La fría pared de piedra tras la que se habían ocultado era lo único que les separaba de Snape. Wherynn y Ädri trataban de contener la respiración, no podían delatarse.
- ¿Cómo es que la ha descubierto? -preguntó Wherynn refiriéndose a la salamandra en un susurro tan imperceptible que Ädri no lo oyó.
- Nos va a pillar, nos va a pillar... -murmuró él, nervioso.
- ¡Plan B, plan B!
Wherynn buscó en su túnica y sacó dos botellitas de cristal. Le hizo un gesto a Ädri para que se la bebiera y éste se la tomó sin pensar a la vez que ella. Justo antes de que Snape abriera el hueco en la pared, Wherynn había transformado los colores de sus túnicas a verde y plata.
- ¿Qué hacen ustedes aquí? -se sorprendió el profesor.
- Hemos... visto a unos Gryffindor deambulando por aquí. Queríamos espiarlos sin que nos vieran -respondió Wherynn.
- Entiendo... ¿saben algo de ésto? -continuó el profesor sujetando a la salamandra por la cola.
- Ni idea... -dijo Ädri.
- No...
- Está bien. Vuelvan a la sala común, yo me encargo. ¿Han visto por dónde se han ido?
Ädri señaló el pasillo que conducía a la entrada del castillo y Snape se dirigió rápidamente hacia allí.
- Por los pelos... -suspiró Wherynn.
- ¿Llevabas poción multijugos? ¿por qué? ¡y con pelos de Slytherin! -se maravilló Ädri.
- Pensé que las proyecciones podían fallar, como de hecho ha pasado, así que quise ser precavida...
- Menos mal... pero una cosa... ¿no podías ser tú la chica y yo el chico?
Su amiga rió con ganas. Con las prisas le había dado una botellita al azar y había resultado ser la que tenía el cabello de una chica, mientras que ella se había tomado la del chico.
- No importa... ya que estamos con estas pintas nos podíamos dar un paseo por la sala común de Slytherin...
Los ojos de Ädri brillaron. Siempre había querido entrar en aquella sala.
- ¿Pero cómo?
Wherynn apuntó a un Sly que había aparecido por uno de los pasillos y se alejaba lentamente.
- Solo sigámoslo...
- Vale...
- Oye, ¿no podrías andar más como una chica? -preguntó Wherynn ante los andares marimacho de su amigo.
- En cambio tu no tienes ningún problema... -puntualizó él.
- ¡Eh..! ¿gracias?
- Jajajaja.
Ambos siguieron al Slytherin hasta que desapareció tras uno de los muros de la mazmorra.
- ¿Has oído la contraseña? -dijo Wherynn mientras tocaba la pared.
- Pues no...
- ¿Y ahora?
- Probemos... "¡sangre sucia!"
El muro no se movió.
- "¡Maleficio!" "¡Cruciatus!" "¡Avada Kedabra!".
- Creo que estás cayendo en tópicos... -observó Wherynn.
- ¿Y tu que propones? ¿"Flores y arco iris"?
- No, preguntarle a ese...
Otro chico apareció tras ellos con una gran sonrisa en la cara.
- ¿Sabéis qué? Snape anda buscando a unos Gryffindor que merodeaban por las mazmorras... ¡seguro que les baja un montón de puntos!
- Si, nosotros los vimos, lástima que no los cogiéramos a tiempo... -comentó Ädri para encajar.
- Ya... Maldición imperdonable.
El muro se movió y Ädri hizo un gesto triunfal hacia su amiga, que disimuló la risa. Los tres entraron en el pasaje que conducía a la sala común. Cuando llegaron vieron una amplia sala iluminada en tonos verdosos con sillones de cuero negros y sillas y mesas de madera tallada cubiertas de elaborados manteles.
- ¡Ooh, qué muebles más bonitos! -admiró Wherynn- Nunca me canso de verlos... -añadió cuando vio que el Sly la miraba raro. Ädri le hizo un gesto que pretendía ser coqueto y el otro sonrió. Cuando se fue, Ädri reprendió a su amiga.
- ¡Recuerda que eres un tío!
- ¿Qué pasa, no hay tíos con buen gusto para los muebles? -rió ella. Anda, demos una vuelta antes de que se pasen los efectos...
Aquella sala les dejó completamente fascinados. Era muy interesante, y tuvieron fuertes tentaciones de llevarse algún recuerdo, pero era mejor no tocar nada, así no podrían demostrar que habían estado en aquel lugar prohibido para ellos.
- ¡Ha sido genial! ¡quiero volver! -exclamó Ädri, entusiasmado.
- Se me ocurre algo mejor... ¿qué te parecería visitar el resto de salas comunes del castillo? -propuso Wherynn.
Aquella sala les dejó completamente fascinados. Era muy interesante, y tuvieron fuertes tentaciones de llevarse algún recuerdo, pero era mejor no tocar nada, así no podrían demostrar que habían estado en aquel lugar prohibido para ellos.
- ¡Ha sido genial! ¡quiero volver! -exclamó Ädri, entusiasmado.
- Se me ocurre algo mejor... ¿qué te parecería visitar el resto de salas comunes del castillo? -propuso Wherynn.
2 comentarios:
Muchas felicidades Eva!! Como siempre con retraso ( q eso va incluido en mi xD). La historia genial como siempre :D Un beset!!
Jajajaja, ¡de nada! un beso!!
Publicar un comentario