19 diciembre 2012

Orion

El silencio se apodero de los tres jovenes, que contemplaban ensimismados la mano de Wherynn tratando de interpretar que podia significar aquel mapa.

- "Nos reencontraremos para la lucha"... ¿que ha querido decir exactamente? -pregunto Srynna, suspicaz.
- Os dije que esa piedra...
- Tenemos que recuperarla.

Jeanpo y Srynna miraron a su amiga, que hablaba con voz profunda y cavernosa.

- Whers... -empezo Jeanpo, que temia que estuviera hechizada. Al menos mas de lo evidente.
- No, era por darle emocion, tranquilo. Pero en serio, tenemos que recuperar esa piedra -contesto ella con voz normal.
- ¡¡Darle emocion!! ¿¡te parece que estamos en posicion de bromear!?
- Relajate hombre, si bromea con el asunto es que no es para tanto.

Una sombra oscurecio la mirada de Wherynn y Srynna callo. Ocultaba algo... en fin, ella sabria.

- ¿Y como pretendes que la encontremos? -pregunto Jeanpo, aun enfadado.
- Tengo un mapa, ¡hoolaa! -saludo esta con la mano.
- Acabare escupiendote, en serio...
- No peleeis, vamos a concentrarnos en encontrar la piedra esa -tercio Srynna.
- Si, pero no esta noche. Yo por lo menos me voy a dormir, mañana pensaremos -dijo Wherynn.


Al dia siguiente abandonaron las tiendas de campaña en el parque y se dirigieron a la ciudad, donde vivia la chica que tenia la piedra. Wherynn habia trazado un plan lleno de lagunas para consegirla y Jeanpo trataba de solventarlas. Al menos la idea original incluia terremotos y vicisitudes de lo mas variopinto, por lo que estarian preparados para casi cualquier eventualidad. Una vez delante de la casa, un bonito chalet situado a las afueras, se escondieron tras unos matorrales y esperaron.

- Tu plan tiene tantas lagunas... -comento Jeanpo, que aun no habia sido capaz de resolver unas cuantas de ellas.
- Ya veras como la conseguimos, no sera dificil.
- ¿Que no sera dificil quitarle un colgante que lleva al cuello?
- ¿Quien dice que lo lleve todo el rato encima? por eso vamos a colarnos en su casa.
- Eso es allanamiento de morada, ¡estas dandonos mal ejemplo! -exclamo Srynna.
- Se la devolveremos, pero cuando ya no suponga un peligro. Solo la tomamos prestada un tiempo...
- Como aparezcan los Nöh...
- ¿Y que pinta tienen, por cierto? -pregunto Wherynn con curiosidad.
- Pues veras, no creo que esten vestidos de epoca y esas cosas... ¡yo que se! iran de incognito.
- ¡Mirad, ya sale!

Los tres se agazaparon tras los matorrales y observaron a la chica, que habia salido de la casa y estaba cerrando con llave, lo que les hacia suponer que no habia nadie mas.

- Se ha dejado una ventana abierta, ¡menos mal! eso facilita mucho la mision -suspiro aliviado Jeanpo.
- Anda, que tambien cerrar con llave y dejar la ventana abierta...
- ¡¡Sssshh!!

La chica se subio a un coche, abrio el porton de entrada y se fue, cerrando tras de si. Cuando se alejo en la distancia, Jeanpo, Srynna y Wherynn salieron de los matorrales y se colaron a traves de unos arbustos. Se aproximaron a la casa y contemplaron la ventana abierta, que pertenecia a la cocina.

- Bien, no parece que tengan perro, asi que solo nos queda saber si tienen alar... ¡¡Sry!!

Srynna habia trepado con poca agilidad por la ventana y habia entrado en la cocina, desde donde les hacia señas para que pasasen.

- ¡¡Pero como entras asi, y si llegan a tener alarma!!
- Tampoco sabemos cuanto va a tardar, ¡tenemos que ser rapidos! -se defendio la chica.

Cautelosamente, se deslizaron por la casa hasta encontrar la habitacion de la chica, que inspeccionaron procurando dejar todo tal y como estaba para que nadie sospechara que alguien habia estado alli.

- ¡La encontre! -chillo Jeanpo, emocionado.
- ¿Donde? -pregunto Srynna.
- En el joyero, ¡que suerte! ahora larguemonos.
- Un momento... ¿que es esto?

Wherynn tenia en sus manos unos pergaminos con los mismos extraños simbolos que adornaban la piedra.

- No creereis que... ¿es una de ellos? -pregunto a Jeanpo.
- Lo dudo, es una mujer...
- ¡Machista! -grito Srynna.
- ¡No lo digo por eso! en nuestra epoca ese clan solo estaba compuesto de hombres hasta donde yo se...
- Tal vez tenian mujeres espia o algo asi, nadie sospecharia de ellas.
- Es cierto...
- Si son tal peligrosos y esa chica puede ser una de ellos, ¿que hacemos aun aqui? -pregunto Srynna.
- Tiene razon, ¡vamonos!


Hacia rato que habia anochecido y Jeanpo aun reflexionaba sobre todo lo acontecido. Tenian la piedra, pero... Una sombra se movio entre los arboles y el joven se puso en guardia. La sombra alejo y Jeanpo suspiro. Aquella ardilla no portaba ningun mensaje, solo funcionaba de espia, y habian tenido la precaucion de esconder la piedra antes de regresar. Desde luego viajar al futuro estaba siendo mas emocionante de lo que jamas habria imaginado...



Dedicado a Jeanpo, ¡feliz cumpleaños neno!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, wapa.