28 julio 2013

The Art Of Thought











Sobre el mediodia, vio en lontananza la silueta de su castillo. La luz solar le conferia un brillo especial a la roca haciendolo parecer muy hermoso, digno de un rey. Fônsö sonrio y espoleo a su caballo. Tenia ganas de comer y encerrarse en sus aposentos a pensar. El amuleto con forma de caliz se le clavo en ese instante en el pecho y sintio calor.

Cuando llego a la fortaleza, los serviciales criados le tenian preparado un festin a base de carnes variadas, sopa, fruta y vino especiado. Al terminar pidio que le llevaran un poco de hidromiel a sus aposentos y una vez se vio satisfecho cerro la puerta con llave y se quito el amuleto, que comenzo a girar entre sus dedos.

- ¿Que secreto ocultas? -murmuro para si mirandolo fijamente. Era de color rojo sangre bordeado de oro, y aqui y alla tenia unos brillos oscuros que le daban un aspecto mistico. Lo unico que realmente parecia especial acerca de el era su origen. Fônsö se puso a pensar en el espiritu del bosque... Se habia manifestado ya dos veces en su presencia, lo cual era de lo mas inusual, y habia reconocido que queria algo de el... ¿Pero que? 
Estaba tan perdido en sus pensamientos que apenas noto como el cielo se oscurecia fuera. La potente luz de un rayo le hizo levantar la vista y el sonido de un trueno le distrajo de sus cavilaciones. Cautelosamente, se asomo y vio la conocida silueta de Lady Whers, que paseaba por los alrededores de su castillo completamente ajena a la lluvia que ella misma estaba creando. La joven lo miro y sintio como sus penetrantes ojos castaños se le clavaban como puñales, dejandole entrever todos los secretos que guardaba y jamas compartiria con el...
- Hermoso dia para una tormenta -le dijo, y Fônsö sintio como esas palabras encendian una luz en algun lugar de su mente.


Unos años antes.

Un joven que acabaria de cumplir los veinte se encontraba solo en medio de un bosque. Silencioso, avanzaba entre el ramaje a la espera de una presa a la que dar caza. Demostraria por fin que merecia su titulo de Lord, y que no era solo su linaje lo que le convertia en alguien digno de reinar algun dia. Un ruido entre la hojarasca hizo que se girara, pero antes de que pudiera reaccionar una deslumbrante luz le cego y cayo desmayado. Tuvo una vision acerca de un meteorito, una joven de ojos castaños que le guiaba hacia... Imagenes inconexas, un lago... Mas imagenes inconexas, un caliz del que surgia un leon... Abrio los ojos y vagamente vislumbro una figura femenina que reia... 


- ¡Eras tu! -grito a Lady Whers, que ahora paseaba por sus aposentos.
- Siempre pareces tan seguro en tus afirmaciones... y te equivocas tanto... -le respondio cripticamente la joven.
- ¿Eras tu, verdad? -pregunto algo mas calmado.
- Si.
- ¿Por que no te he reconocido hasta ahora?
- No eres capaz de verte...
- Habla claro por una vez.
- No. Piensa.

Fônsö la miro, empezando a exasperarse. No sabia si aquel espiritu era misterioso en si o lo hacia por molestarle... Ademas, siempre estaba con esas extrañas insinuaciones de que ambos eran... ambos... eran... 
Recordo un espejo. Recordo haberse mirado en el, y en lugar de ver su reflejo vio otro mundo. Era un mundo hermoso, magico, antiguo... Al otro lado, una joven miraba impresionada el mundo al que el pertenecia.

- Hola -dijo Fônsö, y se fijo en que la joven no parecia del todo corporea.
- Hola...
- ¿Que es esto? -pregunto Fônsö, señalando al espejo.
- Un portal.

El joven se quedo callado, esperando a que ella continuara, pero no lo hizo.

- ¿Un portal hacia... donde?
- El mundo de las almas. Mi mundo refleja el alma del tuyo, y el alma de aquellos que la habitan...
- Entonces... tu...
- Soy tu espiritu.

No era posible. Estaba vivo, ¿como podia..?

- Nada tiene que ver con la vida o la muerte -sonrio ella, adivinando sus pensamientos.
- ¿Y... por que mi espiritu es una mujer? -pregunto Fônsö, incapaz de contenerse.
- Soy esencia, la forma en que me ves es la forma que tus ojos han querido darme. 

Estuvieron conversando un buen rato, hablando sobre cualquier tema que se les ocurria. Resultaba de lo mas interesante, ya que eran pedazos de la misma persona, pero aun asi capaces de aportarse diferentes perspectivas.

- Tu... soy el...
- Si, el espiritu del bosque. Tu alma se ha escindido porque era mi deseo visitar esta tierra, y el tuyo visitar la mia.
- Pero yo... 

El meteorito, el caliz... Fônsö lo comprendio todo. 



Dedicado a Alfonso, ¡feliz cumpleaños leon!

27 julio 2013

Creepy nice!














La sala comun estaba inusitadamente silenciosa. Wherynn suspiraba mientras traducia runas utilizando su peculiar estilo, consistente en encontrar el significado de cada una de ellas y tratar de unirlas formando frases coherentes.

- El druida, poderosamente, magia, hechizar, al/del monje, bosque. El druida con su "poderosamente" magia hechizo al druida en el bosque -murmuro.
- No tengo paciencia para esto... -se quejo Ädri.
- ¿Y por que crees que yo lo hago asi?
- No se, pero has puesto "druida" dos veces... Sera que hechizo al monje...
- ¡Ah! cierto... Mejor sigo mañana, ya estoy poniendo tonterias... 

La joven dejo los manuscritos en la mesa y se puso a pasear por la sala vacia. Por aquella epoca les mandaban muchisimos deberes y la gente acudia en masa a la biblioteca, pero ella preferia tener un lugar donde poder moverse. Ädri solia acompañarla porque le gustaba charlar mientras trabajaba y en la biblioteca siempre le regañaban.

- Entonces esta noche... la armamos -dijo Ädri.
- Si, aunque por lo que dices de Snape...
- Creo que tardaria en darse cuenta de las proyecciones.
- Depende de como te salga el hechizo...
- Bien, mujer. Y si sale mal da lo mismo, con que le entretenga...


Aquella noche se reunieron en la sala comun y Ädri cerro los ojos, concentrandose. El hechizo era muy complejo y su amiga no tenia la precision de movimientos que requeria, por lo que el chico era el unico capaz de ejecutarlo, y si fallaba, su plan tambien lo haria. Ädri comenzo a susurrar palabras en latin y poco a poco se fueron formando ante sus ojos las siluetas de dos personas desconocidas. Una vez acabado el hechizo, Wherynn los examino con ojo critico.

- Bueno, como estara oscuro...
- ¡Seras borde! ¡te recuerdo que tu eres demasiado torpe para ejecutarlo! -se enfado el chico.
- Si hombre, no te lo tomes a mal... es que soy muy perfeccionista, ya sabes... pero que estan genial, de verdad, yo seria incapaz... -le halago Wherynn. El sonrio y Wherynn le guiño un ojo mientras abria el retrato de la Señora Gorda. Ädri solia irritarse con facilidad, pero tambien era muy facil calmarlo.

Los dos amigos junto con las proyecciones salieron por el hueco del retrato, que les echo una mirada reprobadora aunque trataba de aguantarse la risa. Siempre era complice en sus salidas nocturnas.

- Me encanta pasear por el castillo de noche... -susurro Wherynn con voz soñadora.
- Si, e iluminar a los retratos en plena cara, ¡jajaja! -rio Ädri.
- Eso tu, que eres un bruto.

Wherynn se giro al oir un leve chillido. Justo en ese momento Ädri iluminaba el cuadro de un peregrino que dormia sobre un lecho de hojas cerca de una roca en un paisaje boscoso.

- Lo dicho...
- Jajajaja.


Un rato mas tarde habian logrado deslizarse hasta el primer piso, esquivando al Baron Sanguinario, que arrastraba sus cadenas por uno de los pasillos.

- Que raro, suele deambular por las mazmorras... -observo Wherynn.
- Pues mejor para nosotros, asi no nos lo encontraremos alli... 
- Problemas.

El chico miro hacia donde señalaba su amiga y vio a Peeves cerca de la puerta de entrada inundando el vestibulo con alguna sustancia resbaladiza.

- Perfecto... ¿y ahora que?

Wherynn le miro sin entender.

- Creia que el hechizo era para un momento como este...
- Si, pero no quiero desperdiciarlo...
- ¡Boh! ¡adelante!
- ¡No! ¡sabran que vamos a las mazmorras! -murmuro Ädri, sujetandolos.
- ¿Entonces?
- Dejame pensar...

Mientras Ädri cavilaba, Wherynn vio como Peeves acababa su trabajo y desaparecia riendose atravesando la pared del Gran Comedor.

- Ädri... 
- ¡Calla! ¡estoy intentando pensar!
- ¡Mira! -insistio la chica.

Ädri miro hacia el vestibulo y al verlo vacio sonrio aliviado. Como si de una pelicula comica se tratase, los dos amigos pasaron por encima del extraño liquido patinando sin control. Wherynn, que tenia un curioso equilibrio en determinadas situaciones, logro atravesar la sustancia con cierta gracia, pero Ädri se callo de lleno sobre ella. Con respecto a las proyecciones, simplemente flotaron. 

- ¡Esto es..!
- Tranquilo, lo importante es que ya estamos en las mazmorras... -contuvo la risa Wherynn mientras le limpiaba con un encantamiento.

Los pasillos estaban humedos y muy oscuros, y no se atrevian a encender una luz potente, por lo que Ädri confio en la "vision nocturna" de su amiga, que se guiaba a traves de una pequeña lucecita que llevaba encerrada en un tarro. 

- Estamos cerca... 

La pared de piedra que ocultaba la sala comun de Slytherin brillaba de forma misteriosa con la luz azulada de Wherynn. Entre los dos amigos introdujeron una pequeña salamandra por una cavidad que habian localizado y sonrieron. Tras eso, se dirigieron al despacho de Snape e hicieron lo mismo. 

- Perfecto... nuestro malevolo plan esta en marcha -murmuro Ädri.
- Y esta vez nadie puede relacionarnos... -contesto su amiga.

Se dieron la vuelta para regresar a sus habitaciones pero un ruido casi imperceptible hizo que Wherynn mirase hacia la puerta del despacho. Ädri miro a su vez y esta vez tambien oyo ruidos dentro.

- Snape esta en su despacho... -musito Wherynn. 

A ambos se les helo la sangre.



Dedicado a Adrian, ¡feliz cumpleaños salao!

26 julio 2013

Sorcery


Las tres brujas junto con Yrguv se alejaron de la mansion de forma agil pero sin levantar sospechas y se dirigieron al centro de la ciudadela, donde segun Yrguv había una posada donde podrian alojarse. Ya habian pasado tres siglos desde que habia abandonado Sÿrmû, de modo que lo que ahora se encontraron fueron algunos hoteles lujosos donde podrian pasar la noche.

- Sÿrmû Hotel, ¿por que no? muy adecuado -comento Nälya mientras entraba en recepcion. 

La sala era amplia y estaba decorada con muy buen gusto, lo que les agrado de inmediato. Mâry observo por los ventanales que nadie las siguiera y despues se fijo en Shÿla, que estaba demasiado callada en su opinion.

- ¿Todo bien, Shÿ? -pregunto, sabiendo que la chica odiaba que la llamara de esa forma.
- Si, Mâry, ¿por que?
- Estas muy callada...
- Solo pensaba... ya sabes, en... en nuestras "vacaciones".
- Claro -sonrio Mâry. Nälya, agito las llaves.
- Tendremos que compatir dos habitaciones, no dejan que nos quedemos todas juntas... las he escogido contiguas para que podamos hablar con tranquilidad.
- Bien -dijo Yrguv, que en ese momento se distrajo con un antiguo jarron.

Nälya y Mâry se dirigieron una rapida mirada.

- ¡Oh, mirad! es de mi epoca... cuantos recuerdos...
- Es precioso, Yrguv.
- ¿Como repartiremos las habitaciones? -pregunto Shÿla.
- No pensemos en eso ahora, tengo demasiada hambre... ¿nos puedes recomendar algún sitio? aunque todo haya cambiado tanto... bueno, puedes guiarte por la comida -sugirio Nälya.
- ¡Por supuesto! -se animo Yrguv.

Despues de mirar algunos restaurantes, Yrguv se decanto por uno de comida tradicional.

- Tengo que ir al baño... ¿me acompañas? -pregunto Mâry a Yrguv.
- Claro...
- Voy a darme una vuelta discreta por el local, me encanta la arquitectura... Shÿla, guardanos esta mesa, por favor -pidio Nälya señalandole una silla de espaldas al servicio.

Mâry fue con Yrguv al baño y para su alivio comprobo que habia otras dos señoras allí. Les sonrio, espero a que la genio entrara en uno de los cubiculos y rapidamente abrio la puerta de fuera y le hizo un gesto a Nälya. Esta entro a su vez en el baño y Mâry aprovecho el momento para congelar disimuladamente la escena.

- Vale, Shÿla esta de lo mas raro... -comento Mâry tras comprobar que Yrguv tambien estaba congelada.
- Parece que la hayan hechizado...
- ¿Pero... quien? si ocurrio dentro de la casa, Yrguv tendria que haberse dado cuenta.
- Salvo que tambien este hechizada... -razono Nälya.
- Y no lo parece en absoluto...
- De modo... que es una traidora. Quiere liberarse de su prometido y acabar con ese demonio... o no... ya no me creo su historia.
- Tal vez ella misma es capaz de realizar magia... si ha embrujado a Shÿla no podemos dejarlas solas, no sabemos que quiere....
- Ya, pero si una de las dos esta con ella y nos hechiza...
- ¡El colgante!
- ¿Qué pasa con el cristal? -pregunto Nälya, confundida.
- No, no, nuestro colgante anti-maldiciones.
- ¡Aaah! ¡si, gran idea!
- Solo tengo que transportarme a casa y cogerlo.
- Perfecto, descongela esto, yo las distraere -propuso Nälya.

Mâry espero a que saliera y descongelo la escena. Actuo con normalidad y salio con Yrguv del baño antes de que hubiera oportunidad para que se quedaran solas.

- ¿Que os apetece comer? Yo os recomiendo...

Mâry se perdio en sus pensamientos. Shÿla era capaz de sentir la oscuridad en los corazones, pero en ningun momento habia dicho nada sobre la genio. Eso indicaba que en realidad no era malvada o que habia empleado un poderoso hechizo para ocultar su maldad... Pero eso no era posible, el don de Shÿla era tan potente que captaba cualquier tipo de magia que pudiera tratar de enmascararla. De modo que Yrguv no era mala, pero actuaba con maldad... ¿por que? De repente Mâry se dio cuenta de que todas la miraban.

- ¿Tu que quieres? -repitio Shÿla, señalandole al camarero.
- ¡Oh..! lo mismo que Yrguv.


Despues de comer, las chicas salieron del restaurante y se dirigieron al hotel. Mâry y Nälya habian optado por compartir habitacion y juntar a Shÿla e Yrguv en otra, ya que de ese modo les seria mas facil anticiparse a sus posibles movimientos. Una vez estuvieron a solas, Mâry se transporto a casa con un sencillo hechizo y volvio con el colgante anti-maldiciones. 

- Lastima que solo tengamos uno... -comento mientras se lo ponia, ya que le habia tocado a suertes.
- Si, y haber como te las apañas si me hechiza... no sabemos que pretende.
- Hablando de eso...

Mâry le conto sus conclusiones acerca Yrguv y los poderes de Shÿla y Nälya se mostro muy interesada. 

- No creo que pueda evadir sus poderes... asi que tambien estara hechizada...
- Tal vez por su prometido...
- Esto es muy complicado -suspiro Mâry.
- Nos gustan los retos, ¿no?
- Si... pero a saber a quien tenemos que destruir.
- Lo sabremos...

Una imagen comenzo a formarse delante de ellas y se quedaron en silencio.




Dedicado a Maria, ¡feliz cumpleaños maja!

19 julio 2013

Sly

Comenzaba a anochecer y Sÿl se aburria soberanamente. Thäis llevaba mucho rato con su diario -¡Venga ya! ¡su vida no es tan interesante! pensaba Sÿl- y Wherynn aun no habia vuelto de la biblioteca. Le pregunto a su amiga si queria ir a cenar pero ella le recordo que habia quedado con su grupo de trabajo, por lo que tendria que irse sola. Sÿl puso cara triste y decidio ir a buscar a Wherynn, no sin antes pasar por el Gran Comedor para coger unos pasteles de calabaza. 

- ¿Que passsaa? -le pregunto uno de los Slys a los que se habia enfrentado hacia unos dias en las mazmorras.
- El burro por tu casa, titi -contesto ella en plan ochentero con voz macarra.
- ¿Me estas vacilando? -dijo el chico levantandose.
- Otra vez... pero que pesaditos sois, de verdad... -respondio Sÿl cogiendo los pasteles.
- Tu no eres quien para...

Sÿl le miro y vio como un prefecto de Slytherin se acercaba por detras sonriendo, por lo que se fue a toda prisa. ¡No podian quitarle puntos si no les escuchaba! o al menos confiaba en ello... En su huida por el vestibulo paso por delante de los relojes de las casas y vio que los rubies de Griffindor no se habian movido. Mejor para ella.


Un rato mas tarde llego a la biblioteca, que estaba casi desierta. Un compañero que salia le hizo un gesto señalando los pasteles, ya que no se podia introducir comida. Sÿl le sonrio, saco su varita y transformo los dulces en libros.

- No esta mal, si no fuera porque aun huelen a pastel... ¡y las hojas estan hechas de bizcocho! -comento el chico mientras abria uno de los libros.
- Jajaja, bueno, no creo que la señora Pince se vaya a fijar tanto...
- Ya... pero yo que tu mejoraria mis transformaciones -comento el simplemente guiñandole un ojo.

La chica se metio en la biblioteca y enseño los libros a Madame Pince poniendo cara inocente. Esta la dejo pasar y Sÿl se fijo en como olisqueaba la entrada y despues sacudia la cabeza. Riendo para sus adentros busco a Wherynn, a la que encontro tras una pila de libros con aspecto de estar muy concentrada.

- ¿Que haces aun aqui? -le pregunto Sÿl, sacandola de su ensimismamiento.
- La runa... tenia razon. Tiene una magia muy poderosa.
- No me impresiona demasiado viendo el contexto en el que vivimos... -comento Sÿl tendiendole sus libros. Wherynn la miro con cara de no entender y Sÿl sonrio malevolamente convirtiendolos de nuevo en pasteles de calabaza.
- Muy astuta, tenian que haberte enviado a Slytherin...
- Si, y en venganza por ello me meto con los Sly, jajaja. Pura envidia, ¡oh, oh!
- Vale... mira, lee esto.

Sÿl leyo el texto y se puso seria. 

- Cuentame tu vision -pidio.

Wherynn le narro lo que habia visto y Sÿl se quedo pensativa.

- Pero Trelawney dijo que la magia Oesed simplemente hace realidad las visiones que tenemos en sueños...
- Si... pero mira este otro libro -contesto su amiga acercandole un pesado volumen. La magia Oesed puede mostrarnos visiones que tenemos en sueños y que son profeticas.
- Eso de los sueños profeticos... no te ofendas, pero no eres precisamente la mejor en Adivinacion...
- Ya, pero me parece que es por falta de concentracion mas que por otra cosa. Tengo facultades, pero no se canalizarlas, o no puedo...
- Como sea, si de verdad esa runa esta en el bosque...
- ... tenemos que ir a buscarla -completo Wherynn.
- En realidad iba a decir "seria muy peligroso ponerse a buscarla", pero supongo que tienes razon.
- Seria nuestra aventura mas peligrosa en varios aspectos...
- ... y pondria a prueba nuestros poderes y habilidades... 
- ... y nos podriamos meter en un lio increible... 
- ... o convertirnos en heroinas... 
- Entonces esta decidido -tercio Wherynn mordiendo uno de los pasteles. Iremos a buscarla.
- A Thäis no le va a hacer gracia...
- Pues le haremos cosquillas de camino -bromeo. 


Los pasillos estaban inusitadamente oscuros, ya que aquella noche no habia luna. Wherynn se asomo a uno de los grandes ventanales y contemplo el Bosque Prohibido, pensativa. Cuantos secretos encerraba, seguramente muchos mas de los que podian imaginar. Como el que acababan de descubrir. Sÿl la llamo y la chica salto rapidamente al escalon de la escalera movil que las llevaba directas al cuadro de la Señora Gorda.

- Quizas seria mejor consultar todo este asunto con Dumbledore...

Wherynn la miro sorprendidisima.

- No me creo que hayas dicho eso.
- Esta vez me parece que deberiamos ser mas prudentes... tengo una sensacion rara con respecto a esto...
- ¿A que te refieres?
- No se, el bosque... me da miedo. Quiero decir, no "miedo" miedo, pero... no se explicarlo. Creo que no deberiamos acercarnos.
- Tu sabes algo mas de lo que dices...

Sÿl la miro a los ojos y un extraño brillo verde cruzo por ellos por un instante. Wherynn le devolvio la mirada como si nada y espero su respuesta.

- No, es solo una sensacion.
- Esta bien... esperaremos unos dias, lo meditaremos bien y si eso se lo decimos.
- Si, sera mejor no hacer ningun movimiento por nuestra cuenta.
- ¡Ay! ¡nos hacemos mayores! -rio Wherynn. Sÿl sonrio a su vez.
- Me temo que si...

Las dos chicas entraron en la sala comun y Wherynn cogio a su amiga del brazo.

- Oye, ya que estamos dudosas sera mejor no decirle nada a Thäis, entre las dos decidiremos que hacer, ¿te parece? No quiero involucrarla inutilmente.
- Estoy de acuerdo, asi sera mas facil.
- Bien... voy a buscar algun juego arriba, ¿vale? necesito relajarme. 
- Vale, voy a preguntarle a Thäis si le apetece jugar -contesto Sÿl animada.

Wherynn subio a la habitacion y al llegar arriba cerro cuidadosamente la puerta tras de si para despues apoyarse en ella. Suerte que habia sido capaz de disimular... Aquel brillo en los ojos de Sÿl no era normal, y mucho menos su actitud, siempre era muy aventurera y se unia a todas las locuras imaginables, queriendo superarlas cada vez. ¿Que le ocurria? ¿Era realmente ella misma?



Dedicado a Sylvia, ¡feliz cumpleaños cuca!

Nocturnal

Ambos vampiros se quedaron petrificados ante la vision del cielo aclarandose por momentos. Para su suerte, las nubes se habian amontonado mientras investigaban en la cupula y el sol todavia tardaria en hacer su aparicion en plena gloria. Sin embargo, era el momento de buscar un escondite. 

- Hace tanto que no veo un amanecer... -suspiro Râsky mientras se tapaba con la capucha para ocultarse de los incipientes rayos solares.
- Si, y salvo que sea lo ultimo que quieras ver, sera mejor que nos demos prisa -apunto Crälos.
- ¿Adonde vamos?
- Ni idea, tiene que haber alguna caverna, o... yo que se, ¡como si tenemos que excavar un agujero! -respondio su amigo apurado. Se estaba poniendo nervioso.
- O lo uno o lo otro...
- Va a ser lo uno, ¡mira alli!

Crälos señalo hacia una pequeña oquedad en una roca, que parecia lo bastante profunda como para albergar algun tipo de galeria. Sin decir nada, se abalanzo hacia ella y se colo por el agujero, farfullando cuando casi se quedo atascado. Râsky le siguio en la oscuridad y temblo cuando oyo un aullido desgarrador de su compañero.

- ¡¡Crälos!! ¿estas bien? -grito hacia el interior de la cueva sin ver nada. De pronto, se dio de bruces contra una pared y cayo casi desmayada.
- ¡Un zorro! me ha mordido -dijo pasando por su lado y arrojando al animal por la abertura.
- ¿Y que has hecho?
- Morderle tambien, ¿que si no? ¡que no se meta conmigo!
- ¡Ay, pobre! ¿estas bien?
- ¿Pobre el zorro o pobre yo..?
- Eh... esta muy oscuro aqui, no he visto esa pared.
- Si... vale... sera un buen sitio para refugiarnos. Mira, justo...

La luz solar penetro debilmente por el hueco y ambos retrocedieron. La cueva era bastante espaciosa una vez se doblaba la pared contra la que habia chocado Râsky y no dejaba entrar la luz, de modo que les parecio un escondite perfecto. Sin embargo, despues de un rato comenzaron a oir extraños ruidos.

- ¿Oyes eso? -pregunto Râsky a su compañero.
- Si, suena como si... como si algo estuviera caminando por debajo de la roca...
- ¿Ratas?
- Tal vez...

De pronto, un sonido como si una gran piedra se moviese les interrumpio. Con precaucion, se acercaron a un recodo y vieron asomar una pequeña cabecita, que se les quedo mirando asustada.

- ¡¡Vampiros!! -grito la niña, e inmediatamente Crälos bufo y corrio a taparle la boca. La pequeña se debatia aterrada entre sus manos, con lagrimas asomando en su rostro.
- ¡Pobre, la asustas!
- ¡Ha gritado! ¿y si venia alguien detras?
- ¿Vienes con alguien? -pregunto Râsky dirigiendose a la niña. Esta nego con la cabeza.
- ¿Y si miente?
- Pero mirala, es muy pequeña...
- ¿Y si es tan pequeña que hace sola?
- No se, preguntemosle. Prometenos que si te soltamos no gritaras... -le dijo la vampira con voz suave. La niña asintio y Crälos le dirigio una mirada amenazadora, por si acaso.
- ¿Me vais a comer? -pregunto la pequeña con tono triste.
- ¡No! ¿quien te cuenta esas cosas? nosotros no comemos gente.
- ¿Ves? son unos racistas...

La niña miro a Crälos y algo en su aspecto le debio parecer divertido, porque sonrio mas tranquila. No parecia que fuesen a comerla al fin y al cabo. Râsky le cayo simpatica, asi que se sento con ellos.

- ¿Vienes sola?
- Si.

Crälos la miro fijamente. Era demasiado pequeña. La niña capto su mirada.

- Me he escapado.
- ¿Por que?
- Queria ver vampiros...
- ¿A pleno sol? -rio Crälos- que tonta...

La pequeña le miro ofendida y se dirigio a Râsky.

- Queria saber si los vampiros eran malos.
- Pues bien que te asustaste al vernos... -le recordo Crälos. La niña le ignoro.
- Teneis muchas idea erroneas sobre nosotros... -La niña la miro sin comprender- Ideas equivocadas -explico Râsky.
- La gente os tiene miedo porque ahora vivis fuera y nosotros ya no... ¿Como era vivir fuera?

La pregunta fue seguida de un largo silencio. Râsky la miro con pena. Toda su vida, por corta que fuera, viviendo bajo tierra... Le explico como era el planeta antes del calentamiento, antes de los vampiros y antes de que todo cambiara. La niña la miraba con mucha ilusion y hasta Crälos se ablando. Era muy maja y despierta, le recordaba a la pequeña Râsky.

- ... y me perdi, encontre una piedra rara y un boton, lo toque y aqui estoy! -acabo de contar la niña.
- Pues tendremos que acompañarte hasta casa.

La pequeña puso gesto de protesta y Crälos miro alarmado a su amiga.

- Ya sabes que los vampiros somos buenos, asi que tienes que volver. Es peligroso que estes aqui.
- Râsky... sabes bien que no podemos acompañarla de vuelta... ademas nosotros tampoco conocemos el camino.
- Nuestros sentidos son agudos, lo encontraremos.
- Si, y nuestro aspecto es de goticos o vampiros... ¡y algo me dice que no deben quedar muchos goticos alla abajo!
- Puedo volver sola... -se ofrecio la pequeña.
- ¡Ni hablar! te acompañaremos.

Crälos miro a Râsky y suspiro. Ya estaba decidido.

- Esta bien... pero antes tendremos que buscar la forma de disfrazarnos.



Dedicado a Vero, ¡feliz cumpleaños neni!