28 diciembre 2009

Frozen

Las estaciones se sucedian y finalmente el invierno regreso con su manto de nieve para cubrir la aldea. Una brisa helada recorria los senderos trazados a pie con el paso del tiempo y la gente se resguardaba en sus hogares al calor de un buen fuego. Un hermoso lobo recorria las calles al anochecer oculto de la vista de todos, excepto de ella. Siempre le veia y muchas veces lo ignoraba, pero algo habia cambiado.

Orav se aproximo al taller del herrero y se colo en la estancia lentamente. Encima de una mesa unas brillantes espadas recien forjadas lucian en la oscuridad. Se subio a la mesa y tras pensarlo unos instantes agarro una con los dientes. Con un fuerte estrepito la espada cayo al suelo, pues era excesivamente pesada para el. Mirando alrededor la cogio nuevamente y salio del taller arrastrandola mientras dejaba sus huellas en la nieve. No importaba, los copos se arremolinaban y nevaba otra vez asi que al dia siguiente no quedaria ningun rastro. Solo unos ojos castaños fueron testigos de la escena.


Tras una larga caminata llego a su cueva. Solto la espada y tomo forma humana mientras sonreia. Hasta hacia unos meses era impensable que dejase de ser lobo pero habia aprendido a controlar la magia y el influjo de la luna. Cierto que le habia costado bastante, pues pasar las paginas de los antiguos libros de hechiceria con las patas no habia sido tarea sencilla, asi como encontrar fuentes de luz que no fueran a pleno dia, pero se las habia ingeniado. Era mas fuerte de lo que todos pensaban, finalmente la magia y su voluntad se habian unido.
Suspirando cogio la espada y empezo a aplicarle hechizos, provocando que la cueva se llenase de destellos de colores. Tenia que ser una espada realmente buena si queria vencer a los enemigos que llevaban asediando su aldea desde hacia ya tanto tiempo a base de magia, porque a pesar de lo que todos decian nadie habia sido capaz de vencerlos aun. Y realmente el solo tampoco podria, pero tal vez si le escuchaban verian las ventajas de la magia bien aplicada.

Unos ojos verdes brillaron en la oscuridad.

Alzo la mirada, habia notado algo. Ser lobo durante tanto tiempo habia agudizado sus sentidos hasta limites insospechados y tambien su intuicion. Bueno, eso era por la magia.

Los ojos verdes desaparecieron en un parpadeo.

Sonriendo, Orav siguio perfeccionando su espada con hechizos hasta que considero que su poder bastaba para impresionar a los enemigos, o al menos para que se dieran cuenta de que un poderoso hechicero-lobo guardaba la aldea. La aldea que lo habia exiliado, pero era la aldea al fin y al cabo, todas sus raices estaban alli, todo lo que amaba...

Al dia siguiente la nevada habia sido mas fuerte de lo que todos esperaban, excepto el sabio de la aldea y el propio Orav. Tomando su forma de lobo salio a inspeccionar el pueblo desde la lejania aprovechando que los demas lobos seguramente se quedarian en sus guaridas y la gente del pueblo no se aventuraria a caminar mas alla de los limites de la aldea. Con paso seguro camino hasta el lugar mas alto de la colina para otear a los enemigos, aunque probablemente esperarian a que la nevada se disipara antes de atacar. Demasiado predecibles..

Un fuerte golpe le derribo haciendo que se hundiera en la nieve. Vaya, pues no habian esperado... Cinco hombres se abalanzaron contra el al tiempo que le lanzaban hechizos hasta hacerlo enfurecer. Mordio con fuerza a uno de ellos y escapo corriendo lo suficientemente lejos como para poder tomar su forma humana.

- ¡Esperad, no es un autentico lobo! -exclamo uno de ellos.
- ¡Arën dïûla! -grito Orav conjurando un viento helado que paralizo a dos de sus contrincantes. Los otros tres corrieron para atacarle pero logro crear un pequeño torbellino que los mantenia separados de el.
- Asi que hechizos de aire... ¿no tienes nada mejor? -pregunto uno de ellos creando un chorro que anulo la magia de Orav.
- Si, pero no merece la pena mostrartelo -comento, y antes de que ninguno de sus enemigos se diese cuenta les hizo desaparecer. No se esperaba que al poco reaparecieran con otros cuatro contrincantes empuñando largas espadas. Orav se convirtio de nuevo en lobo y se dispuso a huir, pues tenia cosas mejores que hacer que luchar contra aquellos hombres, pero de repente un lobo emergio de la nada y con una ventisca magica los disperso. Le miro con sus grandes ojos castaños y se dio cuenta de que en realidad era una loba. Era... ¿ella? Haciendo uso de la magia de la luna, que brillaba en el cielo en cuarto creciente, logro acabar con aquellos hombres para estupor de Orav, que no sabia que sus conocimientos magicos habian alcanzado ya tal grandeza ni que tambien se convertia en lobo.

Con sus respectivas formas de lobos no podian hablar pero las miradas silenciosas lo dijeron todo. Ella se dio la vuelta y se dispuso a alejarse pero algo la retuvo. Le miro de nuevo. ¿Habia cambiado por el? no. Por fin habia admitido que era como el. Por fin.



Dedicado a Alvaro, ¡feliz cumpleaños amore!

1 comentario:

Alvaro dijo...

enga, ya t lo dije in person, pero weno, t lo pongo tambien x aki jajajaja
la historia me gusto muxo, la verdad, k encima es continuacion d la anterior, sigues la continuidad, si señor, y salen lobos, con lobos cualkier historia mola jajajajajajaja

muxisimas gracias x la historia ne, ya nos vemos!!! xaoooo!!!!