cuyos ojos azules miraban a la nada y cuya boca no paraba de proferir gritos de angustia. Una vez finalizaron el ritual, los cofres emitieron una luz cegadora y el espíritu de la bruja desapareció en el limbo, encerrado por toda la eternidad. Los cofres se cerraron de golpe al unísono. Andre cayó liberada en brazos del Reotipo. 
- ¡La habéis salvado!

Ttudo sonrió sin que le vieran debajo de la capucha y contempló a Andre. La princesa abrió lentamente los ojos y el alivio podía notarse en su aura purificada. No había maldición de la bruja ni hechizo del círculo de hadas. El símbolo del dorso de su mano había desaparecido por completo a excepción de un lunar que permanecería por siempre como fruto de la liberación maligna.

- ¡Princesa! ¡Sois vos! -dijo alegremente el Fero que la había salvado en el bosque.

Andre abrió los ojos y se vio en brazos de Ttudo. Como siempre, trató de apartarse de él con cierto asco y por una vez el Reotipo, ofendido, la dejó en el suelo con poca delicadeza.

- ¿Qué formas son estas de tratar a una princesa? -exclamó uno de los Feros, sorprendido. Andre no dijo nada pero también le pareció de muy mala educación. El Reotipo se retiró la capucha y mostró su verdadero rostro. Todos los presentes ahogaron un grito.

- La cueva revela las verdaderas formas de los que penetran en su interior... 

- Nobles y gallardos, con un porte envidiable... -susurró Andre recordando las palabras del manuscrito y mirando con cierto deseo al Reotipo, que se había convertido en un joven alto y bien parecido. Sus ojos claros, su melena castaña y sus brazos musculosos no dejaban nada a la vista que no fuera perfecto. Era casi aún más bello que los propios Feros, la hermosa raza élfica.
- Lleváis despreciándome por mi presencia todo el viaje, no creáis que no me he fijado... -contestó el Reotipo con una voz que de repente le pareció sumamente seductora, a pesar de su evidente tono de enfado.
- ¿Qué decís? 
- ¡No disimuléis! Me teníais asco porque sois una niña mimada, la princesa de cuento de un reino de fantasía...  Pues debéis saber la verdad.
- No, no se la digáis... -suplicó uno de los Feros.
- ¡Claro que sí! 
- ¡No!
- En realidad, no sois una princesa.

El silencio se hizo en la cueva mientras Andre se quedaba boquiabierta.

- Así es. Vuestros padres os adoptaron porque no podían tener hijos. Sois la descendiente sin magia de la bruja de Yngre.

Andre ahogó un grito y los Feros bajaron la mirada.

- Todo el reino lo sabe y todo el reino os respeta porque sois buena y una líder excepcional. Pero no os creáis mejor que el resto porque vuestra sangre sea noble. No lo es. La mía sí.  

La joven no sabia qué decir y se sentía culpable por su actitud. Es cierto que le había juzgado mucho por su aspecto, pero... Ella era buena persona...

- Disculpadme si os he ofendido... - musitó, sumisa.
- No pasa nada. Todos conocíamos vuestro secreto, ya no debéis temer a ese destino fatal, nunca se cumplirá...

Andre se sonrojó. ¿Podía leerle los pensamientos? ¿Sabía lo que pensaba en aquel instante? ¿Cómo se arrepentía de no haberle besado cuando tuvo ocasión?

- Os alegrará saber al menos que estáis comprometida conmigo...
- ¿Cómo? ¿Qué?
- Vuestros padres me comprometieron a vos cuando solo erais un bebe... Yo no tendría más de cinco años. Querían que demostrarais que las princesas pueden casarse con nobles sin ser príncipes... Un nuevo linaje puro de forma distinta... 

Era demasiado, la princesa no sabía como reaccionar y estaba agotada por tantas emociones. Los Feros y su prometido la llevaron de vuelta durante largas jornadas al castillo donde sus parientes le explicaron toda la historia y cómo la habían rescatado de la bruja, que había renegado de ella por no tener magia y había intentado matarla en el río. 

- La bruja de Yngre juró venganza porque secuestramos a su linaje, según sus palabras, a pesar de que...
- Intentase acabar conmigo. Lo entiendo. Fue horrible sentirla en mi interior y luego saber que todos sabíais que era su descendiente...  Me avergüenzo de mis raíces...
- ¡No yeee pa tanto mozaaaa! ¡Nosotros te queremos ne!

Prefirió no preguntar por qué sus sirvientes más cercanos, Capi y la criada de Chester, junto a ese norteño tenían que estar ahí mientras contaba sus intimidades pero bueno... Tampoco sentía que pudiera opinar a pesar de seguir siendo la princesa de Milan Manor... 

- Gracias, sois muy amables -dijo tomando la mano de su futuro esposo, que sonreía ampliamente. La había perdonado por haber sido tan inmadura y se lo agradecía en el alma. Era un buen hombre.


Un año más tarde, Gvis del norte, Feros del sur, Reotipos del este y Ladoscurienses del oeste se juntaron para celebrar la magnífica boda entre la princesa y el delegado del Clan Siniestro. Andre rió ante el hecho de que frente al mundo seguía teniendo que llamarle Ttudo, porque no podía revelar su nombre real salvo a sus allegados de más confianza. El enlace fue precioso en un día soleado donde las rosas y los pétalos de otras flores revoloteaban en el ambiente, las hadas lanzaban su purpurina creando brillos y alegrando a los invitados y la princesa brillaba más que nunca junto a su querido esposo.

Y fueron felices y comieron perdices.


Fin. 


Dedicado a Andrea, feliz cumpleaños.

19 septiembre 2017

Eve of Destruction


¿Nunca creíste que podría ser tan fuerte?

La Providencia se encontraba en la Oscuridad inmóvil con los ojos cerrados. Diferentes puntos de luz comenzaron a brillar en su mundo ciego y ominoso rompiendo el silencio. 

Una tormenta de luces de colores envolvió la oscuridad que manaba ocultando la sangre que yacía a los pies de su trono de piedra. La Emperatriz del Destino se deslizó entre el licor carmesí con sus ojos ciegos. Las espinas y las rosas que cubrían su cuerpo se teñían con el elixir de vida. Unos lazos rojos emergieron del azabache y se enlazaron en sus muñecas, brazos, cuello y cintura tratando de detener su marcha inexorable en vano: las rompió en un solo movimiento. 

La Princesa del Porvenir era insondable y sus designios silenciosos. Su abrazo de oscuridad lo temía incluso la muerte. Por ello caminaba con libertad y de cuando en cuando abandonaba su reino para unirse a los mortales en su danza macabra. Atravesó el umbral entre la vida y la muerte y fue elegida de Dios como la mujer originaria que daría vida a sus descendientes. Durante un tiempo fue su esclava, su hija más querida, la única que jamás le traicionaría y le amaría hasta el fin de la eternidad.

Y un día oscuro se rebeló contra su creador. El paraíso ya no florecía y la reina extinguió su luz. La serpiente fue su aliada y ella su perdición. Qué ocultaba su corazón nunca lo supieron.

El Jardín del Edén se oscureció cuando ella tomó la manzana entre sus manos y la arrancó de su árbol de sabiduría. Sus encantos hicieron sucumbir a su amor en el paraíso, aunque ella no amaba a nadie pues su corazón era frío como el hielo. Él, cautivado, mordió la fruta prohibida sellando su destino fatal en las sombras sin que ella revelase que siempre había estado allí para destruirles.

La Reina Tenebrosa abandonó el paraíso cubierta de rosas y espinas, que hacían sangrar su piel en castigo por su implacable belleza y rebeldía. Ella solo sonreía, porque el destino escogido por su estirpe era maligno, engañoso, más allá de lo que los seres divinos de cualquier época podían visionar. Eligió ser desterrada de la historia, en un mundo caótico en el que los seres carecían de moral y merecían el mal que buscaban en los rincones más oscuros de sus mentes para torturarse. Solo era un fragmento de ese Edén perdido en el que sueñan los que viven en la pesadilla, y sería su Reina durante la Oscuridad a la que regresó para cerrar los ojos mientras su historia se escribía.

Y no se olvidaría jamás el nombre de Eva.


Dedicado a Lucía, por su dulzura y genio vivo. 

11 septiembre 2017

Virgo Serena


Sus ojos acechantes, su mirada insondable,
su naturaleza sombría, su poder inimaginable...

La oscuridad reclamaba a su reina en el inframundo... Su aura pura sombra del edén oscuro... Las puertas del paraíso relegadas al olvido por ella... Su destino en la tierra sellado junto a la oscuridad de la noche eterna...

El abismo de su seductora belleza sería la perdición de los hombres, que caerían rendidos a sus oscuros encantos y perderían sus almas en el tártaro. El jardín de los miedos sería su morada hasta el fin de los tiempos, entregados a su cuerpo en sacrificio por la voluntad de regresar al elíseo del destierro... 

Dulce Virgo Serena,
a ti entrego mi espíritu por mil años torturado. 


Dedicado a Sedna, reina gótica eterna. 

07 septiembre 2017

Breaking dawn

Un año muy bittersweet y muchas novedades en el blog, como las novedades que han ocurrido en mi vida. Tras una de las peores etapas de mi historia, sino la peor, cual ave fénix he resurgido encontrando la verdadera amistad, el verdadero amor y a mi misma en la espiral de oscuridad en la que me encontraba de camino hacia la luz que siempre quise que brillara en mí. Las historias han reflejado mi Astralia y he recobrado la imaginación perdida estos años atrás... La saga anual -The Lost Tales-, los cumpleaños ¡bienvenido Pedro!- y la música son testigos de la evolución. ¡Este año más melodías, más historias y cambios de rumbo!


In memoriam:

* Niree: ¡La brujita con los compis más freakies que se le puedan ocurrir a cualquiera en una trepidante historia con magia, buen humor y situaciones absurdas..!
* Aîcliä: La clásica historia de una señorita de época a la que los parientes de su futuro esposo no aceptan por su condición social... Una novela de costumbres al más puro estilo del siglo XIX...

Premios de la Academia Milan Manor:

Mejor historia: "Hide from the sun".
Mejor guión original: "Dark horse".
Mejor guión adaptado: "The Lotus Veil".
Mejor montaje: "Dignity (Sparks)".
Mejor fotografía: "Ich tu dir weh".
Mejor director: Wherynn.
Mejor personaje masculino: Däyn.
Mejor personaje femenino: Andre.
Mejor personaje revelación masculino: Ëdpôr.
Mejor personaje revelación femenino: Ërov.
Mejor nombre de personaje masculino: Crälos.
Mejor nombre de personaje femenino: Sêdnä.
Mejor interpretación: Andre.
Mejor interpretación conjunta: Wherynn/Ädri.


Dedicado a Alias Pseudónimo, siempre conmigo.