¿Qué importaba la lluvia si en su interior brillaba la luz a raudales? La voz del océano era tan poderosa que no se podía rehuir...
Corría, corría por el roquedal
corría esquivando a los druidas
algo había anidado en su corazón
y ya no lo podía ignorar
Corría, corría por el roquedal
corría buscando a las dríadas
su mente un caos de luz y color
el hechizo que todo lo cambió
Su vida era el bosque pero anhelaba el mar, el canto de los pájaros no era tan seductor como el murmullo de las olas, que la deleitaba en su reino lleno de misticismo con promesas de eternidad. Y aunque fuera un ser de tierra no podía olvidar el océano, que con su oscura mirada y melodía interior la atraía a las profundidades de un piélago misterioso donde se perdería para siempre ahogada en sueños imposibles de un tiempo remoto...
Dedicado a Lucía, por su eterna sonrisa y temple.
2 comentarios:
Me gusta mucho, muy naturi-medieval ;)
Últimamente (desde hace años?) estoy muy medieval :P
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