El mundo onirico es autenticamente fascinante y los sentidos intervienen en su desarrollo para aportar realismo -o falta de el- a la experiencia. En mi caso:
Vista: Perfectamente nitida en cualquier situacion, incluso al contemplar a lo lejos, salvo que el sueño requiera de por si una vision borrosa. Los colores son increiblemente brillantes y puedo recordarlos a la perfeccion, y lo mas curioso es que algunas veces he soñado en tonos sepia, blanco y negro -dos veces que recuerde- y verdes.
Oido: Silencio. De cuando en cuando oigo claramente la voz de las personas que me hablan, aunque es mas bien telepatico, ni siquiera soy consciente de que muevan la boca. Alguna vez he escuchado musica, algun sonido muy concreto o mi propia voz cantando. Por lo demas, nada.
Olfato: Que recuerde, jamas he olido nada en sueños. Jamas.
Gusto: Influye poco en mis sueños. Recuerdo una especie de maiz que sabia a pan con cereales poco dulce, un claro sabor a menta, galletas... pero nada mas.
Tacto: Si, mucho, casi tan desarrollado como la vista. Desde la sensacion de ir flotando en barca por el agua, volar o el tacto de diversos objetos hasta sentir frio, calor, dolor... algunas veces es de lo mas curioso.
Un sueño comico:
Estoy en el pueblo y veo a una de mis primas. Nos saludamos y le digo a mi abuela que voy a visitar a Pau. Me dice que mejor que no vaya, que se va a poner a llover y que es peligroso (es que Pau vive bastante lejos). En esto aparece mi primo (un tipo alto, delgado, de melena castaña ondulada... no, no tengo un primo asi en la vida real) y dice que él me acompaña y que no pasa nada.
Vamos caminando por el bosque (me pregunto cómo es que este tío es mi primo) y llegamos a un lago. Me señala una canoa con la forma y el tamaño de una cesta y me dice: "¡ala, sube!". Le contesto: "o tu o yo, pero ahí los dos no cabemos" y me dice que no hay problema, que le deje mi abrigo. Él se quita el suyo, que es negro, le doy el mío y le digo que como se nota que el suyo no es blanco. Ata ambos abrigos formando una especie de churro sobre la cesta y me invita a subir. Se sube delante de mi, coge un remo y me dice que tenga cuidado, que hay cocodrilos pero que no pasa nada. Ya que en esta improvisada especie de balsa llevamos las piernas dentro del agua le pregunto que para qué me dice nada.
Rema durante un rato a través del lago, que se ve muy oscuro y algo estancado (parece que anochece) y de repente se empiezan a ver estatuas de brazos blanquecinos bastante siniestras. Me dice: "¡eh, a que nos lo estamos pasando bien!" (qué jarto, jaja) y le digo irónica que si, pero que conozco formas mejores de divertirse. De pronto las manos nos empiezan a atacar, él cae de la balsa y me dice que las manos están conectadas con mis sentimientos (¿?) y que si digo que me lo paso bien, que paran. Entonces digo en voz alta: "si, bueno, ¡pero esto también es muy divertido!", y se detienen. Él vuelve a subir a la balsa, rema en silencio y llegamos a la orilla.
Alassie oloori.
Dedicado a Monica, que admira la imaginacion.
Vista: Perfectamente nitida en cualquier situacion, incluso al contemplar a lo lejos, salvo que el sueño requiera de por si una vision borrosa. Los colores son increiblemente brillantes y puedo recordarlos a la perfeccion, y lo mas curioso es que algunas veces he soñado en tonos sepia, blanco y negro -dos veces que recuerde- y verdes.
Oido: Silencio. De cuando en cuando oigo claramente la voz de las personas que me hablan, aunque es mas bien telepatico, ni siquiera soy consciente de que muevan la boca. Alguna vez he escuchado musica, algun sonido muy concreto o mi propia voz cantando. Por lo demas, nada.
Olfato: Que recuerde, jamas he olido nada en sueños. Jamas.
Gusto: Influye poco en mis sueños. Recuerdo una especie de maiz que sabia a pan con cereales poco dulce, un claro sabor a menta, galletas... pero nada mas.
Tacto: Si, mucho, casi tan desarrollado como la vista. Desde la sensacion de ir flotando en barca por el agua, volar o el tacto de diversos objetos hasta sentir frio, calor, dolor... algunas veces es de lo mas curioso.
Un sueño comico:
Estoy en el pueblo y veo a una de mis primas. Nos saludamos y le digo a mi abuela que voy a visitar a Pau. Me dice que mejor que no vaya, que se va a poner a llover y que es peligroso (es que Pau vive bastante lejos). En esto aparece mi primo (un tipo alto, delgado, de melena castaña ondulada... no, no tengo un primo asi en la vida real) y dice que él me acompaña y que no pasa nada.
Vamos caminando por el bosque (me pregunto cómo es que este tío es mi primo) y llegamos a un lago. Me señala una canoa con la forma y el tamaño de una cesta y me dice: "¡ala, sube!". Le contesto: "o tu o yo, pero ahí los dos no cabemos" y me dice que no hay problema, que le deje mi abrigo. Él se quita el suyo, que es negro, le doy el mío y le digo que como se nota que el suyo no es blanco. Ata ambos abrigos formando una especie de churro sobre la cesta y me invita a subir. Se sube delante de mi, coge un remo y me dice que tenga cuidado, que hay cocodrilos pero que no pasa nada. Ya que en esta improvisada especie de balsa llevamos las piernas dentro del agua le pregunto que para qué me dice nada.
Rema durante un rato a través del lago, que se ve muy oscuro y algo estancado (parece que anochece) y de repente se empiezan a ver estatuas de brazos blanquecinos bastante siniestras. Me dice: "¡eh, a que nos lo estamos pasando bien!" (qué jarto, jaja) y le digo irónica que si, pero que conozco formas mejores de divertirse. De pronto las manos nos empiezan a atacar, él cae de la balsa y me dice que las manos están conectadas con mis sentimientos (¿?) y que si digo que me lo paso bien, que paran. Entonces digo en voz alta: "si, bueno, ¡pero esto también es muy divertido!", y se detienen. Él vuelve a subir a la balsa, rema en silencio y llegamos a la orilla.
Alassie oloori.
Dedicado a Monica, que admira la imaginacion.