27 diciembre 2012

The sound of earth

Aquella caverna era un autentico laberinto repleto de hermosas pinturas. Las antiguas civilizaciones habian dejado su huella en las paredes contando sus viejas historias, leyendas, y dibujando escenas de la vida cotidiana. Nunca penso que encontraria formas de escritura en aquella zona, menos aun en una cueva tan peculiar. Se preguntaba que sistema de orientacion utilizarian los antiguos, el hacia rato que se habria perdido si no fuera por la cuerda.

- ¡Pi! ¡pichu!
- ¡Ahi estas! -exclamo Pichu al ver aparecer al animallilo tras uno de los recodos- ya podemos salir.
- ¡Pichu!

Parecia que el pokemon queria que lo siguiera, pero Pichu estaba cansado de dar vueltas. Solo queria salir afuera y disfrutar del sol, o de la tormenta, le daba igual, lo que fuera por un poco de aire fresco.

- ¡Pi, pi, pi! ¡chu!
- Vaale, pero demonos prisa, vendre a explorar mas tarde con los utiles adecuados.

El animalillo le guio a traves de unos pasillos y Pichu se dio cuenta de que ya no tenia mas cuerda.

- ¿Estamos lejos? si continuo me perdere...

Un brillo en el pasillo que habia atravesado su amigo hizo que Pichu no resistiera la curiosidad y se asomara. Ante si habia una preciosa camara repleta de algun tipo de piedra preciosa e imagenes de nativos de la zona y de otras partes del mundo. ¿Como era posible? Su estudio de los Incas unido a sus descubrimientos le acercaban cada vez mas al gran secreto.

- Muchas gracias, Pichu, ¡era justo lo que buscaba! solo me queda regresar y dejar algun tipo de marca para volver a acceder a este lugar. Veamos... no llevo tiza ni nada que pueda servirme... ¿que hago? -pregunto en voz alta con su caracteristica voz de Sméagol. 

Tras pensarlo detenidamente decidio rayar ligeramente las paredes con una piedra, de forma que cuando volviera ni siquiera le hiciera falta utilizar la cuerda. Poco a poco fue guiando el camino y al cabo de un rato llego al punto en el que la soga se habia roto. Como no habia tirado de ella, encontro unos metros mas alla el otro cabo y continuo hasta salir de la cueva. El sol se habia ocultado tras unos nubarrones pero no parecia que fuese a llover. 

- Tengo que apuntar mis descubrimientos en mi diario arqueologico -siguio el joven, incapaz de librarse de la costumbre de hablar solo. 
- ¡Pi!
- ¡Pichu!

Una de las arqueologas que le acompañaban aparecio entre los matorrales con aspecto enfadado.

- ¡Hola! ¿que haces aqui? -pregunto Pichu.
- ¡Buscarte! creiamos que habias desaparecido...
- Solo estaba dando una vuelta, no pasa nada.
- Ehmhmh... si que pasa algo... el campamento...
- ¿Si?

Ambos volvieron rapidamente al campamento mientras la joven le contaba como cuando se habian levantado faltaban algunos utiles y apuntes sobre la excavacion, y sin embargo no habia ningun tipo de huella que delatara que o quien podia haberse llevado las cosas. 

- Nadie puede haberse llevado nada, es un equipo de confianza.
- ¿Entonces que sugieres? alguien nos esta traicionando.
- Pero no tiene sentido, aunque... 
- ¿Aunque?
- La maldicion... -susurro Pichu perdiendose en sus pensamientos.



Dedicado a Javier, ¡feliz cumpleaños majo!

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