14 febrero 2015

La la love

- A ver... dime cómo estáis haciendo eso...
- ¡¡Que yo no hago nada!! ¡nadie hace nada! ¡estamos viviendo una experiencia terrorífica!

Wherynn comenzó a zarandear a su amiga, que la apartó de un empujón.

- Vale, perdona... he perdido los nervios y tal y como lo he dicho no ha sonado serio... -se disculpó su amiga.
- Eso. Vamos a pensar... tiene que haber alguien detrás de todo esto... -razonó Päu.
- O simplemente hemos conseguido lo que queríamos, un material excelente para una peli de terror, que encima es real...

La odalisca se retorcía de forma siniestra y a ambas chicas les estaba dando muy mal rollo.

- Propongo dejarla aquí y...
- ¿Cómo vamos a dejarla aquí? -se escandalizó Päu.
- Ya, no quería sonar muy cruel... solo quiero que no repitamos todos los pasos de las pelis de miedo, ya sabes, dejarnos llevar por la conciencia y la bondad y todas esas tonterías que consiguen que...
- ¡Espera... mira eso!

La chica señaló hacia unos árboles entre los cuales avanzaba la princesa.

- ¡Chicas! -saludó- he perdido a las demás... menos mal que os he encontrado...
- Sospechoso... -susurró Wherynn.
- ¿Por? -susurró a su vez Päu. 
- Se pierde ella solita... bueno, vale, eso es lógico... pero arrastra las palabras... no viene rápido... no parece tener miedo como antes... -reflexionó. 

Päu miró a la princesa, que parecía actuar con normalidad. Quizá Whers estaba algo paranoica... 

- Yo no creo que...

Justo en ese instante la princesa comenzó a correr hacia ellas e instintivamente huyeron de ella.

- ¿¿Qué hacemos ahora?? -preguntó Päu mientras corrían esquivando los árboles.
- ¡Inmovilizarla! no quiero perderme en el bosque...

Ambas pararon de golpe y Wherynn sacó el cuchillo, que no pareció impresionar a la princesa en absoluto ya que se dirigía hacia ellas con cara de estar fuera de sí. Se abalanzó sobre Päu, que soltó un tremendo chillido, y Wherynn aprovechó para tirarse encima de ella y apartarla de un empujón. La princesa volvió a atacar a Päu, que estaba en el suelo, pero antes de que llegara a hacerle nada ésta le soltó una patada en la cara. Wherynn la agarró y entre las dos la sujetaron con más de sus cuerdas.

- ¡Mira sus pupilas! Tan dilatadas como las de la señorita paja -observó Wherynn.
- ¡Pero mucho más agresiva! 
- Anda que tu... menuda patada le has soltado... sangra por la nariz... 
- ¡No la toques! podría contagiarnos.
- ¿De qué? 
- ¡No sé! ¿No eras tu la que decías que no cometiéramos errores de principiante?
- Cierto...

Las dos chicas estaban realmente asustadas. No sabían qué era lo que ocurría ni qué debían hacer.

- ¿Qué sería la criatura de antes? Parecía inofensiva... -se preguntó Päu en voz alta.
- ¿Qué criatura?

Su amiga le contó lo del "animal" al que había alimentado y Wherynn pareció incomodarse.

- Que no te haya hecho nada antes no significa que no sea peligrosa... y si estaba en el bosque puede haber más... -comentó mirando a su alrededor.
- ¿Tienes más cuerda? -cambió de tema Päu.
- ¿Por?
- Si esto sigue así todas nuestras amigas nos acabarán atacando... y los del pueblo... 
- No estoy de humor para que me ataquen. Prefiero que busquemos refugio antes de que anochezca... y esa espiral del cielo me está tocando el barítono...
- Seguramente sea el origen de toda esta locura... -comentó su amiga.
- P
ues no me pienso quedar bajo ella. Vamos, buscaremos un lugar seguro -dijo Wherynn tirando de la chica.
- Espera... creo que he oído algo...
- No... no más drama...

Algo se movía detrás de una roca llena de musgo. Päu se asomó con cautela y vio al mencionado animal saliendo de su madriguera.

- Parece que vive aquí...
- ¡Oy, que cosa más mona! -exclamó Wherynn con una curiosa voz de garganta que la hacía sonar infantil.
- Si... ¿ves?

El extraño animalito se movió y detrás suya apareció una segunda criatura más pequeña y con los ojos aún más grandes.

- ¡Qué cocada! seguro que luego se comen nuestra carne cruda, ¡pero son muy cuquis!
- Jajaja, ¿te han gustado, eh?
- Si... pero en serio, vámonos, me da miedo que muten a algo chungo...
- Venga. ¿Dónde nos refugiamos? -preguntó Päu.
- Ninguna cabaña en el bosque ni nada que se le parezca. Ya sabemos cómo va... -recordó su amiga.
- Ya... ¿volvemos al pueblo?
- Supongo que será la mejor opción... si vemos que está todo en orden, nos quedamos. Si no, tratamos de volver a casa, aunque puede que estén las piradas...
- No lo sabemos. ¡Por ahora, al pueblo! -exclamó Päu.



Dedicado a Paula, ¡feliz cumpleaños chuli!

1 comentario:

Paula dijo...

Graciaaaaaas!!!tenemos que grabar la peli de terror.es una tarea pendiente.jijiji