No entendía nada. La puerta se había abierto, había oído un ¡pop! y luego algo pesado cayéndose... Después no había pasado nada durante un rato y luego otro ¡pop! Y ahora estaba con los chicos en medio de una ciudadela desconocida con una grandiosa arquitectura...
- ¿Alguien me puede explicar qué hacemos aquí? Y de paso qué es "aquí"... Aunque...
- Estamos en Edymbrä -respondió simplemente Nêither.
- ¿¿Dónde?? -se asombró la brujita con una enorme sonrisa.
- En Edym...
- ¡Ya sé dónde es, estúpido Jonas! ¡Siempre he querido venir aquí! -comenzó literalmente a dar saltos Niree.
- Fue el primer sitio que se me ocurrió... -dijo el brujo.
La chica ya estaba lejos, contemplando todos los hermosos lugares que cubría su visión.
- ¡Mirad que tabernas más bonitas! -dijo señalando hacia una que ponía "Dêacön Brodyes Tavern", cuyo exterior estaba adornado con plantas y ribeteado en dorado.
- Esta es la Rôyal Mäyl, la avenida principal...
- ¡Oh! ¡Vamos al sitio donde aquella famosa prosista escribió la obra de...
- ¿Me has llamado "Jonas" de verdad?
- ¡Calla, Jason!
- Deberíamos dejar el paseo para otro momento, es posible que "ella" no esté buscando... -sugirió Nêither.
- ¿Pero no la dejaste fuera de combate? -preguntó la brujita.
- Si, pero solo un tiempo. Vendrá tras nosotros.
- ¡No me puede arruinar este día tan perfecto!
Eomer le tocó el hombro y silenciosamente le mostró una gloriosa catedral.
- Muy bonita, Eomer, pero yo quiero...
- Creo que Basqueroix te la está mostrando...
Junto a la catedral, el rostro encendido de la otra maga brillaba a la luz de su varita.
- ¡Ni hablar!
La brujita fue hacia la chica, que la contemplaba sorprendida. No espera esa reacción.
- ¡Tu! -le gritó.
- ¿Perdona? -respondió la maga.
- ¿Dónde están mi mandrágora y mi jengibre? ¿Por qué me los has robado?
- Yo no he sido...
- ¡Mentirosa! No me obligues a sacarte la verdad...
- ¡Con su botellita verde oscuro! -añadió Jonas sin venir a cuento.
- Muy bien, cielo. ¡Te voy a coger de aprendiz y todo..!
- Ha sido Slâazar.
La maga miró enfurruñada al brujo poniendo un mohín.
- ¿Lees el pensamiento? -le admiró Jonas.
- Si. Es uno de mis dones, lo he estado perfeccionando. Tu amigo no habla mucho, pero piensa bastante...
Eomer hizo un gesto de indiferencia y Jonas miró a Gvÿ.
- Si, nos entendemos psíquicamente. ¿Cómo creías si no..?
- ¿Queréis dejar de perder el tiempo? ¿De verdad ha sido ese psicópata enfermizo? -preguntó Niree.
- Aún no has superado el verle desnudo, ¿eh, pillina?
Niree miró a Nêither con un profundo odio y la otra chica hizo un ademán extraño, como si estuviera... ¿celosa?
- Si, ha sido él. Me prometió diamantes y joyas...
El brujo ahogó una risita. Al parecer no era exactamente "eso" lo que le había prometido...
- ¡Oh, ya basta! Se la he dado porque... bueno, da igual. Es problema vuestro. Está en su casa. No volváis a entrar en la mía o no seré tan amable...
La chica desapareció con otro ¡pop!
- ¿Cómo ha sido tan facil..? -preguntó Jonas, sorprendido.
- Solo hay una cosa que no entiendo... -comentó Nêither- ¿Por qué se ha cambiado de ropa para venir? Cuando me abrió la puerta iba en bermuditas...
- ¡Si, y ahora se ha puesto un pijama! -dijo la brujita en alusión al vestido blanco y largo con un dibujito en la pechera que llevaba la chica y que no la favorecía en absoluto.
- ¿Vamos a casa de Slâazar? ¡No quiero que me..!
- ¡.. robe la guitarra! Qué pesado eres, ¡que está a salvo! -le aseguró Nêither.
- ¡Yo quiero visitar la ciudadela! ¡No me voy sin ver los lugares emblemáticos! -gritó Niree fuera de si.
- ¡Vale, Pamela!
Después de darle un buen coscorrón a Jonas, Niree por fin pudo pasear a sus anchas. Grÿêfrairs Bbôby, la taberna de la prosista, la catedral, el castillo, las mazmorras... todo era hermoso y antiguo, con un halo mágico que la extasiaba.
- ¿Ahora vamos a ver a Slâazar? -dijo Jonas.
- ¿Qué manía te ha entrado con él?
- ¡Pero si eres tú la que quiere saber por qué te roba!
- Un momento... mi varita... -dijo Niree.
- Su "varita" es la que debería preocuparte -masculló Jonas.
- ¿Qué le pasa? ¿quién te pide amistad? -preguntó a su vez Nêither.
- ¿Amistad?
- Si, Jonas. Los magos pueden conectar sus varitas y forjar alianzas, la de Niree está brillando en rojo... alguien quiere contactar con ella...
La brujita hizo un movimiento con la varita y el rostro amable de un señor que parecía muy simpático y llevaba un pendiente en una oreja la saludó desde la neblina que se había formado alrededor.
- ¡¡¡Es... es..!!!
- ¿Qué? -susurró Jonas.
- ¡¡¡¡ES EL CAPI!!!! -chilló Niree emocionada -¡¡es el mejor día de mi vida!! ¡¡Edymbrä y el Capi!! -Niree estaba completamente eufórica.
- ¿Pero quién..?
- Esa es la menor de nuestras preocupaciones... hablando de Slâazar, me parece que no tendremos que movernos... -comentó Nêither.
- ¿Alguien me puede explicar qué hacemos aquí? Y de paso qué es "aquí"... Aunque...
- Estamos en Edymbrä -respondió simplemente Nêither.
- ¿¿Dónde?? -se asombró la brujita con una enorme sonrisa.
- En Edym...
- ¡Ya sé dónde es, estúpido Jonas! ¡Siempre he querido venir aquí! -comenzó literalmente a dar saltos Niree.
- Fue el primer sitio que se me ocurrió... -dijo el brujo.
La chica ya estaba lejos, contemplando todos los hermosos lugares que cubría su visión.
- ¡Mirad que tabernas más bonitas! -dijo señalando hacia una que ponía "Dêacön Brodyes Tavern", cuyo exterior estaba adornado con plantas y ribeteado en dorado.
- Esta es la Rôyal Mäyl, la avenida principal...
- ¡Oh! ¡Vamos al sitio donde aquella famosa prosista escribió la obra de...
- ¿Me has llamado "Jonas" de verdad?
- ¡Calla, Jason!
- Deberíamos dejar el paseo para otro momento, es posible que "ella" no esté buscando... -sugirió Nêither.
- ¿Pero no la dejaste fuera de combate? -preguntó la brujita.
- Si, pero solo un tiempo. Vendrá tras nosotros.
- ¡No me puede arruinar este día tan perfecto!
Eomer le tocó el hombro y silenciosamente le mostró una gloriosa catedral.
- Muy bonita, Eomer, pero yo quiero...
- Creo que Basqueroix te la está mostrando...
Junto a la catedral, el rostro encendido de la otra maga brillaba a la luz de su varita.
- ¡Ni hablar!
La brujita fue hacia la chica, que la contemplaba sorprendida. No espera esa reacción.
- ¡Tu! -le gritó.
- ¿Perdona? -respondió la maga.
- ¿Dónde están mi mandrágora y mi jengibre? ¿Por qué me los has robado?
- Yo no he sido...
- ¡Mentirosa! No me obligues a sacarte la verdad...
- ¡Con su botellita verde oscuro! -añadió Jonas sin venir a cuento.
- Muy bien, cielo. ¡Te voy a coger de aprendiz y todo..!
- Ha sido Slâazar.
La maga miró enfurruñada al brujo poniendo un mohín.
- ¿Lees el pensamiento? -le admiró Jonas.
- Si. Es uno de mis dones, lo he estado perfeccionando. Tu amigo no habla mucho, pero piensa bastante...
Eomer hizo un gesto de indiferencia y Jonas miró a Gvÿ.
- Si, nos entendemos psíquicamente. ¿Cómo creías si no..?
- ¿Queréis dejar de perder el tiempo? ¿De verdad ha sido ese psicópata enfermizo? -preguntó Niree.
- Aún no has superado el verle desnudo, ¿eh, pillina?
Niree miró a Nêither con un profundo odio y la otra chica hizo un ademán extraño, como si estuviera... ¿celosa?
- Si, ha sido él. Me prometió diamantes y joyas...
El brujo ahogó una risita. Al parecer no era exactamente "eso" lo que le había prometido...
- ¡Oh, ya basta! Se la he dado porque... bueno, da igual. Es problema vuestro. Está en su casa. No volváis a entrar en la mía o no seré tan amable...
La chica desapareció con otro ¡pop!
- ¿Cómo ha sido tan facil..? -preguntó Jonas, sorprendido.
- Solo hay una cosa que no entiendo... -comentó Nêither- ¿Por qué se ha cambiado de ropa para venir? Cuando me abrió la puerta iba en bermuditas...
- ¡Si, y ahora se ha puesto un pijama! -dijo la brujita en alusión al vestido blanco y largo con un dibujito en la pechera que llevaba la chica y que no la favorecía en absoluto.
- ¿Vamos a casa de Slâazar? ¡No quiero que me..!
- ¡.. robe la guitarra! Qué pesado eres, ¡que está a salvo! -le aseguró Nêither.
- ¡Yo quiero visitar la ciudadela! ¡No me voy sin ver los lugares emblemáticos! -gritó Niree fuera de si.
- ¡Vale, Pamela!
Después de darle un buen coscorrón a Jonas, Niree por fin pudo pasear a sus anchas. Grÿêfrairs Bbôby, la taberna de la prosista, la catedral, el castillo, las mazmorras... todo era hermoso y antiguo, con un halo mágico que la extasiaba.
- ¿Ahora vamos a ver a Slâazar? -dijo Jonas.
- ¿Qué manía te ha entrado con él?
- ¡Pero si eres tú la que quiere saber por qué te roba!
- Un momento... mi varita... -dijo Niree.
- Su "varita" es la que debería preocuparte -masculló Jonas.
- ¿Qué le pasa? ¿quién te pide amistad? -preguntó a su vez Nêither.
- ¿Amistad?
- Si, Jonas. Los magos pueden conectar sus varitas y forjar alianzas, la de Niree está brillando en rojo... alguien quiere contactar con ella...
La brujita hizo un movimiento con la varita y el rostro amable de un señor que parecía muy simpático y llevaba un pendiente en una oreja la saludó desde la neblina que se había formado alrededor.
- ¡¡¡Es... es..!!!
- ¿Qué? -susurró Jonas.
- ¡¡¡¡ES EL CAPI!!!! -chilló Niree emocionada -¡¡es el mejor día de mi vida!! ¡¡Edymbrä y el Capi!! -Niree estaba completamente eufórica.
- ¿Pero quién..?
- Esa es la menor de nuestras preocupaciones... hablando de Slâazar, me parece que no tendremos que movernos... -comentó Nêither.
Dedicado a Irene, ¡feliz cumpleaños bruji!
1 comentario:
o pienses que se me había olvidado leérmelo!!!! Es que he estado un poco malita... ay!!! me encanta la varita roja! Muy ingenioso!!! No sé si aguantaré al año que viene!!! Gracias cariño, la creatividad es el mejor regalo que se pueda hacer!
Publicar un comentario