26 septiembre 2011

Mi rosa negra

Hacia siglos que no soñaba con ellos. De hecho, no era consciente de soñar, como siempre. Tenia que haberlo previsto, solo en ocasiones lograba recordar lo que su mente divagaba por las noches, y ellos fueron su creacion mas nitida. Ver a sus homonimos en Los Prados solo aumentaba su nostalgia y sus ganas de querer reencontrarse con ellos. El Palomitero le habia dicho que podia visitarles en sus sueños a voluntad. Pues bien, pensaba hacerlo. Como fuera.

Aquella noche se acomodo entre las sabanas y suspiro. ¿Como iba a hacerlo? lo mejor seria relajarse y dejar que las ideas fluyeran, tal vez si pensaba en ellos aparecerian...

- Por fin, crei que nunca volverias... -le susurro una voz increiblemente sexy y conocida al oido. Ëve se dio cuenta de que se encontraba a orillas de un hermoso lago, encima de unos tablones de madera, y que el paisaje que la rodeaba dibujaba montañas nevadas a lo lejos y un cielo inmenso y despejado. Todo tenia una curiosa tonalidad sepia, incluso Cara Plana, al que abrazo emocionada.

- ¿Donde estan los otros?
- Vendran enseguida -susurro totalmente sonrojado- por ahora... estamos solos.
- ¡Oh, que contrariedad! -exclamo Ëve para disgusto del chico.
- Vaya... yo...
- ¡No, no! si me encanta verte, solo que... -unos brazos la atraparon por la espalda y mentalmente rogo para que fuera el Palomitero, pero con la suerte que tenia fijo que era el taxista. Pues no, no era nada. Que raro, juraria...
- Veo que sueñas literalmente con abrazarnos... -sonrio su acompañante al ver su confusion.
- ¿Que ha sido eso?
- Tu imaginacion, como todo lo que nos rodea.

Ëve asintio y comenzo a pasear por el lugar. Tenia que haber alguna forma de que los demas se presentaran, al menos antes de que Cara Plana quisiera ser algo mas que amigos oniricos. Aunque tenia una voz tan seductora...

- ¡Ëve, cuanto tiempo! -exclamo una voz muy estridente a lo lejos.
- ¡Gor..! ¡hola! -se interrumpio la chica al ver a la Gorda Lesbiana acercandose -¡y vosotros!

Tras la Gorda Lesbiana se encontraba Pini, que parecia mas freaky que nunca, la chica que parecia un chico, tan ambigua como siempre, la rubia zorra -¿pero como salia asi vestida en sus sueños? se pregunto Ëve- el taxista y el Palomitero. ¡Ay! el Palomitero...


Aquella fue una noche fantastica. En el terreno de los sueños uno posee total libertad para hacer lo que se le antoje, y eso fue justamente lo que hizo Ëve con sus amigos. Montar a caballo para acabar surcando los cielos a lomos de un unicornio, acudir a la mejor fiesta que jamas se habia inventado, olvidar por completo el sentido del ridiculo...

- ¡Definitivamente, es la mejor noche de mi vida! lastima que tenga que acabar...
- Quizas... podriamos volver a salir de tu sueño... -sugirio Pini.
- ¿Como? -pregunto Ëve, no muy convencida.
- Teniendo un sueño muy vivido, otra vez -se unio el Palomitero.
- ¿Como este?
- No, mas aun.
- ¿Mas? ¿pero como?
- Si quieres yo me ocupo de que todos tus sueños se hagan realidad -insinuo el taxista.
- ¡No, gracias! tal vez... se me ocurre una idea... -dijo Ëve.



Dedicado a Eva, ¡feliz cumpleaños bolli!

1 comentario:

Eva dijo...

Me ha encantado muchas graciasss!!! yo que habia puesto un gran comentario toda emocionada y alabando tus dotes literarias... ainss pues nada de nuevo te digo que me gusto muchisimo evaaa y que muchas graciassss =D