14 febrero 2012

This must be the place


La oscuridad lo cubrio todo dejando ante sus ojos un silencioso universo cuajado de estrellas. Tras unos instantes comenzo a desdibujarse formando un paramo desierto, y supo que habia viajado a otra realidad. Miro a su alrededor y no vio nada especial, de modo que comenzo a caminar. Se sentia un poco ermitaño, pero era agradable poder estar a solas con sus pensamientos.

- Home, is where I want to be, pick me up and turn me round... -tarareaba el joven, distraido, hasta que la silueta de un edificio bastante señorial que recordaba a un campus universitario empezo a formarse ante el surgida de las brumas. Guîmorëll cruzo el umbral y se encontro con una hermosa escalinata de marmol en un amplio hall. A un lado habia un joven que parecia fabricar una especie de guitarra con cartones. Si, un sitio curioso, como siempre.
Al otro lado habia una puerta y decidio traspasarla. Se encontro con una sala repleta de ordenadores,  por lo que decidio probar suerte, tal vez en esta realidad habia buena conexion. Probo con un ordenador, que se bloqueo casi al instante. Probo con otro, pero ni siquiera respondia. Probo un tercero, que estuvo a punto de explotar. ¡Ni que hubiera un enanito dentro tirando de ellos como si de una bicicleta se tratase! Nada mas pensarlo sus ojos se posaron en un engranaje de bicicleta cercano. ¡Pero si lo habia dicho en broma..!

Continuo explorando la sala y descubrio que al fondo habia unas mesas. Opto por sentarse y esperar a ver que ocurria. Su vista capto a un señor asomado a una ventana bailando entre convulsiones y confio en que estuviera escuchando musica, aunque algo le decia que era improbable...
Unos pasos hicieron que se fijase en un hombre con aspecto confundido que entro en la sala de espaldas. Miraba hacia todas partes como si estuviera perdido... no podia distinguir su rostro... Guîmorëll se acerco lentamente y de pronto aquel hombre se dio la vuelta.

- ¿¡David Hasselhoff!? -exclamo el joven, desconcertado.

Hasselhoff le cogio por los hombros y comenzo a zarandearlo desesperadamente hablando en una lengua que no era capaz de comprender. Guîmorëll logro zafarse y de pronto el hombre se quedo inmovil. Parecia escuchar una voz, que por su expresion le daba algun tipo de orden, y de pronto le miro con ojos desorbitados. Se alejo unos cuantos pasos, carraspeo y comenzo a cantar 'Hooked on a feeling'. Guîmorëll se quedo estatico.

- Concentracion, esa es la clave. Estado zen. Concentracion. No me voy a reir. Aun no -penso el joven para si mismo componiendo su mejor cara de poker. Hasselhoff, que habia ido adquiriendo confianza, interpreto su gesto como el de un fan respetuoso y comenzo a ejecutar un baile acorde a su cancion. Se veia que estaba disfrutando, y al final incluso le obsequio con una pirueta.

Silencio.

Hasselhoff le dedico una enorme sonrisa y repentinamente desaparecio.

- ¡Aaay, mis dendritas! -exclamo Guîmorëll dando por fin rienda suelta a su hilaridad. Rio tanto que sus carcajadas hicieron eco y resonaron en los confines del reino de Oniros. Cuando fue capaz de serenarse salio del lugar, que ya no era un majestuoso edificio. 

El paisaje cambiaba conforme avanzaba. Todo lo que le rodeaba tenia un aura de lo mas curioso, no sabia como definirlo. Quizas estuviera en el interior del lugar en el que se forjaban los sueños, los pensamientos mas abstractos, las ideas mas irrealizables. Una señal indicando varias rutas hizo que se detuviera. Habia palabras mal escritas, las expresiones eran cripticas e incluso algunas estaban borrosas.

- Lo siento, es que a veces me pongo algo mecanografioso... -comento dirigiendose a la nada.


Oniros alzo la vista hacia el infinito y quedo sumido en sus pensamientos.



Dedicado a Guillermo, ¡feliz cumpleaños Doc!

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