04 mayo 2014

Juvenilia

Había soportado aquella tarde con la mayor gracia posible y con toda la entereza de la que disponía, demostrando que era una mujer fuerte, elegante y maquiavélica. Si ellas pretendían jugar sucio, les seguiría el juego. Pero sería ella quien marcaría las normas. 
Aîcliä estaba recostada sobre su mesa tratando de escribir una pequeña novelita, pero era incapaz de concentrarse. No paraba de darle vueltas a las palabras de aquellas dos mujeres.

"Seducirás a mi sobrino para que olvide a esa frívola. Me encantaría tenerte como sobrina". "Y a mi que fuese mi tía, esa Aîcliä no tiene nada que hacer". 

¿Quiénes se creían que eran?

- Creo que me iré a la biblioteca... necesito dar un paseo -comentó para si. 


La luz del sol en la calle le hizo sentirse mejor. Los cerezos en flor, los jardines llenos de flores... todo aquello era inspirador y le hacía pensar en hermosos amaneceres... De nuevo, Lady Arüora regresó a sus pensamientos.

- ¡Querida! 


Imposible. No podía ser.


Lady Synföny se acercaba con parte de su estúpido pelo ondeando al viento. ¿No podía escoger horquillas más resistentes? Y ahí su eterna y falsa sonrisa...

- Buenos días, Aîcliä, ¡qué placer volver a verte! La merienda de la semana pasada fue estupenda.
- Buenos días, Lady Synföny. Sí, muy divertida...
- Lástima de tos... ¿ya estás mejor?
- Por supuesto, no fue nada.

Tenía que huir de ahí antes de abofetearla. ¿Qué excusa podía poner?

- ¿Cómo está vuestro prometido? 

- (¡Bruja! pensó la joven) Muy bien, estamos con los preparativos de la boda, ya sabes...

Lady Synföny amplió su sonrisa, aunque su mirada se volvió perceptiblemente más fría. 


- Me alegro... es muy buen partido. Me hubiera encantado casarme con el cuando éramos pequeños. A veces imaginábamos nuestra boda de ensueño... bueno, la mía, pero el era mi príncipe azul, ya sabes... cosas de niños.


Aîcliä sonrió, esta vez con sinceridad. Era una mentirosa. 


- La infancia a veces está muy presente en la mente... pero luego debemos madurar, ¡qué remedio! -rió Aîcliä como si de una broma se tratase. 
Lady Synföny volvió a oscurecer su mirada. 
- Si... ¿Cuando llegarán las invitaciones?

A la joven esas palabras le cayeron como un jarro de agua fría. ¿No se atrevería a arruinar su boda..? Pero no podía dejar de invitarla... ¡Malditos convencionalismos sociales!


- ¡Oh..! supongo que pronto. Aún no hemos confeccionado las tarjetas, tenemos mucho que organizar...

- Bien, la espero con ansia. Seguro que estás preciosa con tu vestido... -dijo con un ligero retintín. 
- Claro... y recuerda, no escojas un vestido blanco para ir, jajaja -rió de nuevo, aunque no lo dijo en broma... Aquella mujer le parecía capaz de cualquier cosa.
- ¡No se me ocurriría! -contestó la joven riendo alegremente. ¡Pero qué falsa!
- Bueno, debo continuar mi camino, me dirigía a la biblioteca...
- ¡Ah, si! mi tía me contó que escribías cuentos de hadas... supongo que todos estamos en contacto con nuestro niño interior -se vengó la joven.
- No son cuentos de hadas, solo... historias de fantasía.
- Claro, a veces el mundo real es demasiado duro...

La abofetearía, seguro. Tenía que escabullirse.

- Si me disculpas, necesitaba ir a la biblioteca. Otro día hablaremos con más calma.

- ¿Vas a la biblioteca? yo me dirigía a comprar unos guantes nuevos.
- ¡Qué bien! nos vemos, Lady Synföny.

Aîcliä prácticamente echó a correr dejando con la palabra en la boca a la otra joven.

- Qué maleducada... no me extraña que Lady Arüora quiera desposar a su sobrino con alguien más digno...


Por fin, la biblioteca. Un remanso de paz donde calmar sus ajetreados pensamientos. Allí podría escribir sin que nadie la molestara, escapar por unas horas a un mundo que le pertenecía y donde podía ridiculizar a Lady Arüora y humillar a Lady Synföny sin que tuviera consecuencias. Le encantaba ser dueña del destino.  

- ... y entonces la estranguló hasta quedarse sin aire... ¡Uy! ¡qué violento me está quedando..! jajaja, suerte que nadie va a leerlo...
- ¡Querida!

¡Venga ya!

El susurro de la voz de Lady Synföny le erizó el vello de la nuca.

- Lady... Synföny... ¿qué haces aquí?
- Quería enseñarte mis guantes nuevos de encaje, ahora que somos amigas...

¿Lo hacía aposta? ¿Se creía que era estúpida? Vale, le seguiría la corriente.

- ¡Qué bien! pero salgamos, no podemos hacer ruido...
- ¿Qué es esto? -preguntó la joven curioseando entre sus pergaminos y tomando algunas cuartillas.
- ¡Oh..! Solo unos borradores, nada importante...
- "Lady Melödy..." ¿Escribes sobre mi?
- ¡¡No!! Solo son... ideas, ¡algunas ideas! -contestó arrancado las hojas de su mano- Prefiero que las leas cuando estén terminadas... me da vergüenza...
- Entiendo... -contestó la joven, suspicaz.

Juntas salieron de la biblioteca hacia la calle, donde Aîcliä propuso que fueran a tomar un té. Tendría que pasar un rato con aquella mujer antes de que la dejara en paz. ¿Qué se proponía?

- Conozco un lugar exquisito para tomar el té, ¡vamos! -dijo Lady Synföny muy animada cogiéndola del brazo. Aîcliä trataba de que los pergaminos no se le cayeran del bolso, que era demasiado pequeño. Tras caminar unas manzanas, se encontraron con unos jardines embarrados ya que la noche anterior había estado lloviendo.
- Ve con cuidado, sería una pena que tu precioso vestido se manchara... -recomendó Aîcliä a la joven, buscando la manera de fingir que resbalaba para poder arrojarla contra el lodo. 
- ¡Ay, mi tacón!

Lady Synföny dio un traspiés tirando del brazo de Aîcliä de modo que el bolso de la muchacha se deslizó y sus pergaminos cayeron en un charco.

- ¡¡¡Mis escritos!!! -chilló desolada.
- ¡¡Oooh, cuanto lo siento!! -contestó la otra con un brillo de malicia en los ojos y alargando dramáticamente las palabras- ¡Te ayudaré a recogerlos!
- ¡No hace falta!

Se vengaría, estaba decidido. Su juego era, literalmente, demasiado sucio.  



Dedicado a Alicia, ¡feliz cumpleaños rubia!

3 comentarios:

Ali dijo...

Gracias, me ha encantado!

Licaón dijo...

Está muy bien Wher, divertida de leer =) quedas con ganas de más

¡Un abrazo!

Whers dijo...

Me siento cómoda en los relatos tipo "novela de costumbres" aunque no sean exactamente mi estilo... ¿o si? :P