Como decia el libro, la vida habia vuelto a su completa normalidad. Mâry, Nälya y Shÿla disfrutaban de unos dias de descanso despues de acabar con el ultimo demonio y la tranquilidad era absoluta. Tanto, que Shÿla empezo a ponerse nerviosa.
- ¿En serio no os parece raro que todo sea tan... normal? -pregunto una mañana.
- Yo solo se que tengo tiempo para hacer mis cosas y me gusta -respondio Nälya, que por una vez tenia trabajo adelantado.
- Pues a mi me parece muy extraño... ya llevamos casi una semana asi...
- ¡Mirad lo que he encontrado! -dijo Mâry, que aparecio en la sala con un ser diminuto entre los dedos- ponte a tamaño normal, no seas timida.
La criatura giro sobre si misma a gran velocidad y se transformo en una preciosa joven ataviada con ropajes arabes que miraba a Mâry algo enfurruñada.
- ¡Una genio! -exclamo Nälya
- Que lista -ironizo la genio.
- ¡Oye!
- La he encontrado en el atico, estaba escondida en esta botella -explico Mâry.
- Os puedo conceder tres deseos y me gustaria que fuera rapido.
- ¡Ah! ya echaba de menos la vida rara -comento Shÿla.
- No creo que debieramos pedirle nada... ya sabeis como son los genios...
- Pues yo creo que si, si escogemos las palabras bien...
- Seria interesante, ¡hagamoslo! -concluyo Nälya- a Mâry le corresponde el primer deseo, ella la encontro.
- ¿Como te llamas? -pregunto Mâry a la genio.
- ¿Importa?
- A mi si.
La genio suspiro y sacudio su larga melena con gesto aburrido.
- Me llamo Yrguv, naci hace trescientos años y me he dedicado a servir a las brujas y magos mas poderosos del planeta, nunca a demonios, pero me canse de cumplir deseos a los humanos y por eso escape de mi ultimo hogar.
- Creia que los genios no tenian voluntad propia... o al menos no podian aplicarla -dijo Nälya.
- Tenemos sentimientos como cualquiera, otra cosa es que nadie los tenga en cuenta.
- Liberemosla -sugirio Mâry.
- ¿Como? ¡se volvera en nuestra contra!
- Nunca le haria eso a alguien que pretende liberarme.
- ¿Y quien renunciara a su deseo?
Un silencio se formo en la sala. Las chicas miraban unas hacia las otras y la genio las contemplaba interesada.
- A suertes -propuso Nälya.
Mâry cogio unas cerillas, las corto de diferentes tamaños y la que se quedara con el pedazo mas pequeño no tendria un deseo. Le toco a ella.
- Bien, pide tu deseo Shÿla.
- Deseo... hierbas de Gü.
- ¡Oh! -exclamo Mâry.
La genio junto las manos y las hierbas aparecieron a su lado.
- ¡Era justo lo que queria! ¿por que lo has hecho? -pregunto Mâry.
- Encima que te quedabas sin deseo...
- ¡Gracias, de verdad! con lo raras que son jamas las habriamos encontrado...
- Ahora tu, Nälya.
- Deseo una concha de Zerydbia.
- ¡Pero..!
La genio junto nuevamente sus manos y una hermosa concha de color verde nacarado aparecio encima de la mesa.
- ¡Creia que era un mito! ¡de verdad existe! ¡gracias Nälya! -exclamo Shÿla, que siempre habia querido una de esas conchas para desentrañar la poderosa magia de sanacion que poseian.
- Sois increibles, pedis deseos para las demas... eso ha de ser recompensado -dijo la genio.
- No es necesario...
- Claro que si. Mâry, pide tu deseo. Vuestro desinteres os regala un cuarto deseo y con ese podreis liberarme, si es que aun quereis...
- Por supuesto, somos generosas con todos. Pues yo deseo... -empezo Mâry mirando a Nälya- que Nälya sepa realizar el hechizo de luz lunar.
- Vuestros tres deseos han sido concedidos. Luz lunar... los demonios nunca os encontraran si usais ese hechizo perdido hace generaciones... muy astuta -alabo la genio.
- Ahora, el cuarto -dijo Mâry.
- Gracias, de verdad.
- Deseo que Yrguv sea liberada.
Una luz surgio de Yrguv y sus ropajes se deshicieron quedando desnuda.
- ¿Donde estoy? ¿quienes sois? -pregunto la chica asustada.
- ¿Estas bien, Yrguv?
- ¿Como sabeis mi nombre? ¿y este sitio tan extraño?
Las chicas se miraron unas a otras. ¿Que le pasaba a Yrguv?
Dedicado a Maria, ¡feliz cumpleaños bollu!
- ¿En serio no os parece raro que todo sea tan... normal? -pregunto una mañana.
- Yo solo se que tengo tiempo para hacer mis cosas y me gusta -respondio Nälya, que por una vez tenia trabajo adelantado.
- Pues a mi me parece muy extraño... ya llevamos casi una semana asi...
- ¡Mirad lo que he encontrado! -dijo Mâry, que aparecio en la sala con un ser diminuto entre los dedos- ponte a tamaño normal, no seas timida.
La criatura giro sobre si misma a gran velocidad y se transformo en una preciosa joven ataviada con ropajes arabes que miraba a Mâry algo enfurruñada.
- ¡Una genio! -exclamo Nälya
- Que lista -ironizo la genio.
- ¡Oye!
- La he encontrado en el atico, estaba escondida en esta botella -explico Mâry.
- Os puedo conceder tres deseos y me gustaria que fuera rapido.
- ¡Ah! ya echaba de menos la vida rara -comento Shÿla.
- No creo que debieramos pedirle nada... ya sabeis como son los genios...
- Pues yo creo que si, si escogemos las palabras bien...
- Seria interesante, ¡hagamoslo! -concluyo Nälya- a Mâry le corresponde el primer deseo, ella la encontro.
- ¿Como te llamas? -pregunto Mâry a la genio.
- ¿Importa?
- A mi si.
La genio suspiro y sacudio su larga melena con gesto aburrido.
- Me llamo Yrguv, naci hace trescientos años y me he dedicado a servir a las brujas y magos mas poderosos del planeta, nunca a demonios, pero me canse de cumplir deseos a los humanos y por eso escape de mi ultimo hogar.
- Creia que los genios no tenian voluntad propia... o al menos no podian aplicarla -dijo Nälya.
- Tenemos sentimientos como cualquiera, otra cosa es que nadie los tenga en cuenta.
- Liberemosla -sugirio Mâry.
- ¿Como? ¡se volvera en nuestra contra!
- Nunca le haria eso a alguien que pretende liberarme.
- ¿Y quien renunciara a su deseo?
Un silencio se formo en la sala. Las chicas miraban unas hacia las otras y la genio las contemplaba interesada.
- A suertes -propuso Nälya.
Mâry cogio unas cerillas, las corto de diferentes tamaños y la que se quedara con el pedazo mas pequeño no tendria un deseo. Le toco a ella.
- Bien, pide tu deseo Shÿla.
- Deseo... hierbas de Gü.
- ¡Oh! -exclamo Mâry.
La genio junto las manos y las hierbas aparecieron a su lado.
- ¡Era justo lo que queria! ¿por que lo has hecho? -pregunto Mâry.
- Encima que te quedabas sin deseo...
- ¡Gracias, de verdad! con lo raras que son jamas las habriamos encontrado...
- Ahora tu, Nälya.
- Deseo una concha de Zerydbia.
- ¡Pero..!
La genio junto nuevamente sus manos y una hermosa concha de color verde nacarado aparecio encima de la mesa.
- ¡Creia que era un mito! ¡de verdad existe! ¡gracias Nälya! -exclamo Shÿla, que siempre habia querido una de esas conchas para desentrañar la poderosa magia de sanacion que poseian.
- Sois increibles, pedis deseos para las demas... eso ha de ser recompensado -dijo la genio.
- No es necesario...
- Claro que si. Mâry, pide tu deseo. Vuestro desinteres os regala un cuarto deseo y con ese podreis liberarme, si es que aun quereis...
- Por supuesto, somos generosas con todos. Pues yo deseo... -empezo Mâry mirando a Nälya- que Nälya sepa realizar el hechizo de luz lunar.
- Vuestros tres deseos han sido concedidos. Luz lunar... los demonios nunca os encontraran si usais ese hechizo perdido hace generaciones... muy astuta -alabo la genio.
- Ahora, el cuarto -dijo Mâry.
- Gracias, de verdad.
- Deseo que Yrguv sea liberada.
Una luz surgio de Yrguv y sus ropajes se deshicieron quedando desnuda.
- ¿Donde estoy? ¿quienes sois? -pregunto la chica asustada.
- ¿Estas bien, Yrguv?
- ¿Como sabeis mi nombre? ¿y este sitio tan extraño?
Las chicas se miraron unas a otras. ¿Que le pasaba a Yrguv?
Dedicado a Maria, ¡feliz cumpleaños bollu!
2 comentarios:
muchas graciassssss!!! me encanto la historieta, pero que le paso a yuguv? me djas preocupada jajaja graciassssssss un besazooo
mery
Lo sabras el año que viene... :)
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