Ambos vampiros se quedaron petrificados ante la vision del cielo aclarandose por momentos. Para su suerte, las nubes se habian amontonado mientras investigaban en la cupula y el sol todavia tardaria en hacer su aparicion en plena gloria. Sin embargo, era el momento de buscar un escondite.
- Hace tanto que no veo un amanecer... -suspiro Râsky mientras se tapaba con la capucha para ocultarse de los incipientes rayos solares.
- Si, y salvo que sea lo ultimo que quieras ver, sera mejor que nos demos prisa -apunto Crälos.
- ¿Adonde vamos?
- Ni idea, tiene que haber alguna caverna, o... yo que se, ¡como si tenemos que excavar un agujero! -respondio su amigo apurado. Se estaba poniendo nervioso.
- O lo uno o lo otro...
- Va a ser lo uno, ¡mira alli!
Crälos señalo hacia una pequeña oquedad en una roca, que parecia lo bastante profunda como para albergar algun tipo de galeria. Sin decir nada, se abalanzo hacia ella y se colo por el agujero, farfullando cuando casi se quedo atascado. Râsky le siguio en la oscuridad y temblo cuando oyo un aullido desgarrador de su compañero.
- ¡¡Crälos!! ¿estas bien? -grito hacia el interior de la cueva sin ver nada. De pronto, se dio de bruces contra una pared y cayo casi desmayada.
- ¡Un zorro! me ha mordido -dijo pasando por su lado y arrojando al animal por la abertura.
- ¿Y que has hecho?
- Morderle tambien, ¿que si no? ¡que no se meta conmigo!
- ¡Ay, pobre! ¿estas bien?
- Morderle tambien, ¿que si no? ¡que no se meta conmigo!
- ¡Ay, pobre! ¿estas bien?
- ¿Pobre el zorro o pobre yo..?
- Eh... esta muy oscuro aqui, no he visto esa pared.
- Si... vale... sera un buen sitio para refugiarnos. Mira, justo...
La luz solar penetro debilmente por el hueco y ambos retrocedieron. La cueva era bastante espaciosa una vez se doblaba la pared contra la que habia chocado Râsky y no dejaba entrar la luz, de modo que les parecio un escondite perfecto. Sin embargo, despues de un rato comenzaron a oir extraños ruidos.
- ¿Oyes eso? -pregunto Râsky a su compañero.
- Si, suena como si... como si algo estuviera caminando por debajo de la roca...
- ¿Ratas?
- Tal vez...
De pronto, un sonido como si una gran piedra se moviese les interrumpio. Con precaucion, se acercaron a un recodo y vieron asomar una pequeña cabecita, que se les quedo mirando asustada.
- ¡¡Vampiros!! -grito la niña, e inmediatamente Crälos bufo y corrio a taparle la boca. La pequeña se debatia aterrada entre sus manos, con lagrimas asomando en su rostro.
- ¡Pobre, la asustas!
- ¡Ha gritado! ¿y si venia alguien detras?
- ¿Vienes con alguien? -pregunto Râsky dirigiendose a la niña. Esta nego con la cabeza.
- ¿Y si miente?
- Pero mirala, es muy pequeña...
- ¿Y si es tan pequeña que hace sola?
- No se, preguntemosle. Prometenos que si te soltamos no gritaras... -le dijo la vampira con voz suave. La niña asintio y Crälos le dirigio una mirada amenazadora, por si acaso.
- ¿Me vais a comer? -pregunto la pequeña con tono triste.
- ¡No! ¿quien te cuenta esas cosas? nosotros no comemos gente.
- ¿Ves? son unos racistas...
La niña miro a Crälos y algo en su aspecto le debio parecer divertido, porque sonrio mas tranquila. No parecia que fuesen a comerla al fin y al cabo. Râsky le cayo simpatica, asi que se sento con ellos.
- ¿Vienes sola?
- Si.
Crälos la miro fijamente. Era demasiado pequeña. La niña capto su mirada.
- Me he escapado.
- ¿Por que?
- Queria ver vampiros...
- ¿A pleno sol? -rio Crälos- que tonta...
La pequeña le miro ofendida y se dirigio a Râsky.
- Queria saber si los vampiros eran malos.
- Pues bien que te asustaste al vernos... -le recordo Crälos. La niña le ignoro.
- Teneis muchas idea erroneas sobre nosotros... -La niña la miro sin comprender- Ideas equivocadas -explico Râsky.
- La gente os tiene miedo porque ahora vivis fuera y nosotros ya no... ¿Como era vivir fuera?
La pregunta fue seguida de un largo silencio. Râsky la miro con pena. Toda su vida, por corta que fuera, viviendo bajo tierra... Le explico como era el planeta antes del calentamiento, antes de los vampiros y antes de que todo cambiara. La niña la miraba con mucha ilusion y hasta Crälos se ablando. Era muy maja y despierta, le recordaba a la pequeña Râsky.
- ... y me perdi, encontre una piedra rara y un boton, lo toque y aqui estoy! -acabo de contar la niña.
- Pues tendremos que acompañarte hasta casa.
La pequeña puso gesto de protesta y Crälos miro alarmado a su amiga.
- Ya sabes que los vampiros somos buenos, asi que tienes que volver. Es peligroso que estes aqui.
- Râsky... sabes bien que no podemos acompañarla de vuelta... ademas nosotros tampoco conocemos el camino.
- Nuestros sentidos son agudos, lo encontraremos.
- Si, y nuestro aspecto es de goticos o vampiros... ¡y algo me dice que no deben quedar muchos goticos alla abajo!
- Puedo volver sola... -se ofrecio la pequeña.
- ¡Ni hablar! te acompañaremos.
Crälos miro a Râsky y suspiro. Ya estaba decidido.
- Esta bien... pero antes tendremos que buscar la forma de disfrazarnos.
- Eh... esta muy oscuro aqui, no he visto esa pared.
- Si... vale... sera un buen sitio para refugiarnos. Mira, justo...
La luz solar penetro debilmente por el hueco y ambos retrocedieron. La cueva era bastante espaciosa una vez se doblaba la pared contra la que habia chocado Râsky y no dejaba entrar la luz, de modo que les parecio un escondite perfecto. Sin embargo, despues de un rato comenzaron a oir extraños ruidos.
- ¿Oyes eso? -pregunto Râsky a su compañero.
- Si, suena como si... como si algo estuviera caminando por debajo de la roca...
- ¿Ratas?
- Tal vez...
De pronto, un sonido como si una gran piedra se moviese les interrumpio. Con precaucion, se acercaron a un recodo y vieron asomar una pequeña cabecita, que se les quedo mirando asustada.
- ¡¡Vampiros!! -grito la niña, e inmediatamente Crälos bufo y corrio a taparle la boca. La pequeña se debatia aterrada entre sus manos, con lagrimas asomando en su rostro.
- ¡Pobre, la asustas!
- ¡Ha gritado! ¿y si venia alguien detras?
- ¿Vienes con alguien? -pregunto Râsky dirigiendose a la niña. Esta nego con la cabeza.
- ¿Y si miente?
- Pero mirala, es muy pequeña...
- ¿Y si es tan pequeña que hace sola?
- No se, preguntemosle. Prometenos que si te soltamos no gritaras... -le dijo la vampira con voz suave. La niña asintio y Crälos le dirigio una mirada amenazadora, por si acaso.
- ¿Me vais a comer? -pregunto la pequeña con tono triste.
- ¡No! ¿quien te cuenta esas cosas? nosotros no comemos gente.
- ¿Ves? son unos racistas...
La niña miro a Crälos y algo en su aspecto le debio parecer divertido, porque sonrio mas tranquila. No parecia que fuesen a comerla al fin y al cabo. Râsky le cayo simpatica, asi que se sento con ellos.
- ¿Vienes sola?
- Si.
Crälos la miro fijamente. Era demasiado pequeña. La niña capto su mirada.
- Me he escapado.
- ¿Por que?
- Queria ver vampiros...
- ¿A pleno sol? -rio Crälos- que tonta...
La pequeña le miro ofendida y se dirigio a Râsky.
- Queria saber si los vampiros eran malos.
- Pues bien que te asustaste al vernos... -le recordo Crälos. La niña le ignoro.
- Teneis muchas idea erroneas sobre nosotros... -La niña la miro sin comprender- Ideas equivocadas -explico Râsky.
- La gente os tiene miedo porque ahora vivis fuera y nosotros ya no... ¿Como era vivir fuera?
La pregunta fue seguida de un largo silencio. Râsky la miro con pena. Toda su vida, por corta que fuera, viviendo bajo tierra... Le explico como era el planeta antes del calentamiento, antes de los vampiros y antes de que todo cambiara. La niña la miraba con mucha ilusion y hasta Crälos se ablando. Era muy maja y despierta, le recordaba a la pequeña Râsky.
- ... y me perdi, encontre una piedra rara y un boton, lo toque y aqui estoy! -acabo de contar la niña.
- Pues tendremos que acompañarte hasta casa.
La pequeña puso gesto de protesta y Crälos miro alarmado a su amiga.
- Ya sabes que los vampiros somos buenos, asi que tienes que volver. Es peligroso que estes aqui.
- Râsky... sabes bien que no podemos acompañarla de vuelta... ademas nosotros tampoco conocemos el camino.
- Nuestros sentidos son agudos, lo encontraremos.
- Si, y nuestro aspecto es de goticos o vampiros... ¡y algo me dice que no deben quedar muchos goticos alla abajo!
- Puedo volver sola... -se ofrecio la pequeña.
- ¡Ni hablar! te acompañaremos.
Crälos miro a Râsky y suspiro. Ya estaba decidido.
- Esta bien... pero antes tendremos que buscar la forma de disfrazarnos.
Dedicado a Vero, ¡feliz cumpleaños neni!
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