26 julio 2014

Hocus Pocus

Recapitulando: Había encontrado a una genio en una botella que estaba en su ático. La joven les había contado que había nacido hacía trescientos años y que servía a brujas y magos, pero no a demonios. Se había escapado, les había concedido cuatros deseos (en vista de su generosidad), la habían liberado, la chica había perdido la memoria sobre su pasado como genio al ser liberada y les había contado su historia. 

- Sus padres tenían una gran fortuna y le habían preparado un matrimonio de conveniencia, pero ella no amaba a ese hombre... decía que no sabía nada sobre la magia... el sueño... el cristal azul que los unía... la profecía... las pociones de combate... 
- ¡Suerte que nosotras custodiamos las pociones! Y Sÿrmû es muy siniestro, no lo olvides...

Mâry interrumpió sus pensamientos al oír a Nälya. Estaba pensando en voz alta para ver si eso le daba alguna pista sobre lo que debían hacer con Yrguv... ¿Era buena o mala?

- Lo que está claro es que Shÿla está bajo su control -afirmó Mâry.
- ¿Eso está claro? espera... ¿bajo el control de quién?

Mâry se quedó callada. Ciertamente, ¿cómo había llegado a esa conclusión? estaba demasiado cansada para pensar con claridad.

- No se, creo que lo he dicho por decir... esta noche deberíamos hacer guardia, tal vez la luz blanca vuelva con más información...
- Ya se la ha jugado bastante al aparecer antes. No creo que pueda decirnos nada más.
- Entonces lo mejor será irnos a dormir, ya resolveremos esto mañana.
- Espero que no sea demasiado tarde... -suspiró Nälya.

La habitación de Shÿla e Yrguv estaba inusualmente oscura. La genio contemplaba por la ventana, silenciosa, mientras Shÿla la miraba a ella con la mirada perdida. 

- Querida Yrguv... es un placer volver a verte.

La joven se giró y vio ante sí a su prometido, cuya silueta se desdibujaba entre llamas azabache.

- Querido... he hecho todo lo que me ordenaste. Esta bruja está bajo mi control y pronto lo estarán las otras dos.
- Perfecto. Nadie podrá impedirnos hacernos con sus poderes. Cuando poseamos los de todas las generaciones de brujas a lo largo de la historia seremos invencibles...

Yrguv sonrió de forma macabra.

- Y después... acabaremos con ellas.


El día siguiente amaneció nublado. Mâry no sabía cómo enfrentarse a Yrguv y descubrir qué era lo que tramaba y si realmente era ella la que estaba detrás de todo. Tal vez incluso su prometido no era quien creían... ¡Menudo lío!

- ¿Sigues pensando en ello? deberías relajarte, cuando nos ataquen las neutralizamos y luego hacemos averiguaciones... -trató de calmarla Nälya.
- Estoy muy confusa... temo que haya intentado manipular mi mente también...
- ¿Pero cómo? si llevas el colgante anti-maldiciones...
- Si... bueno, bajemos a desayunar.

El desayuno transcurrió con total normalidad y las chicas planearon cuáles serían sus siguientes pasos.

- Tenemos las semillas... ahora solo nos falta encontrar a su prometido y darle una buena... -comentó Shÿla. Yrguv la miró detenidamente y la mirada de ésta volvió a perderse momentáneamente. Yrguv sonrió y las otras dos fingieron estar distraídas y no verlo.
- Me parece bien, es hora de librar a Sÿrmû de las sombras...
lya... ¿me acompañas al baño? -pidió Shÿla- hay un par de hombres que nos están mirando demasiado... 
- ¿Quieres ir a conocerlos? -se sorprendió Mâry. 
- ¡Claro que no..! pero me parece que podrían tener información... siento la oscuridad de sus corazones.
- Muchos corazones aquí parecen oscuros... -respondió Mâry mirando a Yrguv. Ésta afirmó con la cabeza.
- Esta oscuridad es especial... Nälya, ven conmigo. 

Yrguv sonrió malignamente.


Una vez en el baño, Shÿla cogió a Nälya y se aseguró de que nadie podía oírlas. La otra estaba nerviosa, no sabía lo que podía hacer Shÿla estando hechizada.

- Yrguv está bajo un conjuro -dijo Shÿla con apuro. 
- Ehmhm...
- Si, me hechizó a mi también, pero su conjuro tenía un fallo y me he librado de él. Llevo fingiendo estar bajo su control desde hace unas horas.
- Aah...
- ¡Espabila! ahora se supone que yo te voy a hechizar a ti, así que finge estar bajo el control de Yrguv.
- Esto es un lío... ¿pero cómo se que tu estás bien y no me estás engañando?
- No lo sabes, pero tendrás que confiar en mi.

La verdad es que notaba a su amiga mucho más dueña de si misma que ayer. Tal vez era cierto y se había librado de la magia...

- ¿Qué quiere hacer Yrguv? ¿cuáles son sus planes? -preguntó Nälya.
- Su prometido quiere robarnos los poderes...
- Un clásico...
 - ... para completar un antiguo encantamiento que les hará invencibles...
- Otro clásico...
- Ahora se buena y finge que estás bajo su control. Cuando podamos pondremos a Mâry al día.
- Está bien... 
- Ya sabes, mirada perdida y "si mi ama, estoy a sus órdenes".
- ¿Por qué los hechizados son siempre tan amables? -siseó Nälya mientras salían del baño.
- ¡Yo qué se! ¡vamos!



Dedicado a María, ¡feliz cumpleaños neni!

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