- Valientes intrusos. Invisibles, que no dejan huella y no se les oye... -comentó Ädri retrocediendo hasta las escaleras.
- ¡Aún así no deberías haber dejado caer la botellita!
- ¡Aún así no deberías haber dejado caer la botellita!
- ¡No, verás, lo he hecho aposta!
- ¡Cállate, Goggy!
Los Slytherin vampiros miraban a su alrededor sin encontrar nada.
- ¡Homenum revelio!
No contaban con aquello. Durante un instante se hicieron visibles, pero se habían escondido a tiempo y no fueron vistos. Wherynn volvió a hacer el hechizo de invisibilidad sobre ellos.
- ¡Finite Incantatem!
Los embrujos de ambos amigos se deshicieron y antes de que fuera tarde, Ädri arrojó dos botellitas sacadas de su túnica a Wherynn haciéndole un gesto de que se las bebiera. Al punto se convirtieron en Madame Pince y Filch. La chica tuvo que aguantar una sonora carcajada y "Filch" la cogió de la mano.
- ¡Alumnos fuera de sus camas! -gritó con voz ronca.
Los Slytherin se quedaron alucinados y rápidamente se ocultaron en una de las estancias.
- ¡Nos han descubierto! -exclamó Wherynn dando a entender otra cosa.
- Claro que no, amor mío, no abrirán la boca porque no les conviene que Dumbledore sepa que están aquí. ¿Verdad? -gritó a la nada. Cogeré una muestra de esta poción y se la daré al director si hay algún problema... De todas formas, nadie tiene por qué saber nada si hace las cosas con más cuidado y deja de venir aquí, un sitio de adultos...
"Qué mal ha sonado eso", pensó Wherynn, pero se admiró de la estrategia de su amigo.
- Ahora vámonos, regresemos a Hogsmeade.
- Será mejor volver al castillo, no me fio de esos chicos y dan lluvia...
- Como quieras, tesoro.
Ambos desaparecieron de nuevo por las escaleras y cuando se alejaron lo suficiente volvieron a practicar sus hechizos.
- ¡Ahora tenemos que estar una hora con estas pintas! -se lamentó Wherynn.
- Bueno, somos invisibles, no pasa nada... -defendió Ädri.
- Ya, si no tuviera que ver tu feo careto...
- ¡Sigamos a los Sly!
Cuando bajaron hacia la zona de la cocina todo estaba muy silencioso.
- ¿Se habrán ido ya?
- Quizá estén esperando porque no se fían de nosotros, dándonos tiempo a que nos alejemos... ¡Ay!
Mientras hablaba, movió un cortinaje del que salieron varias Doxys que se lanzaron sobre ellos. Con un certero conjuro logró atontarlas, pero ya habían llamado la atención.
- ¿Quién anda ahí?
- ¡¡¡Ssshh!!!
Los Slyterin parecían invisibles a su vez, lo que complicaba la situación. Los chicos que se quedaron quietos sin saber qué hacer y de repente una fuerza invisible chocó contra Wherynn, que rápidamente creó un conjuro de protección no-verbal por si acaso. No ocurrió nada. Ädri lanzó un "homenum revelio" y volvieron a verlos.
- ¿Quién..? -preguntó uno de los vampiros con voz aguda al verse descubierto.
- ¡Vámonos!
Los chicos se volvieron visibles a su vez en el pasillo y se hicieron invisibles de nuevo.
- Esto ya me cansa, corre antes del próximo "Finite Incantatem". La última palabra se oyó en voz alta con la voz de Madame Pince. Ädri rápidamente rehízo los conjuros y se escondieron en la cocina.
- ¿Pero quién anda ahí? -repitió el Sly de voz de pito.
- ¡Me han oído! -gimió Wheynn- Bueno, supongo que no pasa nada porque la voz de Madame Pince solo suena para hacer "¡shhh!"... -se consoló.
- Mira que finjo que nos vamos de vuelta por el Sauce Boxeador para que se vayan tranquilos a Hogsmeade y me la estás liando...
- ¿Yo? ¡Yo no me comí un nido de Doxys!
Mientras discutían, los Slytherin optaron por escabullirse por la puerta principal hacia Hogsmeade, puesto que ya había anochecido.
- ¿Dónde se han metido? -preguntó Wherynn mirando a su alrededor y en el salón.
- ¡Se han largado sin nosotros! ¡Anda, tira!
- ¡Serás borde de la vida!
Los chicos salieron de la Casa de los Gritos y caminaron por un terreno irregular en busca de los Sly.
- ¿Dónde están?
- ¡Ahí los veo!
Wherynn señaló a unos árboles que conducían hacia el pueblo y se apresuraron para poder seguirles de cerca. Su amigo resbaló y se llenó de barro. La chica rió sin poder ni querer evitarlo y le ayudó a levantarse.
- No te distraigas, vamos a perderles la pista -comentó. ¡Fregotego!
- Gracias por asearme, señorita.
- De nada, Milord.
Su amigo ya estaba de buen humor y Wherynn pensó que era más peligroso que un Hipogrifo, pero no se lo dijo para que luego no presumiera. Siguieron a los Sly hasta la linde del pueblo y observaron a ver qué hacían. Los seis se juntaron en un círculo y se dieron las manos. Ädri se empezó a reír porque todo aquello le parecía ridículo, ¡no eran más que unos estudiantes haciéndose los interesantes!
- ¿Qué crees que hacen, el ritual del mal rollito? -musitó Wherynn, aunque sabía que no podían oírla.
- Ni idea... Para empezar no sé por qué se disfrazan de vampiros, nunca he oído nada acerca de vampiros en Hogsmeade...
- Tal vez les borran los recuerdos una vez roban lo que sea...
- Puede...
Los Sly conjuraron una luz rojiza en el círculo y empezaron a reír de forma macabra. Wherynn intentaba calcular cuánto tiempo había pasado desde que tomaron la poción, porque si que se iban a reír como se les pasaran los efectos... Como si le hubieran leído el pensamiento, uno de ellos sacó unas botellitas y bebieron líquido rubí.
- Estaba yo pensado... Eso no puede ser poción multijugos -dijo a su amigo.
- ¿Por?
- La poción no funciona bien con criaturas no humanas... ¿Cómo lo logran?
- Tal vez destilan su propia poción mejorada... ¿Qué estoy diciendo? ¡Son Sly! No pueden mejorar nada...
- Te recuerdo que Snape es experto en pociones y Slytherin...
- ¿Crees que está detrás de todo esto?
- No, pero... No sé, es todo muy raro. ¡Mira, se mueven!
Los Sly vampiros se dirigieron a Hogsmeade y los amigos les siguieron bajo el manto estrellado del firmamento.
- ¿Quién..? -preguntó uno de los vampiros con voz aguda al verse descubierto.
- ¡Vámonos!
Los chicos se volvieron visibles a su vez en el pasillo y se hicieron invisibles de nuevo.
- Esto ya me cansa, corre antes del próximo "Finite Incantatem". La última palabra se oyó en voz alta con la voz de Madame Pince. Ädri rápidamente rehízo los conjuros y se escondieron en la cocina.
- ¿Pero quién anda ahí? -repitió el Sly de voz de pito.
- ¡Me han oído! -gimió Wheynn- Bueno, supongo que no pasa nada porque la voz de Madame Pince solo suena para hacer "¡shhh!"... -se consoló.
- Mira que finjo que nos vamos de vuelta por el Sauce Boxeador para que se vayan tranquilos a Hogsmeade y me la estás liando...
- ¿Yo? ¡Yo no me comí un nido de Doxys!
Mientras discutían, los Slytherin optaron por escabullirse por la puerta principal hacia Hogsmeade, puesto que ya había anochecido.
- ¿Dónde se han metido? -preguntó Wherynn mirando a su alrededor y en el salón.
- ¡Se han largado sin nosotros! ¡Anda, tira!
- ¡Serás borde de la vida!
Los chicos salieron de la Casa de los Gritos y caminaron por un terreno irregular en busca de los Sly.
- ¿Dónde están?
- ¡Ahí los veo!
Wherynn señaló a unos árboles que conducían hacia el pueblo y se apresuraron para poder seguirles de cerca. Su amigo resbaló y se llenó de barro. La chica rió sin poder ni querer evitarlo y le ayudó a levantarse.
- No te distraigas, vamos a perderles la pista -comentó. ¡Fregotego!
- Gracias por asearme, señorita.
- De nada, Milord.
Su amigo ya estaba de buen humor y Wherynn pensó que era más peligroso que un Hipogrifo, pero no se lo dijo para que luego no presumiera. Siguieron a los Sly hasta la linde del pueblo y observaron a ver qué hacían. Los seis se juntaron en un círculo y se dieron las manos. Ädri se empezó a reír porque todo aquello le parecía ridículo, ¡no eran más que unos estudiantes haciéndose los interesantes!
- ¿Qué crees que hacen, el ritual del mal rollito? -musitó Wherynn, aunque sabía que no podían oírla.
- Ni idea... Para empezar no sé por qué se disfrazan de vampiros, nunca he oído nada acerca de vampiros en Hogsmeade...
- Tal vez les borran los recuerdos una vez roban lo que sea...
- Puede...
Los Sly conjuraron una luz rojiza en el círculo y empezaron a reír de forma macabra. Wherynn intentaba calcular cuánto tiempo había pasado desde que tomaron la poción, porque si que se iban a reír como se les pasaran los efectos... Como si le hubieran leído el pensamiento, uno de ellos sacó unas botellitas y bebieron líquido rubí.
- Estaba yo pensado... Eso no puede ser poción multijugos -dijo a su amigo.
- ¿Por?
- La poción no funciona bien con criaturas no humanas... ¿Cómo lo logran?
- Tal vez destilan su propia poción mejorada... ¿Qué estoy diciendo? ¡Son Sly! No pueden mejorar nada...
- Te recuerdo que Snape es experto en pociones y Slytherin...
- ¿Crees que está detrás de todo esto?
- No, pero... No sé, es todo muy raro. ¡Mira, se mueven!
Los Sly vampiros se dirigieron a Hogsmeade y los amigos les siguieron bajo el manto estrellado del firmamento.
Dedicado a Adrián, ¡feliz cumpleaños!
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