Epílogo
Todo había sucedido muy rápido. La vuelta a Edymbrä, el improvisado viaje a Gläsgôw, los traumáaaticos actos que habían tenido lugar allí y que no iba a poder olvidar por muchas pociones o galletas adormilantes que se tomara... Maldito Slâazar y su amante, estúpida maga, benditos Nêither, Gvÿ, Eomer y Jason... Había hecho auténticas amistades en aquella aventura, de las que nunca se pierden ni olvidan... Bueno, del brujo ya era amiga, y por eso precisamente hubiera deseado que la hubiese dejado arrancarse los ojos para no ver ciertas cosas que su sensible alma no estaba preparada para asumir...
Niree estaba echada en el sofá de su casa con las tetas en las manos (porque ella curraba, las tetas ya se las tocaba después) recordando todo lo ocurrido. Si, TODO. ¡Argh! Incluida la casa de ensueño de la Barbie maga y... ¡¡arghh!!
- No pienses en ello, no pienses en ello -se repetía- ya pasó, nunca más volverás a verlo ni tener que oír su voz, habéis jurado un hechizo para ignoraros por completo y no volverá a tu vida... La guitarra de Jonas, digo, Jason, está a salvo... ¿Cómo sonará la voz de Gvÿ? ¿¿Y por qué estará calvo del flequillo??
- No pienses en ello, no pienses en ello -se repetía- ya pasó, nunca más volverás a verlo ni tener que oír su voz, habéis jurado un hechizo para ignoraros por completo y no volverá a tu vida... La guitarra de Jonas, digo, Jason, está a salvo... ¿Cómo sonará la voz de Gvÿ? ¿¿Y por qué estará calvo del flequillo??
La brujita estaba perdida en sus pensamientos con los ojos cerrados y no se dio cuenta de que se había quedado dormida mientras fuera de su casa unos copos de nieve comenzaban a caer dulcemente cubriendo el jardín.
- Miradla, qué hermosa está mientras duerme... -suspiró Nêither.
- Si, cuando no saca el genio y te empieza a dar collejas... -se quejó Jonas.
- Tú la provocas, y lo sabes... Nunca debiste aliarte con Slâazar para "conseguir su amor", todo este circo es culpa tuya...
- ¡Yo no sabía que tenía tantas queridas! Ni que me iba a traicionar rastreramente robándome mi más preciada posesión -dijo acariciando cariñosamente su guitarra azul.
- De todas formas deberíamos compensarla, se ha portado muy bien con nosotros y ha sido muy amable...
- Hombre... -dijo con voz dubitativa Jonas.
- ¡Ya me entiendes! Vamos a hacer una excursión mientras no nieve demasiado para cazar y coger bayas y hacerle una estupenda cena.
- Sí, y luego le contamos el pequeño problemilla con el hechizo de Slâazar... -puso cara de ir a recibir coscorrones Jonas.
- Bueno... eso ya es otra historia, nos ocuparemos de ello a su debido tiempo.
Y así, juntos, Nêither, Jonas, Eomer y Gvÿ se fueron a agasajar a la brujita antes de volver a meterla en líos...
Fin.
Dedicado a Irene, feliz cumpleaños.
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