26 mayo 2011

Upsik

Epilogo


La oscuridad dentro de la caverna era intensa conforme avanzaban por ella, aunque los brillos de las estalactitas y estalagmitas, procedentes de huecos perforados en la roca de manera natural, aportaban un brillo indescriptible a la escena. Bêah camino en silencio por la estancia mientras Lemuel trataba de improvisar unas antorchas con algunas ramas que llevaba consigo.

- ¡Ay!
- ¿Que ocurre, mi señora? ¿estais bien?
- Si, me... he golpeado con una piedra... -contesto Bêah, agradeciendo que su sonrojo quedara oculto en la densa oscuridad y frotandose la frente.
- Las antorchas estaran enseguida.
- Muchas gracias.

No sabia que les habia llevado hacia aquel lugar, pero su intuicion le decia que era importante. Su intuicion tambien le decia que ocurria algo, se sentia observada y tenia una extraña sensacion al respecto. Notaba como si alguien de su pasado la estuviera contemplando y decidiendo su destino. Jamas habia experimentado algo asi.

- Magia... -murmuro.


Una luz hizo que se girara y viera a Lemuel sonriendo. Este le tendio la antorcha que acababa de prender y con el fuego encendio otra para el, lo que les permitio ver la riqueza de las pinturas que les rodeaban.

- ¿Como sabeis hacia donde hemos de dirigirnos?
- Simplemente lo se. Debo encontrar unos dibujos concretos, que nos... -Bêah se interrumpio y miro en derredor.
- ¿Señora?
- ¿No notas como nos observan? -pregunto dirigiendo su mirada hacia arriba y captando por un instante un rostro asustado que le recordo al suyo propio- ¡No puede ser!
- No entiendo nada... -dijo Lemuel, confundido.
- ¡Me estoy observando! ¿desde el pasado? ¿por que sera? -penso la sacerdotisa en voz alta.
- ¿Nos estais observando... desde el pasado?
- Si, existen rituales de magia para hacer esto... quizas tenga que ver con Bjäro...

- Pero si... en el pasado no lo hemos hecho, no realizamos ningun ritual...
- El fluir del tiempo es complejo, las diferentes realidades se entremezclan dependiendo de nuestras decisiones -le explico.
- Pero... ¿como podemos estar viviendo algo que viviremos tras observar el futuro si nosotros no vivimos ese pasado?
- No tengo respuesta... algo nos conduce hasta aqui, ni siquiera los mas sabios sabrian contestar...
Una intensa llama hizo que las siluetas de Bêah y Lemuel se desvanecieran, y el anciano sonrio comprensivamente. En silencio guardo las especias, mientras los tres amigos le miraban.

- Y bien, sacerdotisa, es hora de que salgais del trance y reflexioneis.
- ¿Trance?



Bêah abrio los ojos y se encontro en los brazos de Bjäro, que la zarandeaba con poca delicadeza mientras algunos aldeanos lo contemplaban horrorizados.

- ¡¡Bêaaah, despiertaaaa!!
- ¡No me grites! ¿que pasa? -pregunto la sacerdotisa incorporandose.
- Estabamos dando un paseo por el bosque y al llegar a un claro viste algo (aunque no habia nada, supongo que fue una vision) y te desmayaste. ¡No sabia que hacer! asi que te cogi y te traje hasta el pueblo. ¡Que trauma!
- ¿Donde esta Lemuel? ¡y no me refiero a ningun lemur! -grito al ver que Bjäro abria la boca.- ¿Como sabias..?
- Es una larga historia, mis poderes...
- ¿Quien es Lemuel?
- ¡Calla! dejame pensar.


La sacerdotisa trato de recordar la historia del linaje de sacerdotisas del lugar y los poderes adivinatorios que poseian, llegando a la conclusion de que habia tenido una vision bastante nitida acerca del futuro.

- Oh... -dijo Bjäro, mirandola con cara de culpabilidad.
- ¿Que?
- Yo... ¿recuerdas el tarro de especias que te regale..?
- Si... ¿que pasa?
- ¿No las habras usado?
- Pues claro, necesito fabricar pociones curativas, ya lo sabes.
- ¿No las habras vendido?
- ¿A donde quieres llegar? ¡explicate! -contesto Bêah, empezando a impacientarse.
- ¡Por error inclui hierbas alucinogenas! ya sabes, se parecen tanto al madroño...

Bêah permanecio en silencio unos minutos y su rostro cambio de expresion varias veces hasta llegar a una amplia sonrisa. Bjäro empezo a sonreir tambien, aliviado porque al parecer la sacerdotisa ya no estaba enfada.


- Te voy a contar mi alucinacion... ¡ha sido alucinante!

La Suma Sacerdotisa relato a su amigo todo lo que les habia ocurrido en su alucinacion, haciendo que riera a menudo y que empezara a reflexionar sobre los osos polares comiendo nieve. Cuando finalizo, Bjäro la acompaño hasta su casa para destruir las pociones y no crear el caos en la aldea, y un oso polar se cruzo en su camino... ¿realmente se comian la nieve?


Fin.



Dedicado a Beatriz, ¡feliz cumpleaños maja!

1 comentario:

Beatriz dijo...

HOla Eva!! MUCHAS GRACIAS!!!! me encantó!!!! de dónde lo sacaste?? pero pareció tan 'perfecto' para el momento! Me hizo mucha ilusión que te sigas acordando de mi!!